ROTHKO Y EL “AGUJERO NEGRO”

En el estudio — escribía el  crítico norteamericano Robert Hughes en “The New York Review” en 1978–,Rothko era un hombre decidido:  uno de los últimos artistas de América que creía con todo su ser, que la pintura podía llevar la carga de los grandes significados,  y que poseía la misma seriedad y comprensión que el arte del fresco en el siglo XVI, o la novela del XlX en Rusia. En cuanto salía,  los nervios lo dominaban. El menor tropiezo al final del día, una llamada telefónica equivocada,  o no encontrar un estado de cuentas, podía hundirlo en el Agujero Negro. Debido a su incapacidad para enfrentarse a nada que no fuera su arte, los últimos años de Rothko fueron una tragedia de infantilismo. Aparte de la carga principal de su pintura, no había  responsabilidad que no estuviera dispuesto a delegar en algún otro,  y una de las cosas que más temía  y con la cual no sabía cómo apañárselas era el dinero.

José Julio Perlado

Imágenes- Rothko -wikipedia