UNA SONRISA EN UN BLOG (11) : COMO INSTALAR EN CASA UN ELECTRODOMÉSTICO


“Para poder instalar el PZ40 — aconseja Umberto Eco — es necesario desembalarlo extrayéndolo de la caja de cartón. Se puede extraer el PZ40 de la caja solo después de haber abierto la misma. El paquete se abre levantando en direcciones opuestas las dos lengüetas de la tapa ( véase dibujo en el interior). Se recomienda, durante la operación de apertura, mantener la caja vertical con la tapa hacia arriba porque, en caso contrario, el PZ40 podría caer al suelo durante la operación. La parte alta es aquella en la que aparece el letrero ARRIBA. En caso de que la tapa no se abra al primer intento, se aconseja probar una segunda vez. Una vez abierto y antes de quitar la cobertura de aluminio, se aconseja arrancar la lengüeta roja, si no, el embalaje explota. ATENCIÓN después  de la extracción del PZ40 podéis desechar la caja.”

(Imagen — Name June Paik)

¿HA LEÍDO USTED TODOS ESTOS LIBROS?

 

“El visitante entra y dice : “¡ Cuántos libros!  ¿Los ha leído todos?”. Al principio — dice Umberto Eco en “”Cómo viajar con un salmón” —, creía que la frase revelaba sólo a personas poco familiarizadas con los libros, acostumbradas a ver solo estanterías de tres al cuarto con cinco novelas policiacas y una enciclopedia infantil en fascículos. Pero la experiencia me ha enseñado que la frase la pronuncian incluso personas insospechables. Se puede decir que se trata, con todo, de personas que tienen una noción de la estantería como depósito de libros y no de la biblioteca como instrumento de trabajo, pero no basta. Creo que, ante muchos libros, cualquiera cae presa de la angustia del conocimiento, y fatalmente se desliza hacia la pregunta que expresa su tormento y sus remordimientos.

(…) A la pregunta sobre los libros hay que responder mientras la mandíbula se te crispa y ríos de sudor frío te bajan por la columna vertebral. Yo, antaño, había adoptado la respuesta despectiva: “No he leído ninguno; si no, ¿por qué los tendría aquí?”. Pero es una respuesta peligrosa porque desencadena la reacción obvia: “¿ Y dónde pone los que ha leído?”. Es mejor la respuesta estándar de Roberto Leydi: “Muchos más, señor, muchos más”, que deja helado al adversario y le hace caer en un estado de estupefacta veneración. Pero la encuentro desalmada y causa ansiedad. Ahora me he replegado hacia la afirmación: “No, estos son los que  tengo que leer para el mes que viene, los demás los tengo en la universidad”,  respuesta que, por una parte sugiere una sublime estrategia y, por la otra, induce al visitante a anticipar el momento de la despedida”.

 

(Imágenes— 1- foto André Kerstesz/ 2-biblioteca de Guillaume Apollinaire)

SOBRE LOS ESPEJOS

 

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El espejo en la tradición japonesa aparece relacionado con la revelación de la verdad y también con la pureza, como recuerda Jean Chevalier en su «Diccionario de los símbolos«. Pero el espejo siempre será en todas las literaturas y las artes motivo de  profunda fascinación. Ahora se publica una Antología sobre el tema, «A través del espejo» (Atalanta), y la voz de Chevalier y también la de Cirlot nos lanzan a la profundidad de las interpretaciones. ¿Qué refleja el espejo?, se han preguntado algunos poetas. La verdad, la sinceridad, el contenido del corazón y de la conciencia, cada uno de ellos se ha ido contestando. Se ha escrito sobre los espejos mágicos, sobre el espejo como instrumento de Iluminación, sobre el espejo como símbolo solar. Por otro lado, el espejo proporciona a la realidad una imagen invertida. Símbolo lunar y femenino, el espejo en China, anota Chevalier, es el emblema de la reina. Y por otro lado es el signo de la armonía. Un espejo roto significa la separación. Igualmente el espejo octogonal  en China, es el intermediario entre el espejo redondo ( lo celeste) y el espejo cuadrado ( lo terrestre).

 

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El espejo mágico se corresponde a una de las más antiguas formas de adivinación. Se dice que venía de Persia, y Pitágoras, según una leyenda, poseía un espejo mágico que él presentaba a la faz de la luna para adivinar el porvenir.  El espejo mágico permitía leer el pasado, el presente y el futuro. Bajo otros aspectos muy diversos, el espejo ha sido un tema privilegiado en la filosofía. A veces el espejo ha causado terror porque muestra el conocimiento del yo. Recuerda Cirlot que el espejo es símbolo mágico de la memoria inconsciente y en concreto los espejos de mano son emblemas de la verdad. El espejo, sigue diciendo, sirve para suscitar apariciones, devolviendo las imágenes que aceptara en el pasado o también para anular distancias reflejando lo que un día estuvo frente a él y ahora se halla en la lejanía.

 

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Se ha relacionado también el espejo con el pensamiento, en cuanto éste – así lo han afirmado varios filósofos – es el órgano de autocontemplación y reflejo del universo. Y si nos acercamos a numerosos escritores de todos los tiempos el espejo se pasea, a veces obsesivamente, por sus páginas.  Ensayos de Umberto Eco sobre el espejo y el signo o capítulos de Alberto Manguel, entre otros, están dedicados a los espejos. Confesaba Borges en una  entrevista que en su niñez no quería estar solo en su habitación porque tenía horror de los espejos. Se sentía inquieto ante el espejo donde su cuerpo estaba triplicado. Volvió a mencionar esta obsesión alrededor de 1977: «Realmente es terrible  –dijo -que haya espejos. Creo que Poe lo sintió también… nos hemos acostumbrado a los espejos, pero hay algo de terrible en esa duplicación visual de la realidad».

 

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(Imágenes- 1-Robert Campin/ 2.- prosperie- 2013/ 3.-John Singer Sargent – 1858/ 4.-masahisa fucase- ipnagogicosentire)

LISTAS DE UMBERTO ECO

 

Eco-onnj- Wikipedia

 

«Mira en torno astrolabios y almanaques,

trampas y limas sordas y ganzúas,

jaulas. bolsas y capas, casquillos, fardos,

laberintos, arquipéndolas, niveles,

dados y cartas,

bolas, tabas y escaques,

sonajeros, poleas y barrenas,

aspas, devanaderas, vertellos y relojes,

botellas y alambiques, fuelles y crisoles,

mira llenos de viento odre y vejiga

y de hinchado jabón túrgidas pompas,

torres de humo, pámpanos de ortigas,

flores de calabaza y verdigualdas plumas,

araña, escarabajo, grillos y hormigas,

mariposa, luciérnaga, abejas y mosquitos,

ratas, gatos, gusanos y otros tales

extravagantes ingenios y animales;

todo esto que ves y otros extraños

fantasmas y aun  prodigiosa hilera

caprichos son del gran ingenio humano,

fantasías, arrebatos y quimeras.

Hay molinos, peonzas, móviles y vanas

perinolas, árganas y ruedas de mil clases;

diversas formas hay, de pájaros o peces,

como diversas son humanas mentes».

enumera Giambattista Marino (siglo XVll)

 

Eco- nhy- Universitá Reggio Calabria- wikipedia

 

monjes, abadías, asesinatos, claustros, máscaras, corredores, laberintos, bibliotecas, crónicas medievales, envenenamientos, bosques narrativos, lenguajes, protocolos, espejos, péndulos, seriales, signos, peces, botones, ciencia-ficción, símbolos, imágenes, listas de fealdad, listas de belleza, museos, poéticas, ciclos, epifanías, métodos, materias, vanguardias, Dante, cine, objetos, falsificaciones, obras abiertas, estímulos, estilo, aforismos, influencias, textos, interpretaciones, Borges, lectores, periodismo, diarios mínimos, Edad Media, sueños, lenguajes del rostro, Pirandello, fábulas, ironías y tantos miles de temas tratados por Umberto Eco.

Escribió para todos y sobre casi todo. «Hay una sola cosa que uno escribe para uno mismo – decía -, y es la lista de la compra. Sirve para recordarte qué debes comprar, y cuando lo has comprado puedes destruirla porque no le sirve a nadie más. Todo lo demás que escribes lo escribes para decirle algo a alguien».

(pequeño recuerdo de Umberto Eco en el día de su muerte)

(Descanse en paz)

 

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(Imágenes.- 1 y 2.- Umberto Eco- wikipedia/ 3.-Umberto Eco- diariodelectura com)

EL VÉRTIGO DE LAS LISTAS

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Tomando el título de Umberto Eco las gentes que van y vienen estos días por las calles llevan consigo – plegados y ocultos en la bodega  de los bolsos femeninos o simplemente anotados en el resplandor de los móviles – ideas, apuntes, sugerencias, posibilidades, propuestas, invenciones y pequeños escritos diversos y múltiples que van acumulando el llamado vértigo de las listas de compras, porque todas las tiendas, y entradas y salidas y escaparates y dependientas esperan ya desde hace días ese despliegue de los innumerables papelitos rojos o azules, desdoblados entre cálculos e imaginación, tachados, añadidos, reelaborados, suprimidos hasta alcanzar – o intentar alcanzar – el secreto del mejor regalo.

 

moda.-treeb.-mujer.-Hussein Chalayan

 

Las listas de compras han existido siempre. En la Biblioteca Británica se conserva, por ejemplo, la lista de compras de dos monjes tibetanos del siglo X, en viaje a la ruta de la Seda para adquirir cosas para su monasterio y allí puede leerse: «comprar un abrigo de seda, un par de pantalones de tela, manta gruesa y amplia, un cinturón negro de piel, una manta blanca grande, un abrigo de color humo de lana gruesa, una piel de lobo para mantas, cuatro paños de lana, un zapato de piel amarillo-blanco, una seda dorada, una gran cubierta de tierra roja, una segunda cubierta grande de tierra oscura, una piel para libro, una copa de plata, una copa hecha de madera, un bolso lleno de perfume, un bolso de piel de camello, una cuchara de fieltro, tres cuerdas, trapos de lavar y nueve telas rojas».

Eso lo escribe el reverendo Ratnavrksa y Praketu y el testigo de ello es Kvam Aksara; está firmada la lista en el año del Mono, día 20 de Cvataja– China, siglo X.

 

objetos-unnn-Margaret Preston- mil novecientos veintisiete

 

Sin llegar al vértigo, listas de cosas – si no compradas sí cambiadas y mezcladas con otras -, las va acumulando Tom Sawyer tras todos sus cambalaches y negocios, y el resumen que consigue reunir son doce canicas, un trozo de vidrio azul que servía de lente, un carrete, una llave, una tiza, un tapón de cristal, un soldado de plomo, un picaporte, un collar de perro, el mango de un  cuchillo y una falleba rota. Todo ello podría unirse a través del tiempo a las numerosas listas de objetos hallados en una obra de Joyce, en lo profundo de unos cajones: un cuaderno de caligrafía, tres grandes botones, una caja que contenía el resto de plumillas, un viejo reloj de arena que se volcaba conteniendo arena, un broche de camafeo, algunas monedas astrohúngaras variadas y una lente de aumento de baja potencia. Y ello a su vez podría añadirse a lo que acumula y extiende sobre su mesa de trabajo el francés Georges Perec: una caja de cartón que contiene pequeñas fichas multicolores, un portalápices de vidrio, un despertador, una espiral de acero donde se pueden deslizar las cartas en espera, una gran almohadilla y un mango de puñal de piedra tallada.

Varias de estas cosas no sirven ya para nada. Se han transformado en recuerdos que ocupan un espacio. Y hasta que se vacíe ese espacio y en una mudanza o en una limpieza se vuelquen cajones y se purifique de algún modo esa gran mesa los recuerdos evocarán quizá – si se les observa con detenimiento – el instante y el día en que se compraron, aquella larga calle iluminada y extendida en el vértigo, un vértigo de listas de compras, afanes y pasos innumerables dados por las calles, cálculos y pensamientos en búsqueda de la ilusión.

 

moda.-3712ww.-por Phillippe Pottier.-1944.-Biblioteca Nacional de FRancia

 

(Imágenes.- 1.-passion- change-everyhing/ 2.-Hussein Chalayan/ 3.-Margaret Preston– 1927/ 4.-Philippe Pottier. 1944- Biblioteca Nacional de Francia)

 

LA NOCHE DE LOS MUSEOS

pinturas-nnhuu-museos- Giacomo Favretto- mil ochocientos setenta y cinco

 

» La verdad – decía Alan Bennet hablando de los museos -es que la gente viene aquí por las razones más dispares: para relajarse un poco, o para resguardarse de la lluvia, o para mirar los cuadros, o tal vez para mirar a las personas que miran los cuadros. Es de esperar, e incluso hay que confiar en que estas obras consigan de algún modo emocionar los y que, al salir, se lleven consigo algo inesperado e imprevisible».

 

13.17

 

Paul Valèry quiso exponer su visión negativa sobre los museos : «los museos no me gustan demasiado. Las ideas de clasificación, conservación y utilidad pública, ideas justas y claras, tienen poca relación con las delicias (…) Me encuentro en medio de un tumulto de criaturas congeladas, cada una de las cuales exige, sin conseguirlo, la inexistencia de todas las demás (…) Ante mí se desarrolla en el silencio un extraño desorden organizado. Me asalta un horror sagrado. Mi paso se hace religioso. Mi voz cambia, se vuelve un poco más alta que en la iglesia, pero menos fuerte de lo que sería normal. Pronto ya no sé qué he venido a hacer en estas soledades enceradas, que evocan el templo y el salón, el cementerio y la escuela (…) ¡Qué fatiga, me digo, qué barbarie! Todo esto es inhumano. No es puro. Esta proximidad de maravillas independientes y enemigas, tanto más enemigas cuanto más semejantes son, resulta paradójica (…) El oído no aguantaría a diez orquestas tocando juntas. El espíritu no puede seguir una multiplicidad de operaciones distintas, no existen razonamientos simultáneos. Pero he aquí que el ojo (…) , en el instante en que percibe, se encuentra obligado a admitir un retrato y una marina, una cocina y un triunfo, personajes en los estados y posiciones… más diversos, y no sólo esto, sino que debe acoger en su mirada armonías y modos de pintar incomparables (…) obras que se devoran unas a otras (…)»

Umberto Eco comenta que Valéry quizá debía estar ese día de mal humor. Lo cierto es que, como en tantas cosas de la vida, hay opiniones para todos los gustos. Todas hay que respetarlas.

 

 

pintores-nggu-museos- Daumier- mil ochocientos setenta y nueve

 

Personalmente, tuve la fortuna hace años de vivir en directo y de modo solitario , «la noche de los museos». Tras pedir los correspondientes y difíciles permisos al Prado – y para documentarme para una novela – me permitieron entrar a las once de la noche para irme deteniendo y tomando apuntes sobre las pinturas negras de Goya. Me acompañaba un solo vigilante y aquella sala la dejaron iluminada.

Fue una hora nocturna con Goya que nunca olvidaré.

(Imágenes.-1-Giacomo Favretto- 1875/ 2.-William Trust Richards- 1884/ 3.-Daumier)

VIEJOS PERIÓDICOS Y PERIODISMO FUTURO

 

periódicos-yhuh-Vladimir Malagis-mil novecientos treinta y tres

 

«La crisis del periodismo en el mundo- copio de la última entrevista a Umberto Eco en «El País Semanal» -empezó en los cincuenta y sesenta, justo cuando llegó la televisión. Hasta entonces el periódico te contaba lo que pasaba la tarde anterior, por eso muchos se llamaban diarios de la tarde: Corriere della Sera, Le Soir, La Tarde, Evening Standard…Desde la invención de la televisión, el periódico te dice por la mañana lo que tú ya sabías. Y ahora pasa igual. ¿Qué debe hacer un diario? Tiene que convertirse en semanal. Porque un semanal tiene tiempo, son siete días para construir sus reportajes. Si lees Time o Newsweek ves que varias personas han contribuido a una historia concreta, que han trabajado en ella semanas o meses, mientras que en un diario todo se hace de la noche a la mañana. Un periódico que en 1944 tenía 4 páginas hoy tiene 64, con lo cual tiene que rellenar obsesivamente con noticias repetidas, cae en el cotilleo, no puede evitarlo… La crisis del periodismo, entonces, ha empezado hace casi cincuenta años y es un problema muy grave e importante.

 

periódicos.-48ju.-Sylvia Plachy.-Budapest 1972

 

(…) Yo no consigo tomarme mi café de la mañana si no hojeo el diario; pero es un ritual casi afectivo y religioso, porque lo hojeo mirando a los titulares, y por ellos me doy cuenta de que casi todo lo había sabido la noche anterior. Como mucho, me leo un editorial o un artículo de opinión. Esta es la crisis del periodismo contemporáneo. ¡Y de aquí no se sale!

 

periódicos.-96gfg.-Lisette Model

 

El periodismo podría tener otra función. Estoy pensando en uno que haga una crítica cotidiana de Internet, y es algo que ocurre poquísimo. Un periodismo que me diga: «Mira qué hay en Internet, mira qué cosas falsas se están diciendo, reacciona ante ello, yo te lo muestro«. Y eso se puede hacer tranquilamente. Sin embargo, se piensa aún que el diario está hecho para que lo lean unos señores viejos- ya que los jóvenes no leen – que además no usan Internet. Habría que hacer, pues, un periódico que se convierta no solo en la crítica de la realidad cotidiana, sino también en la crítica de la realidad virtual. Este es un posible futuro para un buen periodismo.

 

periódicos- bbvvr-gentes- Ernst Haas

 

(…) Después de todo lo que he dicho de malo sobre el periodismo, la existencia de la prensa es todavía una garantía de democracia, de libertad, porque precisamente la pluralidad de los diarios ejerce una función de control. Pero para no morir el periódico tiene que saber cambiar y adaptarse. No puede limitarse solamente a hablar del mundo, puesto que de ello ya habla la televisión. Ya lo he dicho: tiene que opinar mucho más del mundo virtual. Un periódico que sepa analizar y criticar lo que aparece en Internet hoy tendría una función, y a lo mejor incluso un chico o una chica jóvenes lo leerían para entender si lo que encuentra online es verdadero o falso. En cambio, creo que el diario funciona todavía como si la Red no existiera. Si miras el periódico de hoy, como mucho encontrarás una o dos noticias que hablan de la Red. ¡Es como si los rotativos no se ocuparan nunca de su mayor adversario!».

 

http://jorgetate.tumblr.com/post/78194478968

 

(Imágenes.- 1.-Vladimir Malagis-1933/ 2.-Sylvia Plachy– Budapest- 1972/ 3.-Lisette Model/ 4.-Ernst Haas/ 5.-  Jacek Malczewski)

 

LA MUJER Y LA BELLEZA

 

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«Crisipoafirma Claudio Galeno en el siglo lll – afirma que la belleza no reside en cada uno de los elementos, sino en la armoniosa proporción de las partes, en la

 

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proporción de un dedo respecto al otro, de todos los dedos respecto al resto de la mano, del resto de la mano respecto a la muñeca, de esta respecto al antebrazo,

 

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del antebrazo respecto a todo el brazo, es decir, de todas las partes respecto a todas las otras, como está escrito en el canon de Policleto

 

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El Atlas de la Belleza de la fotógrafa de Rumania Mihaela Noroc ha ido buscando por el mundo rostros femeninos de belleza, los ha retenido en sus imagenes.

 

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«El encanto – decía André Roussin – es muy distinto a la belleza. Una persona puede ser encantadora sin ser bella. El encanto supone inteligencia. La belleza se

 

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impone exteriormente, el encanto es una cosa interior. La belleza provoca la admiración inmediata, el encanto es más sutil, más reflexivo. Es precisamente el encanto ( y no la belleza) el que hace surgir el amor».

 

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(Imágenes.- fotografías del «Atlas de la Belleza», de Mihaela Noroc.)

 

INNUMERABLES JARDINES

 

jardines.- 6yhyu.- flores.- Theodore Earl Butler

 

Londres tiene casi cuatro millones de jardines. Inglaterra es un jardín, escribía Kipling –  así lo recuerda Ignacio Peyró en «Pompa y circunstancia» (Fórcola), el Diccionario sentimental de la cultura inglesa -. «La comparación del jardín inglés con la jardinería francesa sigue siendo un lugar común. Frente a la domesticación absoluta de la naturaleza por parte de los franceses, los ingleses preferirán su recreación. Frente a la simetría, la línea y la perspectiva, amarán la irregularidad, la curva y el marco. Frente al grand projet y el orden supremo, el apego a una belleza aparentemente casual, accidental, sobrevenida, natural, con su punto de «magnífico descuido», como decía la jardinera Vita Sackville-West. Así, mejor el culebreo de un arroyo que un canal rectlineo, mejor un boscaje de robles que una sucesión de setos recortados».

 

jardines.- 44rtty.- Spencer Gore .-inglés 1909.- 1878-1914

 

Es la «creación artificiosa del desdén»- no menos costosa, por cierto, que las grandes allées a la francesa, ni menos cercana a la mano del hombre». Peyró pasea sobre la piel de la Historia acompañado de célebres autores que glosaron de mil modos los jardines. George Orwell, por ejemplo, afirmaba que una de las cosas que más sorprendía al recién llegado al país era el amor tan ubicuo por las flores; Francis Bacon veía en el jardín el más puro de los placeres de los hombres y el doctor Johnson lo juzgaba como el entretenimiento de la razón».

 

 

jardines-uybb-dormir- Felice Casorati- mil novecientos trece

 

 

Umberto Eco en su «Historia de la Belleza»  recuerda que el jardín inglés “no crea de nuevo, sino que refleja la belleza de la naturaleza, no encanta en exceso, sino con la composición armoniosa de los escenarios”. Numerosas opiniones en torno a jardines y diversas visiones ante jardines  innumerables. Cuando en Francia Octave Mirbeau se acerca al otoño que rodea a la casa de Monet en su retiro de Giverny describe cómo «las anémonas del Japón, con actitudes litúrgicas, balancean sus corolas esbeltas y blancas igual que cofias; los flox sonríen, cándidos corimbos, con la multitud de sus ojillos ingenuos;

 

jardines.-67ddc.-Pierre Auguste Renoir

 

 

los gladiolos rezagados despliegan sus suntuosos cálices y tienden sus cuellos liliáceos hacia el vuelo enamorado de las abejas. Y, en el aire lleno de todos estos reflejos, de todos estos estremecimientos, de todos estos pólenes, los vertiginosos girasoles hacen girar sus discos amarillos, llamean y rutilan, y las altas matas de los harpalium vierten el oro continuo de su inagotable floración».

 

Z 115

 

(Imágenes.-1-Theodore Carl Butler/ 2.-Spencer Gore- 1914/ 3.-Felice Casorati- 1913/4- Pierre Auguste Renoir/ 5-Wilhelm Kühling)

LA AVENTURA DE OÍR

libros-bnnu-lectura- Montserrat Gudiol

 

«Para el niño pequeño – escribió Ana Pelegrín en “La aventura de oír” -, la palabra oída ejerce una gran fascinación. La palabra y su tonalidad, su ritmo, los trazos afectivos que teje la voz cuando es temperatura emocional, calma, consuelo, ternura, sensorialidad latente”. Las modulaciones de voz, el tono persuasivo en el narrador, el agudo y tembloroso de un personaje, el agudo y tímido de otro, el tono medio, grave,  de un tercero, todo eso nos va introduciendo en el secreto de una historia cuyo misterio se abre gracias a la lectura en voz alta. Pero no solamente el niño recibe ese secreto. Recuerda Umberto Eco en el prólogo a “Mi Dante” de Roberto Benigni – el episodio-espectáculo que duro  trece días seguidos en la Plaza de Santa Croce, en Florencia, donde cinco mil personas escucharon recitar versos de la  “Divina Comedia” – que en el siglo XlX, cuando hacían furor “Los misterios de Paris» de Sue o “El conde de Montecristo” de Dumas, la mayoría de los apasionados del género no sabía leer, y se reunian al caer la tarde en el patio o en la calle para escuchar al intelectual de turno, al portero o a algún comerciante que sabía contar cuentos, tal y como ahora uno se sienta delante de la televisión a escuchar a Benigni. En diversas publicaciones de prestigio se ha alabado el “saber decir» del actor italiano recitando a Dante. “Fue como escuchar una música sublime”, señalaba “Sunday Telegraph”; “Su entusiasmo es adictivo, incluso contagioso – decia otra revista – cada frase, cada palabra traducida es una invitacion al desafío de aprender”.

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En “La Historia de la lectura” – el volumen dirigido por Giuglielmo Cavallo y Roger Chartier -, al hablar de la Grecia clásica, se recuerda que lo escrito estaba incompleto sin la voz, es decir, que lo que se había redactado debía ser apropiado después por una voz con el fin de realizarse plenamente. El escritor contaba con la llegada de un lector dispuesto a poner su voz al servicio de lo escrito con miras a distribuir su contenido a los transeúntes, a los “oyentes” del texto. «Contaba con un lector que seguiría el paso obligado de la letra. Leer era, pues, poner su propia voz a disposición de lo escrito (en último término, del escritor) La voz del lector se sometía, se unía a lo escrito. Ser leído era, por ende, ejercer un poder sobre el cuerpo del lector, aun a gran distancia en el espacio y el tiempo. El escritor que lograba hacerse leer actuaba sobre el aparato vocal del otro, del que se servía, aún después de su muerte, como instrumento vocal, es decir, como alguien a su servicio, como de un esclavo».

 

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Es muy interesante ese sentido del “aun después de su muerte”. Después de la muerte de Quevedo, de Góngora, de Cervantes, después de la muerte de Herman Melville o de León Tolstoi, por poner algunos  ejemplos, la voz de quien lleva la lectura en voz alta arrastra los sentimientos íntimos  de esos autores, los eleva en el aire, los conduce gracias a la expresividad, los precipita o los retrasa según las velocidades del ritmo de lectura, y  he aquí que el oído que escucha va inflamando enseguida a la mente, despierta aún más a los sentidos, y uno, a través de la lectura en voz alta, entra emocionado por los pasillos de los sueños de Quevedo o por las galerías deslumbrantes de los bailes de Tolstoi en “Guerra y Paz”, Después de la muerte de muchos escritores, éstos se hacen, pues, muy «vivos» en sus obras gracias a la voz. Celebres escritores se han formado en su infancia en el cauce de la lectura en voz alta. El escritor hindú V.S. Naipul cuenta cómo su padre le leía párrafos de «Oliver Twist” o los cuentos de  Charles Lamb, pero también cómo en el colegio el profesor Worm se sentaba “y  nosotros–dice – nos colocábamos a su alrededor, de pie, intentando guardar silencio. Él miraba el libro de  Collins Classics que, curiosamente, entre sus gruesas manos parecía un libro de oraciones, y nos leía a Julio Verne como si rezara”.

 

libros-ewrt-Jean Baptiste Huynh

 

Tal es el dominio de la voz, el encantamiento de la pronunciación, los frutos de una recitación en prosa o en verso. No todos los escritores afamados han sabido leer bien sus propios textos. En el Museo de la Voz, por ejemplo, puede escucharse a famosos autores españoles incapaces de leer bien lo que escribieron de modo admirable y en cambio oímos, profunda y melódica, la voz de Baroja acunándonos con su cántico al viejo acordeón. Pero no tienen por qué ser los escritores quienes siempre se lean a sí mismos. Hay recitales sorprendentes de autores y tambien hay intervenciones de lectores exquisitos. La voz en la lectura en voz alta es como un tapiz de las mil y una noches de la literatura que tomara impulso sobre la memoria, sobrevolara los tejados de la imaginación, evolucionara por encima de los oídos, de las mentes y de las conciencias. Es la voz la que despierta a los textos, las voces de los diálogos , los ahogos de las exclamaciones, la curiosidad abriendo interrogaciones, el manso pasear de la prosa sobre el silencio. Es la voz la que hace sonora a la palabra escrita, palabra nacida en el secreto de la creación y resucitada gracias a la voz.

José Julio Perlado

(Este texto ha sido publicado en el blog trapezidetana.com de Tana Sanz. Tana Sanz me pidió esta colaboración y con mucho gusto se la he remitido. Tana Sanz junto a Isabele Méndez llevan adelante un proyecto para fomentar la lectura en voz alta, proyecto al que le deseo un futuro excelente)

 

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(Imágenes.-1.-Montserrat Gudiol/ 2.-Yun Yee Kim/ 3.- Su Blackwell- / 4.-Jean Baptiste Huynh/ 5.-Su Blackwell)

 

 

«EL PROCESO CREADOR»

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Hablar de un nuevo libro – que hace el número nueve entre los publicados – es siempre una alegría.

Aparece estos días «El proceso creador» (Netbiblo), que intenta ser una reflexión sobre el misterio de la creación artística. Voy recorriendo en él brevemente las cinco etapas y retos que todo escritor debe superar en su quehacer. Indago – en la medida en que eso es posible – en las preguntas esenciales del por qué se escribe y qué puede hacer uno para desbloquearse. Procuro adentrarme en el instante en que nace el germen de una idea, y en el plano material  desciendo a cómo deben usarse – a mi parecer – los cuadernos de notas y de qué forma se han de emplear los sentidos para la escritura. También en estas páginas intento abordar las dificultades que pueden encontrarse para hallar la “voz” en cada relato e igualmente y sobre todo cuánta inspiración y disciplina deben unirse a la vez en el trabajo de un escritor, así como en qué momento debe corregirse un texto, a qué se llama “la escritura de la autenticidad” y cuál es la utilidad de la belleza.

escribir-rfttn-Leopoldo Maler

Son, como digo, páginas sobre la creación, no sólo literaria sino también pictórica y musical – la creación en Mozart, en Beethoven, en Schubert, por ejemplo; la creación en Picasso o en Juan Ramón Jiménez – anotando, ya en el caso de la literatura, opiniones muy diversas que van desde Umberto EcoPatricia Highsmith, desde Clarice Lispector a Virginia Woolf  o a Zadie Smith, desde Orhan Pamuk a Stefan Zweig, o desde Flannery O`Connor a David Foster Wallace por citar a algunos de los que aquí aparecen.

Se unen en este libro reflexiones generales y testimonios concretos, respuestas y preguntas que todo creador suele hacerse.

Sobre todo hablar de un nuevo libro es siempre – al menos para el autor – una gran alegría.

libros-biurt-escribir.-ilustración de vonMonkey

(Imágenes:- 1.-portada de «El proceso creador»/ 2.- Lepoldo Maler.-Hommage.-La Colección Hess.-Mount Veeder- California- EEUU/ 3.-ilustración de vonMonkey)

RECITAR A DANTE

escritores.-997.-Giovanni di Paolo.- Dante Alighieri

«Yendo Dante a sus asuntos por Porta San Pietrocuenta Franco Sacchetti -, ve – y aún peor, oye – a un herrero que mientras batía el hierro en el yunque, cantaba a Dante como se canta un cantar, y desbarataba sus versos, cortando aquí y pegando allá; pareció a Dante que se le hacía así gran ofensa. Sin decir nada, se acerca a la fragua del herrero, donde éste tenía los hierros para su mester; agarra Dante el martillo y lo tira a la calle, agarra las tenazas y las tira a la calle, agarra unas pesas y las tira a la calle, y así fue tirando muchas herramientas. El herrero, revolviéndose furioso, le dice:

– ¿Qué diablos hacéis? ¿ Os habéis vuelto loco?

Dice Dante:

– ¿Y tú qué haces?

– Yo hago mi mester – dice el herrero – y vos me estropeáis las herramientas, tirándolas a la calle.

– Si no quieres que estropee tus cosas, no estropees tú las mías.

Dijo el herrero:

– ¿Qué os estropeo yo?

Dijo Dante:

– Tú cantas el libro y no lo dices como yo lo hice; yo no tengo otro oficio y tú me lo estropeas.

El herrero soberbio, no sabiendo qué responder, recoge sus cosas y vuelve a su trabajo; y cuando quiso cantar, cantó de Tristán y Lanzarote y dejó en paz a Dante

Dante.-rrvgg,..-Sandro Boticelli.-wikipedia

Evoca esto Umberto Eco en su prólogo a «Mi Dante», de Roberto Benigni (Confluencias), en donde el actor y director italiano ofrece su personal «Lectura de la Divina Comedia» desplegando todas sus habilidades interpretativas que le han llevado a reunir multitudes como, por ejemplo, en la plaza Santa Croce de Florencia, donde su espectáculo TuttoDante congregó en 2007 a más de setenta mil espectadores para escuchar – en la voz y con los gestos de Benigni – trece cantos de Dante, uno por noche, como una única gran narración.

Benigni recita a Dante recuerda Eco – con acento toscano, es decir, hace exactamente lo que hacían los contemporáneos de Dante y que Dante quería que hiciesen, si lo hubieran hecho de manera correcta.

Dante, hacia 1316, en una famosa carta al representante imperial Can Grande della Scala, argumentaba – y así lo recoge Alberto Manguel en «Una historia de la lectura» -que un texto tiene al menos dos lecturas «porque sacamos un significado de la letra, y otro de lo que la letra significa: al primero se le llama literal, y al otro, en cambio, alegórico.» Y Dante añade a continuación que el sentido alegórico comprende otras tres lecturas. Y todas esas variedades de lecturas, agrega Manguel, son posibles. Como es posible que esas lecturas se expandan en el aire, la voz las impulse en el espacio y del espacio y a través de la emoción y como si las palabras resonaran, convoquen aplausos de oyentes-espectadores.

BRONZINO.-BB.-caveza de Dante.-1532

Es la divulgación del genio ante las muchedumbres. Así, como señala Harold Bloom hablando de quienes han canonizado a DanteChaucer, Shelley, Yeats, Pound, Eliot, Borges y tantos más -, el íntimo sentido de la poesía inundará las calles, y muchos escucharán:

«Tan pronto como hirió a la vista mía

la alta virtud que ya me había herido

cuando estaba en mi infancia todavía,

los ojos a la izquierda he dirigido,

cual niño que a su madre corre y clama

si tiene miedo o hállase afligido,

por decir a Virgilio: «Ante esta dama,

cada dracma de sangre me ha temblado:

conozco el fuego de la antigua llama»;

pero Virgilio habíanos privado

de sí mismo, Virgilio, el padre amante,

Virgilio, a quien me había yo entregado;

todo cuanto perdió no fue bastante

la antigua madre, porque no mojada

fuera mi seca faz, ya sollozante.»

Dante.-4rrgg.-Henry Holiday.--el encuentro de Dante y Beatriz en el puente de Santa Trinidad.-wikipedia

(Imágenes: 1.- Giovanni di Paolo.-Dante Alighieri/2.-Dante en el exilio.-wikipedia/ 3.-Bronzino.-cabeza de Dante.-1532/4.- Henry Holiday.-«Dante y Beatriz».- el encuentro entre Dante y Beatriz en el puente de Santa Trinidad.-wikipedia)

EL ALMA DEL ROSTRO

rostros.-67juu.-Pierre Houcmant.-1982.-La confrontation

«Pensemos en el momento en que nos encontramos con una persona a la que nunca hemos visto – dice Tullio Pericoli en «El alma del rostro» (Siruela) -: es tan fuerte el deseo de averiguar, por su rostro, cómo es esa persona, si me es afín o no, qué carácter tiene, que casi la devoramos con los ojos. Por alguna rendija tratamos de entrar dentro de ella, para sacar algo de su interioridad, algo que está a mayor profundidad que su cara. Lo primero que querría saber, al encontrarme con otro rostro, es si la persona a la cual pertenece ese rostro me será amiga». Varias veces en Mi Siglo he hablado del rostro. Sobre todo de las palabras de Emmanuel Lévinas «el rostro es lo que no se puede matar, o, al menos, eso cuyo sentido consiste en decir: «No matarás». Ahora que tantos rostros se desprecian y destrozan bajo estampidos de matanzas incontroladas – rostros de adultos, rostros de niños -, esos mismos rostros y otros muchos nos interrogan sobre el valor de  la dignidad.

rostros.-5990n.-Andrzej Dragan

«Yo miro siempre un rostro con interés –continúa Pericoli -. Lo interrogo y espero una respuesta. Una respuesta que sin embargo temo, porque en ese momento estoy poniendo en juego también mi rostro. Valéry dice que nuestro rostro nos es extraño. Pero ¿es exactamente así? Yo creo que, aunque no nos demos cuenta, siempre tenemos conciencia de nuestro rostro. Estamos siempre en relación con nuestro rostro y sabemos que es la primera imagen que ofrecemos a los demás. Es nuestro rostro el que nos obliga a ponernos en relación con los ojos fugitivos de un transeúnte».

rostros.-tvbn.-Andrezj Dragan

El rostro ha sido siempre tema de precisos ensayos y de exposiciones. A veces, ese rostro reflejado en autorretratos de artistas, como sucede ahora con la muestra que está teniendo lugar en Copenhage. «Muchas veces, cuando cierro los ojos – escribió  John Berger en «Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos» (Hermann  Blume) -, se me aparecen unas caras. Lo más extraordinario en ellas es su claridad. Cada cara tiene la nitidez de un grabado. (…) La cara me mira de frente y, sin palabras, sólo con la expresión de los ojos, afirma la realidad de su existencia. Como si mi mirada hubiera gritado un nombre, y la cara, al devolvérmela, respondiera: «¡Presente!».

rostros.-6gyyn.-Yousuf Karsh

Ese «presente» en la actualidad de los rasgos es lo que Umberto Eco evoca al recordar que el rostro es el espejo del alma. En ocasiones, esos rasgos son tan reveladores que ellos amenazan con desvelarnos incluso la profesión del padre. En «De los espejos y otros ensayos«, Eco anota lo que Alejandre Dumas va dibujando en un rostro de «Los tres mosqueteros«: «Rostro largo y moreno; pómulos salientes, señal de astucia; músculos maxilares enormemente desarrollados, indicio por el que se reconoce infaliblemente al fanfarrón… ojos abiertos e inteligentes, nariz ganchuda, pero de línea elegante..

Señales que van abriendo poco a poco el misterio del rostro y rostro que va mostrando poco a poco una actitud. Rostros entreabriendo secretos y secretos a los que puede acompañar la música.

(Imágenes:- 1.-Pierre Houcmant/  2 y 3.-Andrzej Dragan/ 4.-Yousuf Karsh)

(video: The Cinematic Orchestra.-To Build a Home)

SOBRE LO GROTESCO

«Nuestro mundo ha desembocado en el grotesco igual que en la bomba atómica – escribió el suizo Dürrenmatt, autor de «La visita de la Vieja Dama» -, del mismo modo que son grotescos los cuadros apocalípticos de Jerónimo Bosch. Pero lo grotesco no es sino una expresión sensible, una paradoja sensible, a saber, la figura de una no figura, el rostro de un mundo carente de rostro. Al parecer, nuestro pensamiento ya no puede prescindir del concepto de lo paradójico y exactamente lo mismo sucede también con el arte, con nuestro mundo que sólo está porque existe la bomba atómica, quiero decir, por el miedo que se le tiene».

Ahora que está teniendo lugar una exposición en el Museo Picasso de Málaga sobre el factor grotesco parece que vinieran a visitarnos también las figuras literarias tan admirablemente comentadas por Wolfang Kayser en«Lo grotesco» (Nova). Por ejemplo, la naríz de Gógol– de la que ya hablé en Mi Siglo – o los personajes excéntricos de E. T. A Hoffmann asomados a sus célebres cuentos. Igualmente la descripción de habitaciones que el escritor suizo Gottfried Keller hace en una de sus novelas: «Abrió la otra puerta y vio una extensa sala que desde arriba hasta abajo estaba colmada de cuadros de los antepasados. El suelo estaba formado de azulejos hexagonales de diferentes colores, el cielo

raso se componía de estucados de yeso con figuras de hombres y animales, coronas de frutas y blasones, de tamaño natural y que parecían flotar casi libremente por el aire. Delante del espejo de la chimenea, de diez pies de alto, se hallaba un anciano diminuto y encanecido; estaba envuelto en una bata de terciopelo escarlata y tenía la cara enjabonada. Pataleaba de impaciencia y exclamaba con voz llorosa: «¡Ya no puede afeitarme! ¡ Ya no puedo afeitarme! ¡Mi navaja no corta y no hay nadie que me ayude! ¡Ay de mí, ay de mí!».

Personajes, situaciones y objetos que se van enlazando en las diversas vicisitudes de lo grotesco. Umberto Eco en su Historia de la Belleza recuerda que Victor Hugo, teórico de lo grotesco como antítesis de lo sublime y novedad del arte romántico, es el que ofrece una galería inolvidable de personajes grotescos, desde el jorobado Quasimodo al rostro deforme del «Hombre que ríe«, y cuando Bajtín estudia a su vez a Rabelais destaca la boca y la nariz como papel importante en la imagen grotesca del cuerpo. Las formas de la cabeza, las orejas, y también la naríz, no adquieren carácter grotesco sino

cuando se transforman en formas de animales o de cosas. «El cuerpo grotesco – dice – es un cuerpo en movimiento. No está nunca listo ni acabado: está siempre en estado de construcción, de creación y él mismo construye otro cuerpo. (…) El mundo grotesco de la representación del cuerpo y de la vida corporal ha dominado durante miles de años la literatura escrita y oral. Considerado desde el punto de vista de su propagación efectiva, predomina incluso en la época actual: las formas grotescas del cuerpo predominan en el arte no solamente de los pueblos no  

 europeos, sino incluso en el folklore europeo; además, las imágenes grotescas del cuerpo predominan en el lenguaje no oficial de los pueblos, sobre todo allí donde las imágenes corporales están ligadas a la injuria y la risa».

grotesco.-7jjnn.-René Magritte.-La bella sociedad.-1965-1966.-BEGAP .-Málaga

Es así como – entre tantos  – Gógol nos asombra, como nos asombra Poe, como nos asombran las situaciones y personajes de Hoffmann.

(Imágenes:- 1.- Louis-Lépold Boilly.-reunión de 35 cabezas.-Museo Eugéne Leroy Tourcoing/ 2 .James Ensor.-máscaras contemplando una tortuga.-Museo de Málaga.-elpais.com/3.-Roy Lichtenstein.-golpe de brocha ll.-1987.-The Estate of Roy Lichtensenstein.-Museo de Málaga.- el pais.com/4.-Otto Dix.- doncellas en domingo.-1923.-VEGAP.-Málaga/ 5.- Juan Sánchez Cotán.-Brígida del Río, la barbuda de Peñaranda.-1590.- Museo del Prado/6.-Leonardo da Vinci.-dos perfiles grotescos.- Royal Collection Trust/ 7.-René Magritte.- La bella sociedad.-1965.-Museo de Málaga)

EL DANDISMO

«Mi corbata constituye, por supuesto, mi primera preocupación

porque nosotros juramos estas normas de elegancia,

y me cuesta, cada mañana, varias horas de trabajo hacer que parezca anudada a toda prisa».

Estos versos anónimos, contemporáneos del Beau Brummel, los evoca Giuseppe Scaraffia en su «Diccionario del dandi» (Antonio Machado Libros) y pueden perfectamente añadirse a las aportaciones reunidas en  «Prodigiosos mirmidones» (Capitán Swing), el volumen que sobre el dandismo acaba de aparecer.

El tema de la corbata en el dandi – entre otras reflexiones sobre diversos atuendos – lo recogen muchos historiadores de la moda, como por ejemplo James Laver en su «Breve historia del traje,» comentando cómo «algunos dandies podían pasarse una mañana entera entretenidos en el arreglo de su corbata. Primero doblaban un gran cuadrado de linón, muselina o seda, formando una banda, luego se lo ponían alrededor del cuello y lo ataban haciendo un nudo o lazo delante. Hay una historia muy conocida sobre un cliente que visitó a Brummel a media mañana y se encontró a su ayuda de cámara componiendo su corbata. En el suelo había un gran montón de corbatas deshechas y cuando el visitante preguntó qué era aquello, el ayuda de cámara respondió: «Señor, esos son nuestros fallos».

Brummel, indudablemente, reúne en torno a sí muchas anécdotas. Sin ser un artista ni un filósofo que reflexione sobre la belleza y el arte, el amor por la excepcionalidad, como así lo recuerda Umberto Eco en su «Historia de la Belleza«, se manifiesta en sus hábitos y en el vestir. «Como ejemplo sublime de hastío aristocrático y de desprecio por la opinión común, se cuenta que en cierta ocasión lord Brummel cabalgaba con su mayordomo por una colina y, viendo desde lo alto dos lagos, preguntó a su sirviente: «¿Cuál de los dos prefiero?». Como diría más tarde Villiers de l´Isle Adam: «¿Vivir? Nuestros sirvientes piensan en ello por nosotros«.

Baudelaire había afirmado del dandi que «tenía una ardiente necesidad de creerse una originalidad y que a sus ojos la perfección del acicalado consiste en la total sencillez, que, de hecho, es el mejor modo de distinguirse«. Baudelaire –y así lo evoca igualmente Scaraffia – vestía siempre de un negro riguroso, elegido con toda conciencia -sostenía – para una época de luto. El corte del traje era fruto de cuidadas y difíciles reflexiones. «Bajo la corbata, anudada con una gracia exquisita, su largo chaleco se cerraba sólo con algunos botones, para abrirse lánguidamente sobre la finísima tela de la camisa. En sus zapatos perfectamente lustrosos bien podían reflejarse los guantes de color, con frecuencia rosa o castaño muy claro. Años después, bajo el alto sombrero, el chaleco sería entonces de cachemir, negro también, como la larga corbata, ligeramente anudada. Levasseur se acuerda perfectamente del andar oscilante de sus zapatillas de terciopelo, sustituidas en invierno por zapatos blancos inmaculados. (…)». Pero, sobre todo – lo apuntaba el gran fotógrafo Nadar -, más que su caminar y su vestuario, era la expresión de su rostro, suspendido entre la amarga contracción de sus labios y la luz oscura de sus ojos, lo que turbaba el ánimo de cualquier transeúnte que con él se encontrara.

Otro dandi célebre, Oscar Wilde , en Londres y en 1879, se vistió durante un corto tiempo de una corbata verde manzana que destacaba sobre su levita de terciopelo, generosamente ribeteada. Era ya la época de sus famosas contestaciones. A una dama que le mostró su preocupación porque quizá trabajase demasiado, le respondió: «Efectivamente, señora, con el borrador de un poema me canso mucho más allá de lo que pueden soportar mis fuerzas; de hecho esta mañana he suprimido una coma (…) que seguro volveré a colocar esta misma tarde».

(Imágenes.- 1.-Robert de Montesquiou.-cuadro de J. Boldini.-wikipedia/2.-Baudelaire.-por Nadar.-1855-58/3.-Paul Rainer.-Beau Brummel.-ilustrationartgallery.com/ 4.-Oscar Wilde en 1882.-Associated Press/ 5- George Cruikshank.- Monstruosidades de 1822.-ils.unc.edu)

 

TRES AÑOS DE «MI SIGLO»


Mi  Siglo llega hoy a las 378.000 visitas en su tercer año de andadura sumando las lecturas que vienen desde Blogger y desde WordPress. Este post, que hace el número 748, no puede sino dedicarse únicamente a los agradecimientos. En los tres años de vida que hoy se cumplen los caminos de Internet me han traído mezclados muchos nombres desconocidos y conocidos que se han ido haciendo muy amigos. Ahora que Umberto Eco se ha referido al «vértigo de las listas» se hace imposible confeccionar una en la que se den las gracias a todos: a Daniel en Moscú, a varias Carmen, Mercè, Ángel, Enrique MF, José María Matás, Jos Petit, Francisco Doña, Angelina, Karmen, Ana, Mariàngela, Maty, Nicole, Solange, Alena, María, Aurora, Carmen Manzanera, Juanma Blazquez, Alejandro, Juan Pedro desde “Una temporada en el infierno»“, Shant Baghramian y Vane Galstian desde “Papier de Libert黓, Faycal desde “”Shaga“, Juan José desde “Scriptor.org»“, Antonio Ayuso, Don Cogito, Luis Rivera, Avelina, Dolors, Gasolinero, Fernando, Enrique, Vagabunda, Noelia, Georgia, Angie, Almudena, David, Montse, Jessica, Arancha, Luis, Javier Gómez, Joséluis, Nelson, Miranda, Darío Lodi, J. Moreno, Berenice, Pilar, Patricia, Ioana, Felipe Hernández, Helen, Lola, Enrique, Joselyn, Julio, Alicia, Ioanes Xabier, Eduardo, Jose, Lilia, Jenny, Elvira, José Manuel, Angel Feliciano, Damian, Jesús, Laura, Gabriel, Alexandra, Diego, Manuel Faliero, Rhaida, Armando, Aliux, Miguel Ángel, …Quiero igualmente agradecer a los lectores de Armenia, Marruecos, Israel, a los de Irán, Macedonia, Turquía, Australia, Corea, Eslovenia, Vietnam, India, Canadá, Serbia, Croacia, Japón, China, Rusia, Polonia, Pakistan, Cuba, Taiwan y a tantos otros, sin contar los países sudamericanos, Estados Unidos o Europa, por las veces que han acudido a leer Mi Siglo.

Seguiremos caminando.

Al cabo de tres años, mi agradecimiento.

(Imagen: Jasmina Danowski.-2008.- Spanierman modern.- Nueva York.-arnet)