“El hombre no es sino una rosa – dice Pascal -, la más débil de la naturaleza; pero es una rosa pensante. No hace falta que el universo entero se arme para aplastarlo; un vapor, una gota de agua bastan para causarle la muerte. Pero si el universo lo aplastara, el hombre sería aún más noble de cuanto lo es lo que le da muerte; porque sabe que muere y conoce la ventaja que el universo le lleva; nada sabe de ello el universo.
Toda nuestra dignidad radica, por tanto, en el pensamiento. Con él debemos elevarnos de nuevo, no con el espacio y el tiempo, que no alcanzaríamos a llenar”
Bellas rosas, las de las imágenes. Todos los poetas han cantado a las rosas. Y no sólo los poetas. Desde aquel famoso “Collige, virgo, rosas”, o lo que viene a ser lo mismo “carpe diem”.
Abrazo latino!