TODAS ESAS VENTANAS DE HOPPER

 

 

 

“Todas esas ventanas de Hopper parece que nos estuvieran llamando, que nos quisieran acercar a lo que aún no podemos tocar, no podemos abrazar, no podemos  disfrutar. Miramos aquello que un día conocimos con el tacto, la superficie de las cosas, el contorno de un rostro, el calor de una mano.

 

Todas esas ventanas de Hopper nos hacen esperar.  Son muros cristalinos, piedras transparentes, fronteras luminosas.  Reflejan cuanto está al otro lado, un mundo que recorrimos entre ruidos, devorados por las prisas, un mundo bullicioso y trepidante, lleno de abrazos enlazados , encuentros de los dedos con tesoros de objetos, palmadas en el ánimo de los hombros,  besos de despedida, besos de amor, besos de gratitud.

 

 

Todas esas ventanas de Hopper nos dicen que aún sigue  todo ahí. Que  miremos mientras tanto cómo pasa la cola del silencio y cómo dan la vuelta en el vacío  solitarios semáforos , y cómo vemos caminar a un perro conduciendo a un solo hombre, y cómo el día se escapa por las calles desiertas y cómo el escenario  está aún esperándonos.

Luego las ventanas de Hopper nos dicen que demos unos golpecitos en el cristal para que suene la esperanza y  entonces la ventana se abrirá y entrará  de pronto todo el flujo de  la vida  puesto que la vida sigue ahí.

José Julio Perlado

 

(Imágenes :  1 y 2 – Edward Hopper-múseum syindicate / 3 Hopper – colección privada/ 4- Hopper- 1956)

LA VENTANA

 

 

“La ventana,

geométricamente tallada

en agua y aire,

realidad interior y realidad exterior

mirándose como dos cuadros

que no cesan de anhelarse,

en invierno es la frontera

entre el clima del hombre

y el clima del mundo,

abierta en el verano es cómplice del viento,

llamea al sol, flexible

reluce de noche, inflexible

fuego graneado entre lo general y lo particular,

la ventana del enfermo como una fuente ascendente,

un rectángulo del espacio visto desde un pozo obscuro,

la ventana y su bosque helado

donde vagan ojos de niños,

las fuentes blancas de los helechos de los recuerdos familiares,

la escritura vacilante del vaho,

la ventana vacía y gastada

en la hora larga de la espera,

la esperanza falsa, de vidrios desiguales,

impía y sin imágenes,

membrana entre protección y prisión.”

Artur Lundkvist—“La ventana”

 

 

 

(Imágenes—1-art history museum/2-Sven Coronas)

DECORACIÓN DE VENTANAS

 

 

“Mis ventanas son detectives privados. Se abren con autoridad:

eligen dejar entrar o dejar fuera. Nada desanima su fervor.

Puedo tratarlas como un vacío, llenarlas con paisaje,

cubrirlas con cortinas, esconderme de ellas, cerrarlas, fijarlas con clavos.

Nada las desconcierta. Dejan entrar la luz del sol y

excluyen la noche: traen algo hasta ahora espontáneo

para influir en mi violenta inseguridad; jadean con lo que

dejan entrar, sin estar seguras de qué dejar fuera; mientras tanto

me podría ahorrar la molestia, mis indiferentes ventanas

espléndidamente me mantienen dentro, me aguardan hasta que termine.”

Dorothea Tanning – “Decoración de ventanas” – “Índice” -( traducción de Marta López Luaces)

(Imagen – Inge Morath – 1989)

EL OBSERVADOR EN LA VENTANA

 

paisajes-52qn-ventanas-andrew-wyeth-1947

 

En el prefacio a «Retrato de una dama», Henry James alude a esa mirada distinta del artista, una mirada que los otros no tienen, una mirada que él llama la del «observador en la ventana»: «él y sus vecinos – comenta el novelista inglés – están observando el mismo espectáculo, pero uno ve más allí donde otro ve menos, uno ve negro donde el otro ve blanco, uno ve lo grande donde otro ve lo pequeño, uno ve vulgaridad donde otro ve belleza (…)  El campo que se extiende, la escena humana, es la «elección del tema»; la abertura perforada, sea amplia o con balcones o sólo con una rendija o como una fisura, es «la forma literaria»; pero, estén juntas o separadas, no son nada sin la presencia apostada del observador, dicho en otras palabras, sin la conciencia del artista. Decidme que es el artista y os diré de qué ha sido consciente».

Es siempre el reino de la mirada, por donde todo comienza. De la mirada del observador en la ventana se despliega todo el abanico de posibilidades de crear, más aún, la observación atenta y contemplativa es ya creación. Cuando uno se aleja de la ventana y se acerca a la mesa de trabajo muchas veces la mitad de la creación está ya hecha.

(Imagen.-Andrew Wyeth– 1947)

VERANO 2014 (4) : AZORÍN

paisajes.-52qn.-ventanas.-Andrew Wyeth.-1947

 

«El mundo diverso y pintoresco de las ventanas; las ventanas humildes – escribe Azorín -; las ventanas a que se asoma una faz dolorosa; las ventanas que ven las angustias que hay dentro de un cuarto reducido, sin más que una cama y una silla. Desde la altiplanicie central de España, a seiscientos metros de altura, ver una ventana redonda. El círculo de esta ventana que lo llena todo; como un mar inmenso, este círculo que contemplamos; poco a poco, la altísima planicie en que nos hallamos se va acercando al mar; se pone, al fin, junto al mar. Desde la

 

interiores-nntu-mar- Edward Hopper- mil novecientos cincuenta y uno

 

 

inmensa altura, mirar  perpendicularmente, allá abajo, como si tendidos en la tierra asomáramos la cabeza; como tendidos en un tejado asomamos la cabeza; ver allá en lo hondo el plano de la cubierta de un barco. La extensión azul del mar. La breve extensión del barco. Iguales que insectos minúsculos los hombres que van y vienen por el buque. La visualidad que cambia de pronto; el anchísimo círculo, que veíamos antes, ha ido poco a poco reduciéndose; se estrecha y aparece minúsculo en una pared lisa; una pared que es de madera; la mitad, pintada de gris; por debajo, una banda verde (…)

 

mar.-rrttbhh.-Odilon Redon.-el  barco misterioso.-1892.- colección privada

 

Lo gris de la banda del barco y lo verde de la línea de flotación. El mar inmenso. El agujerito del camarote; ventanita marina (…) El mar verde, en esta  proximidad de la portilla; casi inmóvil; con un movimiento de ligerísima ondulación;  la goleta que se balancea a lo largo de tres o cuatro minutos (…) Lo verde del mar, que es azul mas lejos, azul con largas calles o anchos caminos blancos; calles y caminos que se van trasladando lentamente de un punto a otro. Y mas allá de lo azul, la linea indefinida del horizonte.»

Azorín.» Pueblo»

 

mar-nnvvt-playa-James Abbott McNeill Whistler- mil ochocientos sesenta y cinco

 

(Imágenes.-1.-Andrew  Wyeth- 1947/ 2.-Edward Hopper- 1951/3.- Odilon Redon– 1892- colección privada/  4.-James Abbott McNeill Whistler– 1865)