«Anunciada por todas las trompetas del cielo,
llega la nieve, y revoloteando sobre los campos,
parece que no se posa: el aire blanco
oculta colinas y bosques, el río, el firmamento,
y vela la granja más allá del jardín.
Trineo y viajero detenidos, los pies del correo
demorados, todos los amigos lejos,
los de la casa se sientan en torno al hogar
en la tumultuosa intimidad de la tormenta.
Ven a ver cómo construye el viento del norte.
De cantera invisible siempre provista
de piedra, el feroz artífice curva
sus blancos bastiones con tejado en voladizo
en torno a cada estaca, árbol o puerta que queda a barlovento.
Veloz con mil manos, su labor descomedida
es tan caprichosa, tan desatada, que poco se le da
el número o la proporción. Burlón,
donde vive la gallina o el perro cuelga guirnaldas de Paros;
al espino oculto le da la forma del cisne;
llena la vereda del labrador de parte a parte,
inmune a sus suspiros; y en la verja
una torreta ahusada remata su labor.
Y cuando sus horas están contadas y el mundo
es todo suyo, se retira y sólo deja,
cuando el sol aparece, un Arte asombroso
que imita en lentas estructuras, piedra a piedra,
la labor del loco viento de la noche anterior,
la retozona arquitectura de la nieve».
Ralph Waldo Emerson: «La nevada»
(Imágenes:- 1-arte sella /2.-foto Michele Harvey.-2002.-Katharina Rich Perlow Gallery.- New York.-artnet)
Preciosas imágenes, el texto muy sugerente.
Feliz Navidad.
Un saludo