“Te acostarás sobre la tierra sencilla,
¿quién te dijo que te pertenecía?
Desde el cielo inmutable, la luz errante
volverá a comenzar la eterna mañana.
Creerás renacer con las horas profundas
del fuego negado, del fuego mal extinguido.
Pero el ángel vendrá con sus manos de ceniza
para calmar la fiebre del día que nace”.
Yves Bonnefoy.- “Te acostarás sobre la tierra”
(evocación ante la muerte ayer del poeta francés) Descanse en paz.
(Imagen.- Emil Nolde – 1930)
Nuestra Gabriela señala en sus sonetos de la muerte
Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.
Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!
María,
Muchas gracias por tu poema.