MAYO

flores-1

 Todas las rosas son la misma rosa,

amor, la única rosa.

Y todo queda contenido en ella,

breve imagen del mundo,

¡amor!, la única rosa.

 

Rosa, la rosa…(Pero aquella rosa…)

La primavera vuelve

con la rosa

grana, rosa, amarilla, blanca, grana;

y todos se embriagan con la rosa,

la rosa igual a la otra rosa.

¿Igual es una rosa que otra rosa?

¿Todas las rosas son la misma rosa?

Sí. (Pero aquella rosa…)

 

La rosa que se aisla en una mano,

que se huele hasta el fondo de ella y uno,

la rosa para el seno del amor,

para la boca del amor y el alma.

(…Y para el alma era aquella rosa

que se escondía, dulce entre las rosas,

y que una tarde ya no se vio más.

¿De qué amarillo aquella fresca rosa?)

 

Todo, de rosa en rosa, loco vive,

la luz, el ala, el aire,

la honda y la mujer,

y el hombre, y la mujer y el hombre.

La rosa pende, bella

y delicada, para todos,

su cuerpo sin penumbra y sin secreto,

a un tiempo lleno y suave,

íntimo y evidente, ardiente y dulce.

Esta rosa, esa rosa, la otra rosa…

Sí. (Pero aquella rosa…)

Juan Ramón Jiménez: «Rosa íntima».flores-trpb-por-alessandro-twombly-2008-artnet (Imagen: Alessandro Twombly.-2008.-artnet)

2 comentarios en “MAYO

  1. En un jardín, el pulgón cuida amorosamente de los huevecillos que ha depositado en el interior de la rosa. Lo mismo hacen otros insectos con sus larvas.

    En un jardín hay hormigas, escarabajos, babosas, lombrices, mariquitas, moscas blancas, abejorros y también está Juan Ramón Jiménez sentado en un sillón de mimbre componiendo un verso esplendente.

    Todo es naturaleza, tanto el poeta como las flores y los bichos. En la mente de Juan Ramón Jiménez arde, inmenso, el crepúsculo de oro, que es el inicio de un poema, pero al pie del sillón el poeta ha dejado un pulverizador lleno de insecticida. Desde el fondo de las flores, los insectos contemplan con horror a aquel ser malvado que para ellos significa la peste.

    Los pulgones, las babosas, las moscas blancas, todos los insectos del jardín saben muy bien que en cualquier momento, si el poema se le detiene y Juan Ramón no encuentra la forma de expresar esta bellísima creación:

    «No lo toques ya más, que así es la rosa»,

    de pronto, se levantará del sillón y por puro aburrimiento cogerá otra vez el pulverizador y comenzará a rociarlos con una nube de azufre o de cualquier otro veneno hasta exterminarlos.

    La peste existe. La rosa viva está en medio. La peste es distinta según del lado de la rosa en que uno se halle.

    El poeta Juan Ramón Jiménez, aburrido y sin inspiración, armado con un pesticida en el jardín, es para los pulgones la encarnación del mal. Pero los pulgones, las babosas y las moscas, si devoraran de amor en primavera a la rosa, Juan Ramón se quedaría sin verso.

    No lo toques más, era una advertencia que el poeta dirigía al pulgón, aunque él se refería a su propio poema. Bajo la nube de veneno, todos los insectos del jardín están suplicando a la naturaleza que los salve.

    Para que eso suceda sería suficiente que una palabra mágica acudiera a la mente del poeta y se posara en ella como una mariposa. En ese instante, Juan Ramón abandonaría el azufre, se sentaría de nuevo en el sillón de mimbre y escribiría:

    «Aquella rosa que pasó la mar, tan leve, con tan suave vida».

    Y mientras el poeta estuviera distraído creando belleza, los insectos sobrevivirían.

    ¿Qué es el mal en un jardín? Tampoco sé qué es el mal en la sociedad. Una vez comenté con un joven punki, aprendiz de navajero, que las noches se habían vuelto muy peligrosas. Me contestó: «Es cierto, cada vez hay más policías». Como los poetas jardineros.

    Manuel Vicent, El jardín

    [in El País, recorte que conservo de esa otra rosa que fueron mis primeros años universitarios en España. Sin fecha, probablemente primavera de 1998]

  2. Maravilloso poema sobre la rosa. Amo las rosas, porque mi padre, que es pintor, las ama, las pinta una y otra vez, las fotografía, están en toda su obra. Tiene un pequeño jardín con rosas que cultiva él mismo. ¿Qué lugar ocupan las rosas en mi vida? Hasta ahora, es el color que impregna mis camisetas, pero creo que volveré a ellas muchas veces, eso está en el destino… Muchas gracias por este blog, señor Perlado, siempre descubro nuevas realidades, sitios por donde caminar…Muchas gracias. Un abrazo

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