Ahora Frederick Wiseman nos desvela en un documental las entrañas de la National Gallery. Pasan ante sus salas el museo de los caracteres, las miradas, la
formación, la ignorancia, el asombro, unos ojos que se acercan al espejo del arte, el museo de las vidas dispersas, cada una con su edad y su inquietud, detenidas o apresuradas ante marcos de cuadros, adentrándose en lienzos, indagando perfiles, captando colores. D´Ors, en sus «Tres horas en el museo del Prado«, señalaba, hablando del tiempo de observación,»que jamás he alcanzado a conocer
bien aquellas ciudades del mundo adonde llegué creyendo tener mucho tiempo por delante. En cambio, en ocasiones de breves excursiones de turista, ocho días pueden bastar para una ciudad entera, sus monumentos y sus curiosidades. Digo lo mismo de un Museo».
Uno de los críticos que más han tratado el tema del museo como fue Arthur C. Danto, titula uno de sus trabajos «Los museos y las multitudes sedientas» y aunque él se refiere a los museos americanos, las multitudes sedientas están por todo el mundo. Avanzan por las salas descubriendo, observando, algunos ojos
de estos museos de hombres y mujeres se quedan intrigados ante otros ojos que aparecen en un lienzo. Se acercan, se alejan, susurran un comentario, vuelven a
acercarse. Pasan del asombro a la contemplación. No recuerdan que gentes como ellos- proyectadas en el tiempo – han servido como modelos de pintores, los museos de las vidas guardan aún más riqueza que la vida de los museos.
(Imágenes.- 1.-Burt Glinn– 1964/ 2.-National Gallery- foto REX/ 3.-Marie Sechtlová– Schely- museo de la fotografía-Vosecek-limonous- lint/4.-Holbein-Los embajadores- Wikipedia/ 5.- Holbein-Cristina de Dinamarca- National Gallery/ 6.-Lina Bo Bardi/ 7.-National Gallery/ 8-Tim Walker– W Magacine)