
“La empresa de escribir novelas que imagino escritas por un autor que no soy yo y que no existe — decía Italo Calvino — la he llevado hasta el final en ”Si una noche de invierno un viajero”. Es una novela sobre el placer de leer novelas: el protagonista es el lector, quien comienza a leer diez veces un libro que, por circunstancias ajenas a su voluntad, no logra terminar. Por tanto, tuve que escribir el inicio de diez novelas distintas: una, todo sospechas y sensaciones confusas; una que todo es sensaciones corporales y sanguíneas; una introspectiva y simbólica; una revolucionaria – existencial; una cínica – brutal: una novela de manías obsesivas; una lógica y geométrica;; una erótica- perversa; una telúrica – primigenia; una apocalíptica- alegórica.”
(Imagen— Franz Sedlacek)