” Aquel día de 1909 – el 20 de febrero, en el periódico Le Figaro – en que Marinetti estampó por primera vez esta palabra: futurismo, lo dijo todo – escribe Guillermo de Torre en “Historia de las literaturas de vanguardia” (Guadarrama) -. Cortó simultánea y paradójicamente las alas de su futuro. Negándose -él y su escuela – a todo tránsito, a la posibilidad de evolucionar y perdurar, se condenó a un porvenir sin rostro ni fecha. Al rechazar en bloque el pasado -erguidos como estaban “en el extremo promontorio de los siglos”, según se lee en el primer manifiesto -, sin pararse a descubrir lo valedero y perviviente, los futuristas no cortaron únicamente las raíces, sino también las ramas y el tronco, los conductos de cualquier savia, amurallándose en un recinto sin salida”.
Se pueden compartir o rechazar estas tesis, pero a los cien años de tal Manifiesto aquella proclamación de la modernidad -dinamismo, velocidad, simultaneidad, maquinismo -, no podía imaginar que un siglo después voláramos por Google Earth y los mensajes de móviles pasaran instantáneamente de la yema de nuestro dedo al ojo y al oído del prójimo. “Dios vehemente de una raza de acero,/ (declamaba Marinetti en su poema “Al automóvil de carreras”) / automóvil ebrio de espacio/ que te atascas de angustia (…)/ O formidable mostruo japonés de ojos de fuego/alimentado de llamas y de aceites minerales…”
El automóvil ha sido aparcado en el tiempo. A veces aparcado muy costosamente. Viajamos por cielos y océanos en vehículos inmóviles cuya pantalla dirigimos desde casa. El dinamismo y la velocidad nos consumen. Quisiéramos llegar antes que los contenidos y nuestra comunicación desbanca al pensamiento. ¿Comunicamos realmente sosiego? Aquel día de 1909 nada podía soñarse de este 2009, muchas veces tan tumultuoso.
“¡Futurismo! ¡Insurrección! ¡Algarada! ¡Violencia sideral! ¡Pedrada en un ojo de la Luna! – decía en 1931 y en su libro “Ismos” Ramón Gómez de la Serna (Guadarrama) -¡Conspiración de aviadores y chauffeurs! ¡Saludable espectáculo de aeródromo y de pista desorbitada! ¡Ala hacia el Norte, ala hacia el Sur, ala hacia el Este y ala hacia el Oeste! ¡Simulacro de conquista de la tierra, que nos la da!” (Hoy, a mí mismo – seguía diciendo RAMÓN -, me dan no se qué estas palabras, porque me las he encontrado repetidas demasiadas veces durante esos veintiún años, y que son como un nuevo tópico, deleznable como todos los tópicos.)”.
(Imágenes: 1.-Carlo Carrá.-“Il cavaliere rosso”, 1913.-Museo del Novecento.-Comune di Milano/ 2.-Carlo Carrá.-“Retrato de Marinetti”/3.-Umberto Boccioni.-“Elasticidad”, 1912)
É interessante trovare chi ricorda il Movimento Rivoluzionario Futurista, da cui sorgono Cubismo, Realismo, Pop Art e tutti i Movimenti del secolo XX.
Ogni tributo ai Futuristi é ricordare l´evoluzione contro la stasi in cui l´altra parte dell´Umanitá pretende che viviamo.
Grazie per far notare quel giorno del 1909….