LA IMPORTANCIA DE LA PRIMERA HOJA

Lo importante es la primera hoja. La primera hoja puede venir firmada por Cervantes, Proust, Dante o Shakespeare. La primera hoja, en pintura, puede venir firmada — es decir, su pintura, su cuadro — por Velázquez o Rembrandt. Después vienen todas las segundas, terceras, millares, millones de hojas secundarias, acumuladas a lo largo de siglos por los catedráticos, estudiosos, investigadores, especialistas, hojas complementarias que llenan las grandes Bibliotecas y se extienden por las Reales Academias, Siguiendo a esa primera hoja de Cervantes, que puede ser perfectamente una página del “Quijote”, viene la interpretación de C. Riley o de Martin de Riquer. Siguiendo a esa primera hoja de Proust, que puede ser una página de “ A la busca del tiempo perdido”, vienen las interpretaciones de Jean Yves Tadie. Siguiendo a esa primera hoja de Shakespeare, que puede ser muy bien sus “Sonetos”, vienen los estudios penetrantes de Auden. Muchos estudios suelen ser enormemente penetrantes. Ocupan volúmenes, dan vueltas y vueltas al análisis del ritmo, del léxico, del vocabulario, de la composición. La primera hoja de Velázquez, que bien pudiera ser “Las Meninas”, dan pie a que Jonathan Brown consagre incisivos análisis sobre el pintor .Lógicamente la creación va siempre por delante del comentario. La creación es realmente lo importante. Vivimos inmersos en un mundo de interpretaciones que matizan, resaltan y glosan lo que el autor de la primera hoja quiso decir. Pero la fascinación de la primera hoja sigue intacta. Leer el Quijote, leer a Shakespeare, contemplar a Velázquez sin interpretaciones siempre será un placer único.

José Julio Perlado

(Imagen- María Gato-Virginia miles gallerie)