Ahora, ante la exposición en el Thyssen de Madrid sobre Georgia O K’ooffe vienen hasta nosotros sus iimágenes y sus palabras:
“Me había criado — decía ella —- de forma bastante parecida al resto(…) y un día me sorprendí a mí misma diciendo— No puedo vivir como quiero. No puedo ir donde quiero— No puedo hacer lo que quiero—- Ni siquiera puedo decir lo que quiero. La escuela y lo que los artistas me han enseñado me impiden incluso pintar como quiero. Decidí que era una tonta estúpida por no pintar al menos como quería…”
Georgia O’ Keeffe, entre 1929 y 1946, une la multitud a la soledad, la gran urbe al desierto el bullicio al silencio. Alterna Nueva York con Nuevo México.
“Trabajo sobre una idea durante mucho tiempo — decía ella — Es cómo intimar con una persona , y yo no intimo fácilmente.”
Se ha dicho de ella que se autorretrató a través de flores y frutas. Ante Nueva York ella quería pintar la”rugiente ciudad” como “algo más grande, más grandioso, más completo de lo que jamás antes lo había sido en la historia.”
“Cuando pienso en la muerte, sólo siento que ya no podré ver este hermoso paisaje nunca más…”
(Imágenes— Georgia O’ Keeffe- 1,2,3,45- 1927)