LA COSTUMBRE DE LO OCULTO

«En cada casa debe haber por lo menos un espacio cerrado. La quintaesencia de las casas no está en su centro, en el espacio abierto a las miradas, sino en el fondo: debajo, arriba, en un lugar siempre difícil y poco frecuentado. Me gustan las covachas, los desvanes, las cambras, los sótanos e incluso los cuartos traseros; me gustan no para entrar como Pedro por su casa sino para saberlos desconocidos; en su existencia se cifra la salud de toda casa, son sus glándulas y su metabolismo.

Siempre he sospechado de esas gentes que se abren de puertas y se enseñan como si fueran guías de su propio museo: un alma fina, delicada, lo mismo que un destripador o un  alquimista, debe guardar algún secreto. Aún hoy que estoy en decadencia y vivo en un departamento, mantengo la costumbre de lo oculto. En la recámara del fondo, entre periódicos, fotografías, ropa usada, persevera el secreto. En esa habitación entro una o dos veces al año, abro la puerta y saco una caja de cartón o una corbata».

Antonio Deltoro

(Imágenes.-1.-The Lower India Room at Penrhyn Castle, Gwynedd, Wales 2.-Edward Lamson Henry)