“Cuenta el gran filólogo y estudioso alemán Ernst Robert Curtius en su “Diario de lecturas” : ‘ cuando me encontraba escribiendo un libro sobre Balzac y quise reunir testimonios de la acogida dispensada a este autor por sus contemporáneos, intenté conseguir los diarios de Goethe, que, como es sabido, tan sólo en la edición de Weimar se reproducen completos. Me resultaba difícil el acceso al texto deseado. Mas he aquí que, al comprar embutido, el tendero me lo envolvió en un pliego de la página de la edición de Weimar que contenía precisamente el texto buscado. En momentos de gran efervescencia intelectual, las cosas vienen a uno sin que antes las haya perseguido.”
(Imagen —Edouard Manet)