El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente.
Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido,
sino sólo el que no tienen.
Y así en la vida se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
que se llama el corazón».
(…)
Fernando Pessoa.- Autopsicografía
(Imágenes.- 1.-Pessoa.- por Julio Pomar/ 2.- Pessoa, con abrigo claro, leyendo- elmundo es)