JUGADORES DE CARTAS

«Se quedaba parado ante «Los jugadores de cartas«, atribuido a Le Nain.

-«Así me gustaría pintar a mí…», decía Cézanne.

Me llevaba con frecuencia ante ese cuadro en el que unos soldados de un cuerpo de guardia -uno viejo; otro muy joven y rubio, en postura afectada -están acabando una partida». Así lo cuenta Joachim Gasquet en «Cézanne. Lo que ví y lo que me dijo» (Gadir). » Durante toda su vida – añade – quería sentar en una alquería del Jas, bajo la campana de la chimenea común, en torno a una botella y en sillas rústicas, a unos rústicos jugadores de cartas. (…) Toda la humilde gloria del Jas, toda el alma virgiliana del pintor dialogan en esa pintura para siempre».

Cézannedice por su parte Henri Perruchot al relatar su «Vida»  (Hachette) -, no va a buscar lejos sus modelos: son en general los aldeanos de la granja del Jas, sobre todo uno de ellos, el jardinero Paulet, a quien llaman el tío Alexandre. Su paciencia para soportar, inmóviles y silenciosos, largas poses, colma al pintor. Cézanne ante ellos se anima, se hace expansivo y viviente». Elige al principio una tela de grandes proporciones, con cerca de dos metros de extensión. Pinta en ella cinco personajes: tres de ellos jugando, mientras que los otros dos miran. Pero pronto empieza de nuevo de otra forma. «Toma telas más pequeñas. Reduce el número de personajes, pasando a cuatro, luego a dos. Suprime lo que no es primordial. Se esfuerza en la línea, en el color, en la arquitectura del conjunto, hacia una sobriedad, hacia una sutileza que parecen, una vez adquiridas, divinamente fáciles, pero que jamás se obtienen sino al precio de laboriosas paciencias y de obstinados recomienzos».

Pero las cartas siguen su curso. También sigue su curso la suerte, igualmente la habilidad en las manos, la simulación, la provocación, el desdoblamiento de personalidad en el jugador, ése que finge una aparente seguridad , también el cálculo, el arrojo. Vuelan las múltiples combinaciones ante la mesa, se arrrojan astutamente los naipes y se vuelven a recoger con presteza entre muecas y guiños: todo eso lo estudió muy bien Roger Caillois en su «Teoría de los juegos« (Seix Barral).

El fotógrafo canadiense Jeff Wall ,  por su parte, que suele realizar fotografías manipuladas, creó esta escena en 2006, en «Cézanne y más allá» (Museo de Arte de Filadelfia) , como homenaje al francés. Quiso con ella demostrar que la influencia del gran artista ha perdurado durante más de un siglo, convirtiéndose – dijo – en «el maestro de todos nosotros«, como Matisse señaló.

Céanne absorto ante Le Nain.

Jeff Wall absorto ante Cézanne.

El juego continúa.

(Imágenes:- 1.-jugadores de cartas.-Le Nain/.-2.-jugadores de cartas.-Cézanne/ 3.-jugadores de cartas.-Jeff Wall.-«Cézanne y más allá».- TIME)