Este verano, en que parece tan complicado viajar, vuelven las palabras de Van Gogh a su hermano Theo:
”Si tomamos el tren para irnos a Tarascón o a Ruán, tomamos la muerte para irnos a una estrella. Lo que es realmente cierto en este razonamiento es que, estando en “vida”, no podemos irnos a una estrella; lo mismo que estando muertos no podemos tomar el tren. En fin, no me parece imposible que el cólera, el mal de piedra, la tisis, el cáncer, sean medios de locomoción celeste, como los barcos a vapor, los ómnibus y el ferrocarril, lo son terrestres. Morir tranquilamente de vejez sería ir a pie.”
Murió Van Gogh un día como hoy, un 29 de julio. En 1890.
(Imágenes— 1-Van Gogh- autorretrato 1887-rijksmuseum/ 2- la lluvia – Auvers – 1890- museo nacional de Gales)