alguien tiene que hacer limpieza.
Un mínimo orden no se hará solo.
Alguien tiene que apartar los escombros
de los caminos
para que puedan pasar
carros llenos de cadáveres.
Alguien tiene que hundirse
en el fango y en la ceniza,
en los muelles de los sofás,
en las esquirlas de vidrio
y en los trapos ensangrentados.
Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar la pared,
alguien debe poner cristales en las ventanas
y colocar la puerta en los goznes».
(Imágenes:- 1.-Sam Weber.- Soldado de invierno/2.-Albrecht Altdorfer.-la batalla de Alejandro.- detalle.-1529)
Hermosa poesía, Jjulio, tierno y sencillo homenaje a esos héroes grises y anónimos que despiertan una nación del coma de postguerra. Cuentan que tras los bombardeos de Londres brotaron cientos de esquejes de rododendro silvestre por las grietas de los tejados, poco a poco consiguirían abrirse paso, muy despacio, entre un mar de escombros… Así es, vida y leyenda.
Mere,
muchas gracias por tus palabras. Héroes grises y anónimos, sí, que muchas veces no salen en los periódicos.
Saludos cordiales.
‘Alguien’ lleva salvando el mundo, en silencio, humilde y anónimamente, con la sóla e inquebrantable voluntad de levantar lo derruído, desde hace ya tantos años, tantos siglos…
Espero que algún día le dediquen una música, una pintura o el nombre de una estrella, a ese ‘Alguien’, en reconomiento a ese hermoso empeño, que le lleva a ser incansable defensor de la vida… (me da a mi que detrás de ‘Alguien’, debe haber seguramente una mujer…)
De momento, tenemos un poema sublime. Gracias maestro. Un saludo !
Faycal,
siempre agradecido a tus comentarios tan llenos de poesía, silencio y misterio.
Gracias!
Hermosas palabras de una gran poeta. Y muy necesarias, porque siempre hay una guerra en marcha y muchas paces pendientes.
Saludos
Amparo,
es cierto que siempre hay una guerra, desgraciadamente: unas aparecen en las pantallas y otras se olvidan. Las poesías logran recuperar paces y guerras gracias a las palabras.
Saludos
Hermoso poema, Jjulio, muy alentador. Ante un lugar desolado me reconforta pensar que tras los bombardeos de Londres brotaron cientos de esquejes de rododendro silvestre sobre los tejados.
MereGlass,
las ciudades vuelven a nacer tras las catástrofes. También los seres humanos. Gracias por tus palabras.
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