«Tus ojos serenos de tanto cansancio,
dos hormigas sorprendidas por la tormenta,
la risa de un niño,
una caída a lo largo de infinitas terrazas,
el centelleo de viejos mosaicos
al negro calor de calvarios del trópico.
La claridad es en ellos un goce afectuoso
sobre el fondo de una manada de exvotos;
las estrellas abolidas
a lo largo de las avenidas de escayola;
y sobre tus dedos color de burlete,
tus ojos son mínimos círculos de parada y descanso.
Tus ojos, en fin, son como tréboles blancos,
estremecidas emboscadas
en el derrumbe de los grandes órganos;
la miel se desliza sobre su sombra,
empalizada de huellas en sangre
de tus ojos tan serenos de cansancio».
Mudimbe Vumbi- Yaka.-(Licasi, Zaire, 1941).-«Tus ojos serenos»
(Imagen: R Cosway.-El ojo de de la señora Fitzherbert.-1786)
Me gusta mucho. Es un poema extraño, turbador, con unas imágenes muy potentes. Intentaré leer a este poeta.
Un saludo
Gracias, Amparo. Espero que te guste este autor.
Es una alegría «descubrir» un hermoso poema de un autor tan lejano y desconocido para mí.
¡Gracias!
Mayte,
Descubrir poetas y poemas siempre es una alegría
Gracias por tus palabras.
«.. de tus ojos tan serenos de cansancio». Precioso poema. La serenidad que da, el haber batallado y superado tantas «guerras» vividas. «Las guerras las ganan, los soldados cansados», me dijo una vez un amigo. Al leer este poema, he recordado sus palabras.
Un saludo y muchas gracias por su blog.
Luz,
gran verdad esa de que las guerras las ganan los soldados cansados. Superar el cansancio y llegar hasta el final es una tarea costosa pero muy necesaria.
Como siempre, muy agradecido por tu comentario.
Saludos