“Aunque te mantenga despierto toda la noche,
lava las paredes y friega el piso
de tu estudio antes de componer una sílaba.
Limpia tu espacio como si el Papa estuviese por llegar.
La pulcritud es sobrina de la inspiración.
Cuanto más limpies, más brillará
tu escritura, así que no dudes en salir
al campo abierto y restregar la parte oculta
de las rocas y ordenar en las ramas más altas
del oscuro bosque los nidos llenos de huevos.
Cuando encuentres el camino de regreso a casa
y guardes esponjas y cepillos bajo el fregadero,
observarás, en la luz del alba,
el inmaculado altar de tu escritorio,
una superficie limpia en medio de un mundo ordenado.
De un pequeño florero, azul brillante, toma
un lápiz amarillo, el más afilado del ramo,
y llena páginas con frases diminutas
como largas hileras de hormigas devotas
siguiendo tu huella desde el bosque”
Billy Collins– “Consejo para escritores”
(Imagen —Brigitte Szenczi. 2000.- feminine)