Como un batir de alas el preludio se transforma en un contemplativo Andante. Alban Berg, ante la muerte prematura de Manon Gropius Mahler, hija del arquitecto Walter Gropius y de Alma Mahler, le pidió permiso a Alma para dedicarle su Concierto «A la memoria de un Ángel». Manon murió a los dieciocho años, víctima de la poliomelitis. El «Concierto para violín«, de 1935, enlaza el «Andante» y el «Allegro», la pureza y la gracia en el carácter lírico, las melodías de una canción popular que acabarán en desgarradoras armonías del canto coral.
«Sólo la conocí durante seis meses – le escribía Carl Zuckmayer a Franz Werfel -, y la vi sólo unas cuantas veces, pero se ha ido de mi vida algo insustituible. El hecho mismo de que sólo pude conocerla durante su enfermedad y no antes, me produjo una impresión honda e inolvidable, y el pensamiento de que podría haber sido un privilegio para mí llevar un poco de alegría a su vida, me llena tanto de felicidad como de desconsuelo… No puedo ver plantas ni flores creciendo en esta primavera sin pensar en Manon, y mis pensamientos son siempre hacia ella…»
(Imágenes:1.- Manon Gropius Mahler.-albergkrip wordpress. com/ 2.-Manon Gropius Mahler.-webcitation. org)