tengo el alma llena,
de un cantar con gotas monótonas, tristes
de horror y vergüenza.
De un cantar que habla
de vicio y de anemia,
de sangre y de engaño, de miedo y de infamia
¡y siempre de penas!
De un cantar que dice
mentiras perversas…
De pálidas caras, de labios pintados
y de enormes orejas.
De un cantar gitano,
que dice las rejas
de los calabozos y las puñaladas,
y los ayes lúgubres de las malagueñas.
De un cantar veneno,
como flor de adelfa.
De un cantar de crimen
de vino y miseria,
obscuro y malsano…
cuyo son recuerda
esa horrible cosa que cruza de noche
las calles desiertas».
Manuel Machado.- «Nocturno madrileño»
(Imagen.-Madrid.-calle Mayor.-1954- 1956.-foto CAS oorthuys)

Manuel, a la sombra de su hermano ya en aquellos manuales de literatura con los que andábamos en el instituto. Pero llevaba igual que su hermano el acerbo del romancero español escrito en el alma.
Gracias por el poema, maestro José Julio.
Manuel Marcos
Manuel Marcos,
Antonio y Manuel, Manuel y Antonio, dos grandes poetas, cada uno a su ritmo, cada uno a su cadencia, cada uno con su sentido.
Saludos cordiales.
Es casi un tango castizo.
Feliz día, J.Julio
Amparo,
sí, un tango entre las callejuelas y la nocturnidad…
Saludos.