
Cuando vieja y canosa seas y, junto al fuego,
a vencerte comience el sueño, acaso cojas
este libro y lenta leas, y con tus tiernos
ojos de antaño sueñes, y con sus hondas sombras;
cuántos tributarían a tu instante de dicha,
tu gracia y tu belleza, un amor veleidoso;
pero un hombre amó tu alma peregrina
y amó las aflicciones de tu cambiante rostro;
e, inclinada al lado de las brasas, acaso
murmures algo triste, que Amor dio media vuelta,
se fue huyendo y anduvo por los picos más altos,
y su cara escondió entre un sinfín de estrellas.”
W. B. Yeats- “Cuando seas vieja”- “La rosa”(1893) ( traducción de Daniel Aguirre)
(Imagen- Neeta Madahar – 2005- artnet)