“Una brisa mece los pinos,
y debajo
ni un soplo de viento desatado;
inmóvil como el musgo que brillla
en el suelo y dibuja las líneas
de las raíces aquí y allá,
el pino deja caer sus hojas muertas;
y quedan quietas, como bajo el mar.
Y allá arriba, en lo alto,
acometen vientos y vida,
mientras las nubes se persiguen sin tregua;
y vivimos,
y caemos como los frutos del árbol,
también nosotros,
también así”.
(Imagen -August Malmstron)