“Me propuse a mí misma — confesaba la directora de cine Agnés Varda — que era un buen ejemplo de la creatividad de las mujeres, siempre un poco atrapadas y axfisiadas por culpa de la casa y la maternidad, rodar mi siguiente película, en 1975, sin salir de casa. Me pregunté qué podría hacer si me impusiera esas restricciones. ¿Sería capaz de encontrar mi creatividad con todas esas limitaciones…? Así que tomé esa idea como punto de partida. Y me volqué por completo en ella. Imaginé que estaba atada a un nuevo cordón umbilical. Tenía un cable eléctrico especial de ocho metros conectado a la caja eléctrica de mi casa, y decidí que como máximo podría utilizar esa distancia para rodar mi próxima película. Sólo podía alejarme de mi casa la longitud del cable. Tendría que encontrar todo lo que necesitaba dentro de esa distancia y no aventurarme nunca a ir más allá”.
Así Agnés Varda consiguió terminar un documental filmando la vida diaria de los comerciantes de su barrio y lo tituló “ Daguerrotipos”. ”Los artistas — decía ella— acostumbran a hablar de la inspiración y las musas. !Las musas! ¡Esto sí que tiene gracia! Porque que las cosas aparezcan cuando las necesitas no depende de tu musa, sino de la relación que mantengas con tus fuerzas creativas. Por eso lo mejor es trabajar con la asociación libre y la ensoñación, dejarse llevar por los recuerdos, los hallazgos fortuitos, los objetos. Intento mantener un equilibrio entre la rigurosa disciplina que he aprendido durante mis treinta años haciendo películas, esos numerosos momentos inesperados y el impulso del cambio.”(Imágenes—1- Jacquot de Nantes- película de Agnés Varda- 1991/ Agnés Varda- revistaexclama com/ 3- cartel de “Daguerrotipos”, film de Agnés Varda- 1976)