“He vuelto a mi ciudad – lágrimas en los ojos,
mi fiebre infantil, mi sangre y mis venas.
Si has vuelto, entonces bebe pronto
el jarabe de los faros de este río.
Reconoce ese día de diciembre,
siniestro alquitrán mezclado con yema.
¡Aún no quiero morir, Petersburgo!
Tienes mis teléfonos aún.
Aún aguardo direcciones, Petersburgo,
donde hallaré las voces de los muertos.
Vivo en la escalera y en la sien
el timbre arrancado me golpea.
Y espero a invitados en la noche,
moviendo los grilletes de la puerta”.
Osip Mandelstam – “Leningrado”- ( traducción de Lola Díaz)
(Imagen.- Osip Mandelstam -jak et 2 org)