«Yo descendía por la calle Soufflot. ¿Qué edad tenía? Veintidós años.
Sobre los árboles del Luxemburgo, la torre Eiffel, el sol poniente,
parecía hecha de vidrio amarillo y polvoriento.
Yo no buscaba ningún recuerdo: creía volver a ver brillar unos ojos
y se me aparecía la profunda escena que volvía a abrirse de nuevo.
El sol de la tarde me guiaba desde la Contrescarpe al Louvre,
los cafés se encendían, pero yo cerraba el libro
sintiendo la delicia y el suplicio de vivir.
Por todas partes las luces tejían los mágicos espacios
y el amor desconocido se mostraba en esta roja música,
y el silencio, el desierto de la habitación donde yo tarde regresaba,
la lámpara, que era siempre faro de todas las separaciones,
nada zozobraba, todo crecía en el espejo de diciembre,
sobre el futuro donde se abría siempre la antigua habitación.»
Henri Thomas.- «Ningún desorden»
(Imágenes.- 1.-Raoul Dufy.-1934-wikipanting/ 2.-Maximilien Luce– La Sainte Chapelle- 1901/ 3.- Albert Marquet- le pont Neuf- 1935-39/ 4.-Helena Rubinstein- apartamento de París)



