Espero, José Julio, que esté disfrutando este merecido descanso. Le agradezco los comentarios de ánimo en mi blog. No sé si vale la pena lo que escribo, pero de lo que sí soy consciente es de que la pereza no me ayuda en ello. Por eso sus palabras son siempre una espoleta.
Trato de seguirle en el ciberespacio, tanto en su antigua ubicación como en este nuevo hogar. Sepa que en mayo pasado visité por vez primera París. Recorriendo una exposición de imágenes del 68 que instalaron para la ocasión, pensé en las oportunidades que nos da este oficio canalla para vivir de cerca acontecimientos históricos, como fue su caso en aquel tiempo. Los «momentos estelares de la humanidad», como recuerda usted en otra nota del 5 de julio, en referencia a la caída del Muro de Berlín y a Zweig. También visité Berlín, justo en esas fechas. La Puerta de Brandeburgo también se encontraba abarrotada de alemanes eufóricos como en el 89, pero esta vez era por la final de la Eurocopa. Perdieron. Ganó España. Creo que fue para llevar la contraria a la historia. Por cierto, creo que hay una confusión con el pie de foto de esta nota. Quien se acercó al Muro para interpretar a Bach fue Rostropovich, no Rachmaninov.
Nada más, espero volver a leerle a partir del 27 de julio.
Espero, José Julio, que esté disfrutando este merecido descanso. Le agradezco los comentarios de ánimo en mi blog. No sé si vale la pena lo que escribo, pero de lo que sí soy consciente es de que la pereza no me ayuda en ello. Por eso sus palabras son siempre una espoleta.
Trato de seguirle en el ciberespacio, tanto en su antigua ubicación como en este nuevo hogar. Sepa que en mayo pasado visité por vez primera París. Recorriendo una exposición de imágenes del 68 que instalaron para la ocasión, pensé en las oportunidades que nos da este oficio canalla para vivir de cerca acontecimientos históricos, como fue su caso en aquel tiempo. Los «momentos estelares de la humanidad», como recuerda usted en otra nota del 5 de julio, en referencia a la caída del Muro de Berlín y a Zweig. También visité Berlín, justo en esas fechas. La Puerta de Brandeburgo también se encontraba abarrotada de alemanes eufóricos como en el 89, pero esta vez era por la final de la Eurocopa. Perdieron. Ganó España. Creo que fue para llevar la contraria a la historia. Por cierto, creo que hay una confusión con el pie de foto de esta nota. Quien se acercó al Muro para interpretar a Bach fue Rostropovich, no Rachmaninov.
Nada más, espero volver a leerle a partir del 27 de julio.