“Si yo pudiera ir al mercado
con la niña de los ojos pálidos,
le compraría: un juego de lotería,
una pluma del color del jicaco oscuro,
unas sandalias con hebillas doradas
y para que su nahual comiera bajo una ceiba,
la espesura ácida de las ciruelas.
Tapizaría su casa con manojos de albahaca y cordoncillo,
ese sería su huipil
y todo aquel que la mirara
la quisiera por el rocío permanente de su cuerpo”.
Natalia Toledo – “Dada”
(Imagen -judith Leister- 1629)