“Ponerle nombre a un gato, no te asombres,
es cosa complicada y no banal.
Seguro que piensas que estoy muy mal,
pero es que un gato ha de tener tres nombres.
(…)
Son nombres que no podrás pronunciar
sin trabucarte: Munkustrap, Walstato,
Bombabulina, Explorer. Cada gato
ostenta así un nombre particular.
Queda otro nombre, pero no hay acccesos.
Sólo el gato conoce el tercer nombre
y nunca lo dirá a ningún hombre
por mucho que lo mimen con mil besos.
Así que, cuando a un gato ensimismado
contemples, es seguro que, coqueto,
en su mente repite el gran secreto,
como un mantra sagrado
impronunciable
pronunciable
pronuncimpronunciable
inescrutable, hondo, singular,
su Nombre de verdad”.
T. S. Eliot – “El nombre de los gatos” – “ El libro de los gatos sensatos de la vieja zarigüeya” – ( traducción : Juan Bonilla)
(Imágenes.-1-Cccil Thijs-/ 2-T S Eliot- 1958- foto Larry Burrows)