La siguiente sesión en la que intervino Hisae Izumi en París en la Galería “La Maison de l ‘Art”, en la rue de Provence 22 el viernes 26 de abril de 1901, apadrinada y presidida también , como la anterior, por el coleccionista alemán Siegfried Bing, fue muy distinta. Sin duda por el eco provocado en la sesión precedente y por la lógica curiosidad que suponía escuchar a una desconocida japonesa como era Hisae Izumi hablar de las costumbres orientales, hizo que se llenara por completo el gran Salón ( así lo calificaba su dueño) y que incluso hubiera gente de pie en los pasillos. En aquellos pasillos de la Galería — y también en los sótanos — aparecían, perfectamente clasificados y preparados para su venta, marfiles antiguos, esmaltes, porcelanas, lacas, esculturas de madera, sedas bordadas, e incluso juguetes, que monsieur Bing había ido trayendo poco a poco de Japón en sucesivos barcos y que ahora ofrecía encantado a los franceses. Y a ello había que añadir artículos de vidrio de Tiffany, mobiliarios, cerámicas, joyas, peines decorados con flores y pájaros, abanicos, máscaras de teatro y muchas otras cosas más. Sigue leyendo