Por el camino de los encuentros Mi Siglo se cruza -muchas veces veces diariamente – con otros caminantes que, blog adelante, avanzan paso a paso por Internet intercambiando comunicación y conocimiento. Hoy no los puedo recordar a todos – alguno se me olvidará -, pero me alegra verles cada día asomándome a distintos países, en diversos rincones. Encuentro, por ejemplo, el silencio y la sabia soledad de Shgaga , los aciertos de Papier de Liberte, las puntualizaciones siempre precisas de Scriptor org, el comentario universal y bello de Una temporada en el infierno, la amenidad del Blog de Carmen , las lecturas de Un día más con vida o de El polizón del Ulises, las anotaciones de El Recovero y tantos otros.
Muchos se me olvidarán hoy. Todos vamos marchando por caminos de encuentros. Solemos cruzarnos diariamente, y desde Marruecos a Italia o a Armenia, pasando naturalmente por España, nuestras comunicaciones se entrelazan. Desde Mi Siglo, gracias a todos.
MI SIGLO 
Este tránsito primaveral, de abril a mayo, está trayendo sorpresas, todas ellas agradables, en MI SIGLO. Instantes de belleza y amistad.
Con un fuerte abrazo
Ángel
Maestro,
los caminos, al entrecruzarse, suelen dibujar siempre una suerte de mapa imaginario que algo tiene de utopía, de ciudad sin lugar, pero donde el espíritu aún le es dado soñarse brisa, adueñarse de un camino y acariciar la piel de los caminantes que aún sienten y agradecen poder sentir. Ahora bien, sucede lo que tan común es a cualquier entrecruce de sendas, por imaginaria que sea la ciudad: suecede que a menudo ciertas calles desembocan en cierta plazuela, que ciertas sendas se encuentren en cierto claro, que las ha sabido acoger y aunar. A esa plazuela, en cuyo centro es muy probable encontrar una fuente de agua, acuden sin falta todas las brisas y todos los ecos, dada la generosa apertura que en ella hallan. De hecho, no hay pájaro ni niño que no reconozca, al instante, el vital sonido del agua, alimento de tantos vuelos, de tantos juegos…
Va por Vd
Añada a su lista de encuentros una fría ciudad del norte, donde todos hablan raro y el tráfico rueda a la inversa, desde la que, cada vez con menos asiduidad de lo que a uno le gustaría, el alumno trata de asomarse a lo que el maestro cuenta.
Gracias por el recuerdo, José Julio. Siempre anima, ya lo sabe. Hago propósito de enmienda y me digo que trataré de dejarme caer por Mi Siglo más de lo que lo hago.
Saludos,
Alejandro
José Julio,
Qué agradable despertar, esta mañana, descubriéndome en tan amistosa compañía. Graciassssssssssssss…
Q.-
Muchas gracias, querido profesor, por incluirme en una relación de blogs de tantísima calidad. Ha creado usted un lugar muy agradable en la red, ya me he paseado por ellas, pero tengo ganas de lanzarme a fondo con esas maravillosas etiquetas de Pessoa, Kafka, Capote: le agradezco a usted y a otros escritores ser la guía de mis lecturas, a través de frases que se instalan en mis pensamientos. Le agradezco mucho su afectuoso comentario en mi blog: yo también le deseo lo mejor. Hace veinte años, cuando usted me daba clases, le daba las gracias todos los días interiormente por un magnífico año de periodismo. Ahora se las doy a un amigo y es infinitamente mejor. Un abrazo.
En este camino de los encuentros, el nexo que nos une a todos nosotros tan estrechamente es la Cultura… Cultura que aprendimos a amar gracias a maestros como usted, don José Julio, artífice ahora de Mi Siglo, nuestro particular cruce de caminos. ¡Ojalá siempre nos encontremos!