Cuando me detengo ante los libros callejeros en esta madrileña calle del Arenal viene desde el desmonte del tiempo el erial arenoso que por aquí se hallaba, al llegar al barranco de la Zarza – como cuenta Répide -, donde se formó luego la calle de este nombre, ya junto a la Puerta del Sol.:»Terraplenada la calle –dice el cronista – con tierra de los desmontes de los lugares donde se hicieron la calle de Jacometrezo y otras cercanas, todavía por la parte de los Caños, donde ahora es la plazuela de Isabel ll, quedó un desnivel tan enorme que venía a estar a la altura de la parte honda de la calle de la Escalinata«.
Por este arenal de siglos, antiguo barrio donde vivían los cristianos en tiempo de dominación árabe, he venido despacio, desde Escalinata, hasta este rincón de páginas al aire libre, a pasar hojas de autores que duermen a resguardo de inclemencias bajo este curioso tejadillo.
Pero cuando paso las hojas de la Historia me llega también desde otra vecina calle paralela la algarabía y vítores entre estandartes mientras entra en Madrid con toda pompa Carlos lll. Es una distracción de Historia, hojas que pasan, calles que van hablando. Todas las ciudades tienen esto, recibimientos y desplantes, desgracias y aplausos, soledad y gentío. Ahora es el ornato de balcones engalanados que pintara Lorenzo Quirós cuando el 13 de julio de 1760 entra el monarca entre festejos y panegíricos desde la Plazuela de las Descalzas, Plazuela de la Villa y Plaza Mayor hasta la explanada frente al Palacio del Buen Retiro.
Fueron dos semanas de festejos, quince días evocados con el ceremonial de rigor, dos millones doscientos mil reales gastados para celebrar la entrada. La ciudad recibía a quien luego sería llamado el mejor alcalde de Madrid. Templetes, hornacinas, tapices, cada calle quiso tener su arco. En el arco de Carretas se pusieron columnas, medallones con relieves, banderas plegadas. El día 15 se lidiaron y picaron a vara larga doce toros en la Plaza Mayor; cuatro caballeros, vestidos de librea en colores verde, azul, pajizo y rojo, seguidos cada uno de cien lacayos, rejonearon dieciocho toros más. Pero esto son estampas del XVlll, apenas una distracción, páginas pasadas, luminosas hojas volanderas. Yo no estoy esta mañana en aquel siglo ni tampoco en la vecina calle Mayor sino en la del Arenal y en el XXl, y mientras sigo avanzando músicas y personajes me llaman ahora desde la esquina con otros ritmos.
Me quedo escuchando a estos músicos ambulantes, a estas orquestas espontáneas, estas improvisadas melodías, acompañamiento vocacional, enamorado, -y también pedigüeño – de nuestro tiempo.
(Imágenes:- 1.-librería de viejo en la calle del Arenal.-1o de abril de 2010.-foto JJP/ 2.-Lorenzo Quirós.-Ornatos de la calle Platerías (calle Mayor) con motivo de la entrada de Carlos lll en Madrid.-Museo de la Historia/3.-músicos en la calle del Arenal.-10 de abril de 2010.-foto JJP)
Qué curioso, a esos músicos ambulantes de Arenal el pasado jueves estuve escuchándoles una hora, son buenos, la verdad… Les hicimos un corrillo bastante grande, la calle estaba repleta por ser fiesta. Fue un concierto fantástico y encima con buen tiempo…
Bellos rincones de páginas y de notas al aire libre. La vida, la misma vida, recorre los siglos y los espacios. Recuerdos desde Girona.
Wenas, nos ponemos en contacto contigo para comentarte que hemos incluido en nuestro blog la fotografía de los músicos callejeros, no obstante, en el supuesto de que te pareciera incorrecto, puedes comunicárnoslo e inmediatamente la quitaremos.
Es importante que sepas que la fotografía tiene claramente identificada tu titularidad, así como también le hemos incorporado un link textual de enlace directo a tu blog.
Por si deseas verlo para poder evaluar si es adecuado o no, la imagen está enclavada en el post «PLAYING FOR CHANGE I «.
Esperamos que esta situación no resulte un problema para tí.
Recibe un cordial saludo.
elsacapunta.com
Roberto,
te agradezco tus palabras y la inclusión de esta imagen en ese post de vuestro blog
Un cordial saludo.
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