«¡Di! ¡Qué impulsa al artista a sacar su ideal
de la región de las ideas, para confiarlo a la materia?
Más hermosa le resultará su creación en el reino de los pensamientos,
pero sería más fugitiva, aunque más libre,
y más su propiedad, y no sometida a la materia.
¡Interrogador! Tú, el que así preguntas, no entiendes los comienzos del espíritu,
no ves por lo que lucha, no lo que añora el artista.
¡Todos! quieren realizar algo inmortal, los hombres mortales.
Viven en el cielo los piadosos, en las buenas acciones los buenos,
el artista quiere permanecer en el reino de la belleza,
y por ello representa los pensamientos en formas perdurables:»
Karoline von Günderrode.- «Tendencia del artista»
(Imágenes.-1.-Andreas Walser.– museo de arte de grisons- Suiza/ 2.-Auguste Rodin.-por Edward Steichen– 1905)


Muy de acuerdo con los comentarios de Karoline von Günderrode. Acabo de terminar varios ensayos de Unamuno («Del sentimiento trágico de la vida», «La agonía del cristianismo»…) y, aunque el autor vasco habla de la idea del espíritu dentro de una más amplia totalidad, viene a decir prácticamente lo mismo. El espíritu como expresión de lo más íntimo del ser humano en su afán por trascender, por ser inmortal.
Saludos,
JdG
Javier,
hay grandes autores – en distintos países y en diversos siglos – que coinciden siempre en cosas fundamentales. Como bien recuerdas, el espíritu tiene anhelo de trascendencia, aspira a ser inmortal.
Muchas gracias por tus palabras.
Saludos.