«No escribo yo…
el otro que hay en mí
pide aflorar constantemente.
.Mas si me apresuro a volverme y mirarlo
él vuelve a escabullirse
al momento y lugar
en donde estaba antes
pues sin saberlo entorné la puerta
y lo dejé salir.
A veces un grito encendido lo llama;
comprende que lo necesito,
y yo también. Su tarea
será decirme quién soy bajo la máscara.
Él es Fantasma, yo fachada
que oculta la ópera que él escribe con Dios,
en tanto yo, ciego del todo,
espero impávido a que su mente
se me deslice brazo abajo,
por la muñeca, hasta la mano
y las puntas de los dedos
y furtiva encuentre
esas verdades que caen de las lenguas
con sonido quemante,
todo surgido de una sangre secreta
y alma secreta de secreto suelo.
Con alegría
él se asoma a escribir, y luego corre
a esconderse una semana
hasta que reanuda el juego
en el cual yo finjo, diligente,
que no es mi propósito tentarlo.
(…)
Ray Bradbury .- «Zen en el arte de escribir»
(Imágenes.- 1- David Bowers-all- art- org/ 2.-Paul Serusier)