Música, escritura, una sonrisa.
Velocidad del sonreir, velocidad de la música, tintín vertiginoso de la escritura.
A veces en un blog, entre tantas preocupaciones mundiales, conviene hacer un alto y escuchar, ver y procurar una sonrisa.
(Imagen: «La máquina de escribir» de Leroy Anderson.-Martin Breinschmid.-Strau Orquesta del Festival de Viena)