VERANO 2014 (6) : JORGE LUIS BORGES

caballos-ujo-mar- Walter Crane

 

 

«El mar es una espada innumerable y una plenitud de pobreza.

La llamarada es traducible en ira, el manantial en tiempo, y la cisterna en clara aceptación.

El mar es solitario como un ciego.

El mar es un antiguo oleaje que yo no alcanzo a descifrar.

En su hondura, el alba es una humilde tapia encalada.

De su confín surge el claror, igual que una humareda.

Impenetrable como de piedra labrada

persiste el mar ante los muchos días.

Cada tarde es un puerto.

Nuestra mirada flagelada de mar camina por su cielo:

Última playa blanda, celeste arcilla de las tardes.

¡Qué dulce intimidad la del ocaso en el huraño mar!

Claras como una feria brillan las nubes.

La luna nueva se ha enredado a un mástil.

La misma luna que dejamos bajo un arco de piedra y cuya luz agraciaría los sauzales.

En la cubierta, quietamente, yo comparto la tarde con mi hermana, como un trozo de pan.»

Jorge Luis Borges.– «Singladura».- «Luna de enfrente» (1925)

 

mar.-699u.-Eyvind Earle.-americano.-1916-2000

 

(Imágenes.-1.- Walter Crane/ 2.-Eyvind Earle)

 

VERANO 2014 (4) : AZORÍN

paisajes.-52qn.-ventanas.-Andrew Wyeth.-1947

 

«El mundo diverso y pintoresco de las ventanas; las ventanas humildes – escribe Azorín -; las ventanas a que se asoma una faz dolorosa; las ventanas que ven las angustias que hay dentro de un cuarto reducido, sin más que una cama y una silla. Desde la altiplanicie central de España, a seiscientos metros de altura, ver una ventana redonda. El círculo de esta ventana que lo llena todo; como un mar inmenso, este círculo que contemplamos; poco a poco, la altísima planicie en que nos hallamos se va acercando al mar; se pone, al fin, junto al mar. Desde la

 

interiores-nntu-mar- Edward Hopper- mil novecientos cincuenta y uno

 

 

inmensa altura, mirar  perpendicularmente, allá abajo, como si tendidos en la tierra asomáramos la cabeza; como tendidos en un tejado asomamos la cabeza; ver allá en lo hondo el plano de la cubierta de un barco. La extensión azul del mar. La breve extensión del barco. Iguales que insectos minúsculos los hombres que van y vienen por el buque. La visualidad que cambia de pronto; el anchísimo círculo, que veíamos antes, ha ido poco a poco reduciéndose; se estrecha y aparece minúsculo en una pared lisa; una pared que es de madera; la mitad, pintada de gris; por debajo, una banda verde (…)

 

mar.-rrttbhh.-Odilon Redon.-el  barco misterioso.-1892.- colección privada

 

Lo gris de la banda del barco y lo verde de la línea de flotación. El mar inmenso. El agujerito del camarote; ventanita marina (…) El mar verde, en esta  proximidad de la portilla; casi inmóvil; con un movimiento de ligerísima ondulación;  la goleta que se balancea a lo largo de tres o cuatro minutos (…) Lo verde del mar, que es azul mas lejos, azul con largas calles o anchos caminos blancos; calles y caminos que se van trasladando lentamente de un punto a otro. Y mas allá de lo azul, la linea indefinida del horizonte.»

Azorín.» Pueblo»

 

mar-nnvvt-playa-James Abbott McNeill Whistler- mil ochocientos sesenta y cinco

 

(Imágenes.-1.-Andrew  Wyeth- 1947/ 2.-Edward Hopper- 1951/3.- Odilon Redon– 1892- colección privada/  4.-James Abbott McNeill Whistler– 1865)

VERANO 2014 (1) : JOAN MARAGALL

 

mar.-7htt.-noche.-James Abbott McNeill Whistler.-1866

 

l

«Parecéis flores del mar,

velas que salís ahora,

al tiempo en que el sol se pone,

y el mar es color de rosa.

 

 

mar-obbbg-olas- noche- Ivan  Aivazovsky- mil ochocientos noventa y ocho

 

ll

 

Veintiocho colores tiene el mar,

y todo está revuelto: el cielo, el agua;

el cielo brilla azul; furioso el viento,

a las nubes persigue y deshilacha.

Hace volar banderas y blancuras,

y retuerce a los árboles  con saña;

todos son brillos,  gritos y barullo,

con un anhelo y un hervor que espanta.

 

mar-tecccv-Paul Gauguin- mil ochocientos ochenta y ocho

 

lll

Todo conmueve al mar y lo renueva;

lo ensombrece una nube, el sol lo alegra;

por algo que lo mire cerca o lejos,

muda el color cual virgen vergonzosa.

 

mar-ttgrr- Montague Dawson

 

lV

Mar de acero al crepúsculo

delicia de la mirada;

bien me acabas la jornada – bella y plena -.

¡ Dios del mar,

gracias mil por la jornada

tan serena!

 

mar.-5tzx.-Lowell Birge Harrison.-1913

 

 

V

 

Mar azul, adiós,

Montañas amansadas

sobre las que corre el viento suave;

campanas de aldehuelas  apartadas,

que tantas horas me trajisteis paz;

adiós, con Dios quedad.»

Joan Maragall .- «Vistas al mar»

 

mar-vvdde- Peder Severin Kroyer- mil ochocientos ochenta y dos

 

 (Imágenes-1-James Abbott McNeill Whistler– 1886/ 2- Ivan Aivazosky– 1898/ 3- Paul Gauguin– 1898 / 4.- Montague Dawson/ 5.-Lowell Birge Harrison.-1913/ 6-Peder Severin Kroyer.-1882)

 

 

 

EL MAR

mar.-trrbn.-paisajes.-Joseph Mallord William Turner

«Al atardecer, en verano, iba el tren hacia la costa atlántica del sur.  El departamento estaba ya en penumbra, y por la ventanilla corría un paisaje de chumberas y olivos, bajo un cielo de verdoso azul, que como metal ardiente al enfriarse, sólo una roja lúnula traslucía allá en el horizonte.

mar.- r6yyj.- Childe Hassam.- el viento del Oeste.- 1904.- Galería de Arte de la Universidad de Yale

Subía el tren un repecho, torcía luego en pronunciada curva. De pronto apareció el mar abajo, en la hondonada, y sobre el mar una estrecha faja de tierra en cuyo extremo se alzaba una ciudad: minuciosa profusión blanca de torrecillas, de terrazas, cercada por el agua. ¿Era la ciudad sumergida de la leyenda brotando a aquella hora silenciosa del seno marino? ¿Era un copo de ninfea abierto al beso del aire crepuscular? El mar estaba de un azul oscuro y profundo, y todo aparecía quieto, como si el tiempo quisiera detenerse en un encanto sin fin.

mar.- 43dvb.- Essi Kimpimäki.- ilustrador finlandés

La noche había cerrado al llegar el tren al pueblo costero, y apenas si se vislumbraban sus torcidos paredones, hileras de casuchas blancas y parejas de enamorados, bien juntos, los dos cuchicheando en el quicio de la puerta, a la luz verdosa del gas que salía de los patios. Callejas en pendiente llevaban a plazuelas silenciosas, y tras ellas, al fin cercano en olor denso y amargo, brotó su rumor hondo, largo, extraño, como el de unas alas inmensas que chocaran en vuelo impotente.

mar.-ttggn.-Karen Gunderson

Al pie del murallón los pasos se hundían ya en la arena, y por el aire negro, tal vagos fantasmas, surgieron las velas de las barcas pesqueras. Allí estaba él: en lo oscuro, un lamento de gozo o de pena; una voz insomne llamando nadie sabe qué o quién en la vastedad sin nombre de la noche.»

Luis Cernuda.«El mar».- «Ocnos»

mar.-tyybn.-Hossein Zare

(Imágenes.- 1--W Turner/ 2.- Childe Hassam.– 1804.- Galería de Arte de la Universidad de Yale/ 3.- Essi Kimpimäki/ 4.- Karen Gunderson/ 5.- Hossein Zare)

MEDITERRÁNEO

mar.-ttuio.-Pierre Auguste Renoir.-1882

«Los habitantes del Mediterráneo hablan menos sobre las olas que sobre los vientos, quizá porque estos influyen más en sus estado de ánimo, incluso en su modo de hablar – escribe Pedrag Matvejevic en su «Breviario mediterráneo» (Destino)  que ya comenté aquí -. Las costas se prestan los vientos unas a otras, y no vacilan en cambiarles el nombre o la dirección. (…) Las corrientes marinas parecen ríos caudalosos: son obstinadas y silenciosas, indefinibles e incontenibles. (…) En nuestro mar, la pleamar y la bajamar no influyen particularmente en las corrientes. Aquí este fenómeno no cambia el escenario de la costa o el puerto, no determina el ritmo de los días y las noches, no es algo cotidiano.» El Mediterráneo va y viene entre pinturas,

mar.-iuun.-Odilon Redon

hallazgos y poesías. Si el escritor yugoslavo evoca la espuma del mar, el fenómeno de las nubes. los amaneceres y los crepúsculos, las grutas marinas, los golfos y los faros – tantas cosas que admiramos y contemplamos -, el gran historiador británico David Abulafia en su amplísimo y excelente libro «El gran mar» (Crítica) nos transporta ya desde el inicio por los nombres del mar : el «Mar de en medio» de los alemanes, «Nuestro Mar» de los romanos, el «mar Blanco» de los turcos, el «Gran Mar» de los judíos, el «Gran Verde» de los egipcios. Confiesa que no niega la importancia de los vientos y de las corrientes, pero le interesa poner en primer plano la experiencia humana de cruzar el Mediterráneo o de vivir en las ciudades portuarias y en las islas que dependían del mar para su existencia. Así las olas del mar, las orillas, el olor

mar.-t8juu.-Paul Signac.- Museo de la Anunciación.- Saint-Tropez

del alquitrán cerca de los astilleros, las redes o la pesca de las esponjas en Matvejevic se unen a los cinco Mediterráneos que recorre Abulafia desde el 22000 antes de Cristo al 2010 de nuestra era. Entre las corrientes marinas y las olas aparecen los intrusos que penetran en el mar, los mercaderes, los mercenarios, los misioneros, los héroes, y también los viajes innumerables por

mar.-rreevv.-Salvador Dalí.-bahía de Cadaqués.-1925

los caminos del mar. «Cada viaje tiene sus tiempos – escribía Ibn Yubair en el siglo Xll -, y el viaje por mar debe hacerse en su momento y en su época determinados.» Y citaba los versos de un poeta árabe que compendiaban todo; «el mar, amargo al paladar, es difícil.»

mar-ryuun-Claude Joseph Vernet.-Naufragio 1759.-Groeninge Museum .-Brujas

(Imágenes:- 1.- Pierre- Auguste Renoir.-1882/2.-Odilon Redon/ 3.-Paul Signac.-Saint Tropez/ 4.-Salvador Dalí.-bahía de Cadaqués.-1925/ 5.-Claude-Joseph Vernet..- Naufragio.-Groeninge Museum.-Brujas)

TIBURONES

mar.-tyunn.-tiburones.-ataque del tiburón.-superpunch2 tumblr

«Y bien, el último día aparecieron los tiburones.

Aparecen aletas negras, inocentes

como una advertencia. El mar se torna

siniestro, ¿están por todas partes?

Créelo, dejan en el agua una brecha de seis pies.

¿No es éste el mismo mar, y ya no

jugaremos más con él?

Me gustaba diáfano, y no

demasiado calmo, con bastantes olas

para lanzarme a él. Por primera vez

había osado nadar en lo hondo.

Llegaron al atardecer, en el instante

en que un resplandor cobrizo aquieta el mar,

no lo suficientemente oscuro aún

para ser iluminado por la luna, aún

lo bastante claro para verlos fácilmente. Negro

el aguzado borde de las aletas».

Denise Levertov.«Los tiburones»

mar.-600n.-Armin Hansen.-1886-1957

(Imágenes:.-1.-ataque del tiburón.-superpunch2  tumblr/2.-.-Armin Hansen.- gandalfs gallery)

NO HAY OLAS PERFECTAS

paisajes.-57jj.-mar.-Pierre- Auguste Renoir.-1879

«No hay olas perfectas –

Tus escritos son un mar

lleno de faltas de ortografía

y de sintaxis. Plan. Revuelto.

animales.-4ddc.-pájaros.-Millard Sheets.-1962

Un centro distante de la orilla

tocando por las alas

de pájaros casi silenciosos

en revoloteo perpetuo.

mar.-3dwws.-George Bellows.-1913.-colección particular

Tristeza del mar

– olas como palabras, todas rotas –

siempre un mismo caer y levantarse.

mar.-77hhn.-Gustave Courbet.-1860.-National Museum Warsaw

Me inclino espiando el detalle

de la cresta precaria, la delicada

imperfección de la espuma, las yerbas

amarillas – cada cosa idéntica a la otra.

Constable.-478.-cielos.-escena en el mar

No hay esperanza – si no es una

isla de coral que lentamente se forma

en espera de pájaros que dejen caer

las semillas que la harán habitable».

animales.-7yy.-pájaros.-Hui-Zong

William Carlos Willams.- «El invierno desciende»

(Imágennes.- 1.-Pierre Auguste Renoir -1789/2.-millard Sheets.-1962/ 3.-George Bellows.-1913.-colección particular/ 4.-Gustave Courbet.-1860-Museo Nacional de Varsovia/ 5.-John Constable/ 6.-Hui Zong.-Museo de Liaoning.-China)

FUGITIVA ESPUMA

mar.-ybnnm.-Konrad Krzyzanowski.-1908.-Museo Nariodowe.-Krakovia

«Y el mar era un silencio enamorado.

Dame tu mano amor, sólo te pido,

la esperanza del bien ya conseguido

y el trigo limpio en su sazón cortado.

Mira en la playa el cielo abandonado,

la playa donde el agua del olvido

su fugitiva espuma ha convertido

en fuerza antigua y en mortal cuidado.

Deja que el corazón se te acreciente,

sintiendo el mar frente al espacio abierto.

Sólo un instante y su misterio cierto

te ordenará en el ruego. Tristemente

melliza de la luz ya es la corriente.

¡Oh hermosura del mar al descubierto!»

Luis Rosales.«Fugitiva espuma»

(Imagen.-Konrad Kryzanowski.-1908.-Museo Nariodone.-Krakovia)

(video:  Daniel Purcell .- Sarabanda,

FRENTE AL MAR

«Oh mar, enorme mar, corazón fiero

De ritmo desigual, corazón malo,

Yo soy más blanda que ese pobre palo

Que se pudre en tus ondas prisionero.

Oh mar, dame tu cólera tremenda,

Yo me pasé la vida perdonando,

Porque entendía, mar, yo me fui dando:

«Piedad, piedad para el que más ofenda».

Vulgaridad, vulgaridad me acosa.

Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.

Hazme tener tu cólera sin nombre:

Ya me fatiga esta misión de rosa.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,

Me falta el aire y donde falta quedo,

Quisiera no entender, pero no puedo:

es la vulgaridad que me envenena.

Me empobrecí porque entender abruma,

Me empobrecí porque entender sofoca,

¡Bendecida la fuerza de la roca!

Yo tengo el corazón como la espuma.

Mar, yo soñaba ser como tú eres.

Allá en las tardes que la vida mía

Bajo las horas cálidas se abría…

Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,

Todo dolor me vence, todo sueño;

Mar, dame, dame el inefable empeño

De tornarme soberbia, inalcanzable.

Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,

¡Aire de mar!… ¡Oh tempestad, oh enojo!

Desdichada de mí, soy un abrojo,

Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Y el alma mía es como el mar, es eso,

Ah, la ciudad la pudre y equivoca

Pequeña vida que dolor provoca,

¡Qué pueda libertarme de su peso!

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele…

La vida mía debió ser horrible,

Debió ser una arteria incontenible

Y apenas es cicatriz que siempre duele».

Alfonsina Storni.-«Frente al mar»

(Imágenes.1-Hengki Koentjoto.-outlying/ 2.-Lia Melia.- Siren Song/ 3.-Roberto Longo.-study for black Wing.-2004.-mitterrand, camer com)

UN DÍA DE VERANO

«La línea roja del horizonte la transforma enseguida Juan Ramón en una estela de oro y la coloca sobre el verso del papel para que todos la contemplen. Vienen después, a primera hora de la mañana, las marismas suaves, un cabeceo de azules entre velas a las que acuden pájaros y pintores; a los primeros se les ve cruzar jugando como flechas, los segundos limpian con sus paños los pinceles. Poco antes del mediodía, elevándose el disco del sol, Juan Ramón vuelve a pintar de oro su poema, los pájaros se suman a los pinceles, los pinceles dibujan a los pájaros, los pinceles gritan entre nubes, los pájaros callan. Es la hora de las olas de Gil Vicente, olas de Góngora, olas de Lorca. El mar hierve muy poco a poco, aún no crepita nada en la olla del océano, un barco pasa por el pincel y aprovechando su recorrido el pincel lo pinta. Toda la pintura de ese barco que pasa la contempla una algarabía de niños, brazos que señalan el azul. Las madres explican desde la arena cómo el barco avanza entre pinceles, y cómo los pájaros señalan en el aire su camino. Es la hora de los pájaros de Berceo, palomicas sobre la mar, la hora de Garcilaso. Un ruiseñor se asoma a ver qué ha escrito en el papel Juan Ramón pero el sol no le deja: el sol ciega los ojos de Juan Ramón y el oro refulge en el poema, el poema arde. El incendio del poema a mediodía lo ve un pescador desde lejos, es un pescador dibujado por Sorolla, los bueyes del mar le empujan agua adentro, pero él sigue mirando: nunca ha visto arder un poema, cómo las palabras se elevan en el humo, cómo los versos queman. Los versos ya quemados van dejando un olor sobre la playa que el pincel no sabe cómo pintar porque nunca ha pintado los olores. Pero el olor persiste. Los peces, asustados, brincan sobre las olas de las poesías y en las ondulaciones se ve la plata de los lomos que pintan los pintores, las crestas a las que acuden los pájaros. Pájaros que vienen desde Lope de Vega, pajarillos suaves, tortolillas de Meléndez Valdés, tórtolas más grandes de Tirso de Molina. Han pasado esta noche los pájaros durmiendo bajo el techo de Cancioneros antiguos y ahora sobrevuelan ligeros encima de pinceles de todos los matices, buscando libertad. La libertad es esta hamaca tendida en la que los poetas sueñan sus poesías. Va y viene esta hamaca en el aire, atada al aire, las dos cuerdas que la atan al aire vienen y van en la sombra del mediodía y el sol sigue en el verso de Juan Ramón. Ese cabeceo de la hamaca, ese cabeceo de las olas, difumina a los pájaros que parecen agitarse asombrados huyendo del pincel. Pero el pincel los persigue. Están todos los pintores en la costa con sus blancos lienzos extendidos, los lienzos apoyados en caballetes, los caballetes igual que un ejército mirando al mar. El ejército de los colores de la tarde dilata los malvas, va tiñendo de motas violetas las ropas de los niños que se alejan despacio con sus madres retornando a las casas. En las casas se enciende la primera luz en la ventana y la tarde huye. Se oyen lejanas unas canciones entre acordeones que abren y cierran los poemas, que cierran y abren pinceles y pájaros. Es la música somnolienta y nostálgica de las despedidas del día que se despide muchas veces, cada vez con una ola distinta, cada vez con  distinto rumor. El agua al pasar se ha hecho acordeón y la música resbala entre las piedras, lame el muelle, deja una espuma en cada escalón, desnuda la piedra. La piedra se va quedando poco a poco en penumbra, muy poco a poco, al lento ritmo con que se oculta el sol. El sol, en el horizonte del verano, parece ahora una línea delgada, la curva de un poema. Acaba entonces Juan Ramón su poema y desaparece el sol».

José Julio Perlado.- publicado hace unas semanas en Alenarterevista

(Imágenes.-1.-Miss Kelly/ 2.-Peter Max.-sombrilla con Rainbow Sky.-1990.-Peter Max Limited.-BNR.-art com)

VERANO 2012 (2) : SER MARINERA

«Irme quiero, madre,

a aquella galera,

con el marinero,

a ser marinera.

Madre, si me fuere,

do quiera que vo,

no lo quiero yo,

que el Amor lo quiere.

Aquel niño fiero,

hace que me muera

por un marinero

a ser marinera.

El que todo puede,

madre, no podrá,

pues el alma va,

que el cuerpo se quede.

Con él porque muero

voy, porque no muera,

que si es marinero,

seré marinera.

Es tirana ley

del niño señor,

que por un amor

se deseche un rey.

Pues desta manera

quiere, irme quiero

por un marinero

a ser marinera.

Decid, ondas, ¿cuándo

vistes vos doncella,

siendo tierna y bella,

andar navegando?

Mas ¿qué no se espera

de aquel niño fiero?

Vea yo quien quiero,

ser marinera».

Luis de Camoens.-« Con el marinero…»

(Imágenes.-1.-Yuko Shimizu.-bibliodyssey/ 2.-Guillaume Maguet/ 3.-Ivan Aivazovsky.- arthistoryarchive com)

MAR EN SOLEDAD

«En ti estás todo, mar, y sin embargo,

¡qué sin ti estás, qué solo,

qué lejos, siempre, de ti mismo!

Abierto en mil heridas, cada instante,

cual mi frente,

tus olas van, como mis pensamientos,

y vienen, van y vienen,

besándose, apartándose,

con un eterno conocerse,

mar, y desconocerse.

Eres tú, y no lo sabes,

tu corazón te late y no lo siente…

¡qué plenitud de soledad, mar solo!»

Juan Ramón Jiménez.-«Diario de un poeta recién casado»

(Imagen.-Rory Donaldson.- Winkleman Gallery.-Nueva York)

TORMENTA

«Un retumbar lejano…

El horizonte se enrojece,

como abrasado, del lado del mar;

negro de pez en la montaña,

jirones de nubes claras,

y, en esa negrura, una casa de campo:

un ala de gaviota».

Giovanni Pascoli: «Tormenta»

(Imágenes:- 1 – Emil Nolde.-mar de otoño Vll/ 2.-Emil Nolde.-mar)