SI LLEGASE A NUESTRA CIUDAD

 


“Si llegase a nuestra ciudad — afirmaba Platón  — un hombre capaz por su sabiduría de adoptar mil formas y de imitar todas las cosas y que quisiera darnos a conocer sus poemas, nos inclinaríamos ante él como si fuese un ser divino, admirable, arrebatador, pero diríamos que nuestra ciudad no dispone de un hombre que se le asemeje ni es justo que llegue a tenerlo y que, por consiguiente, hemos de devolverlo a otra ciudad una vez derramada mirra sobre su cabeza y adornada ésta con cintas de lana”.

 

(Imagen—Rui Palha- homofotograficus)

VAS POR LUGARES DESCONOCIDOS

 

Vas por lugares conocidos y desconocidos,
ni es de noche, ni es de día.
Vas con los vivos y con los muertos,
los pierdes, los llamas,
los reencuentras.
Siempre hay dos puertas ante ti
y no sabes elegir.
Oyes voces, se pierden
y tú vas.
La salida es diáfana,
pero no sabes dónde está.
Tú pasas, pasas,
y el laberinto
nunca termina.»

Iside Zecchini -«El laberinto reencontrado» – «El huésped» (traducción de Gabriel Sopeña y Luciana Collu)

(Imagen—Helena Almeida— gallery electa web it)

TREN RÁPIDO

trenes.-47gtt.-Paulo Nozolino

«¡Lo fugaz que permanece en las ventanillas!

Caen de mis hombros como hojas los campos,

los  cobertizos y los pueblos entre la maleza;

madres desaparecidas; el país entero,

una tumba repleta de padres; ahora los hijos han crecido

y alardean de la frente roja de los dioses,

desnudos y ebrios de sangre desatada.

trenes.-667nn.-Franco Donaggio

Supura y envía voces mórbidas a la superficie:

¿Dónde lindamos con la dicha? Nosotros, bosquecito,

¡sin águilas, sin venados! Un miserable

florecer que se tiñe apagado en nuestros campos.

trenes.-96hhm.-Rail Magic.-1949.-René Groebli

Grita el corazón: ¡Oh, cabello! ¡Tú, rubio-mujer!

¡Tú, nido! ¡Tú, mano que florecida consuelas!

¡Los anchos campos del abandono!

El rojo del serbal ya tiene sangre.

¡Oh, asísteme! Tanto tanto silencio en los jardines…

trenes-guuui- Saúl Leiter- mil novecientos cuarenta y ocho

Pero lo fugaz que permanece en la ventanilla:

caen de mis hombros como hojas los campos,

padres, y pesares de las colinas y dichas de las colinas:

los hijos crecieron. Los hijos van

desnudos y bajo la aflicción de la sangre desatada:

la frente aurorea a lo lejos una dicha de abismo.»

Gottfried Benn.«Tren rápido» (traducción de Arturo Parada)

guerra.- 433dd.- tren.- Gerd Baatz.- Berlin 1944-1945

(Imágenes.- 1.-Paulo Nozolino/ 2.-Franco Donaggio/ 3.-René Groebli- 1949/ 4.-Saul Leiter– 1948/ 5.- Gerd Baatz. 1944.-pinterest.com)

PALABRAS

escribir.-422d.-Eduardo Gageiro.-Sophia de Mello Breyner Andresen.-1964

Un escritor – declaraba Elias Canetti  – sería alguien que otorga particular importancia a las palabras;: que se mueve entre ellas tan a gusto, o acaso más, que entre los seres humanos; que se entrega a ambos, aunque depositando más confianza en las palabras; que destrona a éstas de sus sitiales para entronizarlas luego con mayor aplomo; que las palpa e interroga; que las acaricia, lija, pule y pinta, y que después de todas estas libertades íntimas es incluso capaz de ocultarse por respeto a ellas. Y si bien a veces puede parecer un malhechor para con las palabras, lo cierto es que comete sus fechorías por amor.»

escribir.-52ss.-Nick Cave ´s.-manuscrito de palabras.-1984.-Centro de Bellas Artes de Melbourne

Estas frases de su discurso «La profesión de escritor«, recogidas en el volumen «La conciencia de las palabras» (Fondo de Cultura), nos adentran en el bosque de las palabras. Palabras grandes, palabras largas, palabras mentirosas, palabras que juzgan, palabras viejas, palabras de amor…

«La palabra que decimos- escribió Luis Rosales

viene de lejos,

y no tiene definición,

tiene argumento.

Cuando dices: «nunca»,

cuando dices; «bueno»,

estás contando tu historia

sin saberlo.»

escribir.-4rrv.-manuscritos.- Walter Benjamin.-notas para el proyecto de Pasajes de París.-Hatje Cantz.-2012Ignacio Bosque, que ha dirigido «Redes» el (Diccionario combinatorio del español contemporáneo) (SM) nos abre el mundo al hilo de las palabras, a través de ellas, en avalancha de palabras, descendiendo a persona de palabra, a balbucear palabras, a ver cómo una palabra cae como una bomba, a cómo caen en saco roto las palabras, a corroborar, a cruzar, a dar sentido a las palabras, a dejarse llevar por ellas, descifrarlas, empeñar la palabra, incumplir, improvisar, refrendar con una palabra, mascullar, tergiversar, extrapolar palabras, y tantas cosas más… La «palabrería» – como se apunta en otra voz de ese Diccionario – se hermana muchas veces con lo atropellado y confuso, con lo inconexo e inútil, con lo vacío y lo vano. Pero la palabra es otra cosa. Al misterio de la palabra pronunciada han acudido filósofos y poetas:

escribir.-44ioo  Flaubert.-manuscrito de Mandame Bovary

«El propósito de las palabras – evocaba Chuang – Tzu – es transmitir ideas.

Cuando las ideas se han comprendido, las palabras se olvidan.

¿Dónde puedo encontrar un hombre que haya olvidado las palabras?

Con ese hombre me gustaría hablar.»

escribir.-eoouv.-Life Writer.- 2006.-Christa Sommerer & Laurent Mignonneau

(Pequeño apunte en los 300 años que celebra La Real Academia Española de la Lengua)

(Imágenes.- 1.-  Eduardo Gageiro.- Sophia de Mello Breyner/ 2.-carnet de palabras.- 1984.- Centro de Arte de Melbourne/ 3.- notas para el proyecto de Pasajes de París de Walter Benjamin/ 4.- manuscrito de «Madame Bovary»/ 5.- Christa Sommerer & Laurent Mignonneau.- 2006)

LISBOA, PESSOA, CARDOSO, PALHA

«El aire es de un amarillo oculto – escribía Pessoa -, como un amarillo pálido visto a través de un blanco sucio. Apenas hay amarillo en el aire ceniciento. La palidez de lo ceniciento, sin embargo, tiene algo de amarillo en su tristeza».

«En esta tarde en que escribo, la lluvia ha cesado por completo. La alegría del aire se siente demasiado fresca contra la piel. El día va consumiéndose no en ceniciento, sino en azul pálido. Un azul vago se refleja, incluso, en las piedras de las calles. Duele vivir, pero de lejos. Sentir no importa. Va iluminándose algún que otro escaparate. En otra ventana alta hay gente que da por acabado su trabajo. El mendigo que pasa junto a mí quedaría pasmado si me conociera».

«Fernando Pessoaescribía Cardoso Pires – está sentado bajo la lluvia en la terraza de A Brasileira. Dentro del café, está Almada. O estuvo. Durante mucho tiempo me acostumbré a verlo en la pared, en autorretrato de los años veinte, acompañado de dos señoras sofisticadas que parecían esperar cualquier cosa que pudiese llegar. ¿Cualquier cosa, o algo determinado? ¿El segundo futurismo? ¿El próximo tren de París? Hasta hoy, silencio absoluto. En A Brasileira, Almada ha dejado de ser visto con ellas y, con lo que cae fuera, no es normal que vuelva pronto».

«La calle se arrugó de luz intensa y pálida – escribía Pessoa -, y la negrura deslucida tembló, de este a oeste del mundo, con un estruendo de descoyuntamientos retumbantes… La tristeza dura de la torpe lluvia empeoró el aire negro con una desagradable intensidad. Frío, tibio, caliente – todo al mismo tiempo -, el aire estaba fuera de lugar en todas partes. Y de inmediato, por la amplia sala, una cuña de luz metálica abrió brecha en los descansos de los cuerpos humanos, y, con el sobresalto helado, un pedrusco ruidoso golpeó por todas partes, despedazándose con silencio duro. El ruido de la lluvia disminuye como una voz apagada. El ruido de las calles disminuye angustiosamente. Nueva luz, de un amarillo rápido, cubre la negrura sorda, pero hubo ahora un momento de respiración posible antes de que el puño del ruido tembloroso sonara como un eco repentino desde otro punto; como una despedida molesta, la tormenta empezaba a no estar aquí ya».

«Chuvas corridas, tristezas crescidas e venha aguardente para lavar as feridas, dicen los lisboetas de taberna – escribía Cardoso Pires -. Mientras, Pessoa, que sabe eso de memoria porque «decilitró» por barras de media Lisboa, sigue en la terraza bajo la lluvia y, encima, sin vaso».

Y fuera, en las calles, Rui Palha, continuaba haciendo fotografías.

(Imágenes.-Rui Palha)