En 1914 Michel Mikhailovich Fokine, una de las figuras cumbres de la coreografía moderna — como recuerda Adolfo Salazar al estudiar la danza y el ballet —, quiso definir sus ideas acerca de de lo que ya era un nuevo arte, conocido bajo la etiqueta de “ballet russe” y lo hizo en The Times de Londres con estos “cinco puntos” :
“1—Deben inventarse nuevas formas de movimiento que correspondan al carácter y sugestiones de la música, en lugar de adaptarles combinaciones de pasos académicos o de escuela.
2—La danza y el gesto carecen de sentido en un ballet si no se ajustan estrictamente a la expresión de la acción dramática.
3—Los gestos de la danza clásica tienen razón de ser en el ballet moderno cuando lo requiere el estilo. Las posiciones de las manos deben reemplazarse por las del cuerpo en su integridad. El cuerpo del danzante puede tener expresividad desde la cabeza a los pies y no debe haber ningún punto muerto o inexpresivo en él.
4— Los grupos no son solamente ornamentales. El nuevo ballet progresa desde la expresión del rostro a la del cuerpo; del cuerpo del danzante individual al del grupo, y de éste a la totalidad de las personas en movimiento en cada escena.
5– La danza debe estar en una situación de igualdad con los demás factores del ballet, música o decorado. Éstos no deben imponerse a la danza, ni aquella debe independizarse de ellos, si se entiende lo que quiere decir “ballet moderno”. En él ya no hay más música de “ballet”, sino “música”; no hay zapatillas color de rosa convencionales y estrechamente ligadas a determinado estilo. En el nuevo ballet hay que inventar todo en cada instante, aun cuando las bases de la invención sean las establecidas por una tradición centenaria.”
(pequeño apunte en el día mundial del ballet)
(Imágenes—1 – Martha Graham- 1935-thedidstythisties/ 2- Martha Graham – Wikipedia/3- Degas/ 4- Felix Vallotton – 1893)