–
El psicoanalista se sentó en su sillón, abrió las páginas de la revista “Expresso” , y leyó las contestaciones que allí iba proporcionando Federico Fellini:
Cosas que siempre me agradan, confesaba el director cinematográfico:
las estaciones de trenes
los aeropuertos
el arroz
Rosini
las rosas
los hermanos Marx
los tigres
aguardar en una cita con la esperanza de que el otro (o la otra) no se presente
Totó
Piero della Francesca
Homero
el mes de septiembre
los trenes
Ariosto
los perros de agua y los perros en general
el olor de la tierra húmeda
los cipreses
el mar en invierno
la gente que habla poco
James Bond
los lugares vacíos
los restaurantes desiertos
las iglesias vacías
los silencios
el sonido de las campanas
estar solo en Urbino
una tarde de domingo
Bolonia
Venecia
toda Italia
Raymond Chandler
Simenon
Kafka
Dickens
Londres
los portones
las castañas asadas
viajar en ómnibus
las camas altas
Viena
las librerías
los lápices Faber número 2
los espectáculos de variedades
el chocolate amargo y semidulce
despertarse
ir a dormir
los secretos
Lana Turner
las actrices
las bailarinas clásicas
Luego el psicoanalista paso a la siguiente página y leyó:
Cosas que nunca me agradan – confesaba Fellini:
Las fiestas
Las celebraciones
Las entrevistas
Las discusiones
Las mesas redondas
Las peticiones de autógrafos
Viajar
La montaña
Los barcos
La música de los restaurantes
Las radios que funcionan a todo volumen
El ballet
Los hongos
El queso gorgonzola
Las avestruces
Brecht
Woddy Allen
Los almuerzos oficiales
Los brindis
Los discursos
Las invitaciones a estrenos
Las taquígrafas
El té
Las citaciones judiciales
Los films juveniles
Los hombres machistas
Pirandello
Los paisajes hermosos
Los films politicos
Los films psicológicos
Los films históricos
Las ventanas sin cortinas ni colgaduras
El ketchup
Después, el psicoanalista, cotejando todas estas respuestas y mirando el rostro del director, sacó sus propias conclusiones.
(Imágenes.- 1- Fellini- Paola Agosti- 1992/ 2.- Fellini- Mary Ellen Mark / 3.- Federico Fellini)