DE LO BELLO Y LO BUENO

 

“¿Cómo puede ser bello lo que es diferente de lo bello? – se lee en losMemorables” de Jenofonte – “Un hombre bello en la lucha es diferente de uno bello en la carrera y un escudo bello en la defensa es muy diferente de un dardo bello para un lanzamiento potente y veloz (…) ¿Y tú crees –replicó Sócrates a Aristipo – que una cosa es ser bueno y otra cosa es ser bello? ¿ No sabes que, respecto a las mismas cosas, todas las cosas son bellas y buenas? (…) ¿La caja de la basura también es bella? “Sin duda, y un escudo de oro es feo, si la caja está hecha de modo adecuado a su fin y el escudo de forma inconveniente”. “Entonces, según tú, ¿las mismas cosas son bellas y feas?”. “Ciertamente, y buenas y malas a la vez: a menudo, lo que es bueno para el hambre es malo para la fiebre y lo que es bueno para la fiebre es malo para el hambre : a menudo, lo que es bello para la carrera es feo para la lucha, lo que es bello para la lucha es feo para la carrera. Así pues, si una cosa se adecua bien a un fin, respecto a ese fin es bella y buena; fea y mala en caso contrario”.

 

 

Los filósofos de todos los tiempos han dado lógicamente continuas vueltas en torno a la Belleza. Algunos, como Kant, han recordado que el gusto por lo bello es desinteresado. “ Gusto – dice –  es la facultad de juzgar un objeto o una representación mediante una satisfacción o un descontento, sin interés alguno. El objeto de semejante satisfacción llámase bello”.

 

 

(Imágenes-1-Olle Hjortzberg/ 2-Robert Reid/ 3-Robert Mapplethorpe)

DE NUEVO GRECIA

 

calles.-588j.-archipiélago de la Cícladas,. Grecia.- 1951.-foto David Seymour.-Magnum Photos

 

Los acontecimientos internacionales nos llevan desde hace tiempo hasta Grecia pero – aparte de la intensa y tantas veces preocupante actualidad – la pregunta se hace aún más profunda y nos remonta a su historia. ¿Por qué Grecia? ¿Por qué hay que volver a Grecia constantemente para adentrarnos en los caminos de la cultura?

Hace unos meses escribí en Alenarte revista sobre el tema y aquí reproduzco mis palabras:

 Recordaba que T. S. Eliot comentó:

“¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?

¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?

¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?”

En estos momentos recorre el mundo una vertiginosa velocidad de información, una corriente algo menor de conocimiento, y un lento caminar hacia la sabiduría. La transmisión de las informaciones se ejecuta  con un simple pestañeo del móvil, con la simple yema del dedo en el teclado del ordenador. La información atraviesa en zigzag telediarios y tabletas, su rapidez nos conecta con lo último, que no es siempre lo más importante. Muchas de esas informaciones nos pueden ayudar al conocimiento, pero ¿nos llevan al fin a la sabiduría?

 

mar.-8hcd.-Grecia.-por Jean Louis Dumas.-museo europeo fotografie

 

La profesora Jacqueline de Romilly escribió un penetrante libro titulado “¿Por qué Grecia?”. Allí, en el fondo de los pasillos de la Historia, aparecen de modo permanente los tesoros griegos. Tesoros de democracia, de teatro, de razones, de estilo. Los temas griegos se representan cada año en los escenarios teatrales y se incorporan a las secuencias cinematográficas. Son personajes casi inmortales, pasiones que han vencido a los siglos, diálogos en los que la emoción discute con la razón. Electra, Medea, tantas figuras de vestiduras blancas han atraído a O´Neill o a Giradoux. Platón y Tucídides prosiguen su andadura en libros de bolsillo. En el siglo V ateniense se inventó la democracia y la reflexión política. Esquilo, Sófocles y Eurípides marcan para siempre la tragedia; Aristófanes eleva la comedia; Herodoto y Tucídides registran las claves de la historia; Sócrates nos tiende la filosofía; Fidias las estatuas; Hipócrates la medicina…

 

Grecia.-4ffn.-Henri Cartier- Bresson.-Atenas.-1953

 

Es el mapa de la sabiduría. El hombre que exaltaron los griegos era un hombre completo. Le gustaban la vida y las fiestas, los banquetes, el amor, la gloria. Los coros de las tragedias griegas nos abren los ecos de las lamentaciones pero también las estrepitosas carcajadas. Hay un destino encerrado en las misteriosas máscaras pero igualmente hay muecas cómicas, el rictus de la ironía envuelta en los pliegues embozados.

 

pueblos.-5h233.-Fred Boissonas.-Grecia 1908

 

Está además la paz y la guerra. “Nadie tan insensato existe – escribe Herodoto – que prefiera la guerra a la paz; en ésta, en efecto, los hijos entierran a sus padres; en aquella, por el contrario, los padres a los hijos”. Eurípides, en “Las suplicantes”, exclama que los hombres prefieren “la guerra, rechazando los bienes, y los hombres reducen a otros hombres a la servidumbre, y las ciudades a otra ciudades más débiles”.

 

mar.-rr7yyj.-Leon Dabo.- Grecia.

 

Todo esto – el teatro, el arte, la filosofía, la historia, el pensamiento – nos lanza (no nos retrocede) hacia la sabiduría.

El vértigo instantáneo de la información y de la comunicación, que tanto nos gusta diariamente, ha de llevarnos al conocimiento.

Y el conocimiento debe empujarnos a la sabiduría.

 

Grecia-nnyu-Monte Athos- James L Stanfield- mil novecientos ochenta y tres

 

A las puertas de los siglos siempre nos esperará la Grecia clásica con sus permanentes enseñanzas.

 

Grecia.-8ttc,.notiespectaculo com

 

(Imágenes.- 1.-David Seymour- magnum- 1951/ 2- Jean Louis Dumas- museo europeo de la fotografía/ 3.- Atenas-Henri Cartier Bresson- 1953/ 4.-Fred Boissonas- 1908/5.-Leon Dabo/ 6- Monte Athos- James Stanfield- 1983/ 7.- notiespectaculo)

ELOGIO DEL ASOMBRO Y LA ADMIRACIÓN

paisajes.-tynm.-Justyna Kopania

«Los griegos querían ser un pueblo de filósofos, y no de tecnócratas, es decir, eternos niños, que veían en el asombro la condición más elevada de la existencia humana. Solamente así puede explicarse el hecho significativo de que los griegos no hicieran uso práctico de innumerables hallazgos», decía Stylianos Harkianakis.

paisajes.-5bbfb.-Emil Nolde.- Lago de Lucerna.-1930

«La perplejidad – señalaba Sócrates – es el estado anímico propio del filósofo…Ese estado de perplejidad es la fuente del preguntar filosófico. El estado de perplejidad y de asombro está frecuentemente relacionado con el reconocimiento de la propia ignorancia, una condición necesaria para que se de el filosofar»

paisajes--,.8juuj.-David Baker

«La filosofía y que no es una ciencia práctica – afirmaba Aristóteles en su «Metafísica» – lo prueba el ejemplo de los primeros que han filosofado. Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones filosóficas, fue, como lo es hoy, la admiración. Entre los objetos que admiraban y de que no podían darse razón, se aplicaron primero a los que estaban a su alcance; después, avanzando paso a paso, quisieron explicar los más grandes fenómenos; por ejemplo, las diversas fases de la luna, el curso del sol y de los astros, y, por último, la formación del universo. Ir en busca de una explicación y admirarse, es reconocer que se ignora.»

paisajes.-recvv.-Isaac Levitan.-1894

«Es en el asombrodecía también Aristóteles en  la «Retórica» – donde reside el deseo de aprender.»

paisajes.-7hbbn.-Oscar Berninghaus.-1916

«¿Por qué se pierde el asombro, cómo se pierde? – escribí hace ya tiempo -. Los inventos que nos ofrecen en bandeja las televisiones ya no nos producen estupor sino avidez de tomarlos prontamente y consumirlos. Hay una costumbre, un hábito rumiante de consumir masticando lo nuevo, a veces triturando lo último, a veces sin siquiera atragantarse, tan voraces somos. Se consume y se consume, se circula y se circula, se recorre el mundo con sólo oprimir el teclado, únicamente moviendo el volante. ¿Y el silencio, la sorpresa, la quietud? Parecen haber desaparecido. (…) Ahí está la atención.la comprensión, la compasión, el aprender a ver al otro lado y dentro de los demás, el aprender a ver dentro de uno mismo. Para eso está el asombro. El asombro es poner de rodillas a la inteligencia ante la naturaleza.» (J. J. Perlado: «El artículo literario y periodístico»)

(Imágenes.- 1.-Justyna Kopania/ 2.-Emil Nolde.-Lago de Lucerna.-1930/ 3,.David Baker/ 4.-Isaac Levitán.-1894/ 5.-Oscar Bernighaus.-1916)

¿CREES QUE TÚ MISMA PUEDES ESCRIBIR UN LIBRO?

escritores.-tyhh.-Karen Blixen.-Isak Dinesen.-1920

«Entre los somalíes, entre los masai – así se lee en la entrevista a Isak Dinesen que recogió «The Paris Review»  -, la baronesa fue una gran doctora, una cazadora merecedora del título de «Reina Leona»  pero a quien se sospechaba incapaz de escribir un libro. La duda era dirigida por su joven criado Kamante:

«- Msabu, ¿crees que tú misma puedes escribir un libro?

Le respondí que no lo sabía.

Para figurarse una conversación con Kamante hay que imaginarse una pausa larga y grávida antes de cada frase, como si tuviera una profunda

responsabilidad. Todos los nativos son maestros en el arte de las pausas y de este modo dan perspectiva a una discusión. Kamante hizo una pausa así,  y luego dijo:

– Yo no lo creo.

escritores,.44fvv.-Isak Dinesen -Karen Blixen y Kamante.-artnet

Yo no tenía a nadie con quien hablar de mi libro: así que dejé a un lado mi papel y le pregunté por qué no. Descubrí que había estado pensando en aquella conversación previamente y que se había preparado para ella; tenía detrás suyo la mismísima Odisea y la depositó sobre la mesa.

– Mira, Msabu, éste es un buen libro. Está unido de un extremo a otro. Hasta si lo levantas y lo sacudes con fuerza no se hace pedazos. El hombre que lo ha escrito es muy listo. Pero lo que escribes – prosiguió con una mezcla de desprecio y de amable compasión – está un poco ahí y otro poco allá. Cuando la gente se olvida de cerrar la puerta, el viento lo mueve, se cae al suelo y entonces te enfadas. No será un buen libro.

Le expliqué que en Europa lo juntarían todo».

«De lo que Kamante verdaderamente dudaba es de que un blanco pudiera crear una narrativa como la propia, oral, con la complicidad del viento».

escritores.-ttb.-Peter Beard sobre Karen Blixen,-. artnet

«Todo se convertía en un pretexto para inventar una historia – decía de Karen Blixen su sobrina Ingeborg, y así lo relata Sandra Petrignani en «La escritora vive aquí» (Siruela) – . Y siempre era muy clara y precisa. Nunca aburrida. Una mujer especial, yo la adoraba. Tenía unos ojos muy oscuros, muy bonitos. Le venían de su madre. Sus estados de ánimo me sorprendían, pero no los temía como les sucedía a casi todos. Era sarcástica, y si se aburría, se convertía en una hiena. «Diviérteme, dime todo lo que ha pasado. ¿Has estado en alguna fiesta? ¿Quién estaba? ¿De qué habéis hablado? ¿Quién estaba sentado a tu lado? No podías responder de manera vaga o distraída. Ella quería todos los detalles. Pero todo ese interés hacía que te sintieras importante.(…) Uno de los criados a quien más cariño cogió en África, Kamante, resultó ser cocinero original y de gran clase».

Isak Dinesen.-rdvv,.Peter Beard.-Fahey.-Klein Gallery.-artnet

«Los leones – decía -, cuyo rugido es como «el tronar de los rifles en la oscuridad«, se convertirían para ella en el símbolo del físico perfecto. En «Memorias de África» mira fascinada sus cuerpos desollados: «ni una sola partícula de grasa superflua«, sólo músculos tensos y potentes. «Elegantes hasta los huesos». Y sobre los elefantes escribió en «Daguerrotipos«: «es fútil preguntarse para qué sirve un elefante: se cumple en sí mismo, con su cola delante y detrás».

«En realidad – le había respondido ya a Clara Svendsen en una entrevista – tengo tres mil años, y he cenado con Sócrates«, como ya hace tiempo recordé  en Mi Siglo.

(Imágenes.-1.- Karen Blixen.-1920.-caribarao.org/ 2.-Karen Blixen y Kamante.-artnet/ 3 y 4.- Peter Beard.-artnet) Peter Beard.-Fahey/ Klein Gallery.-artnet)

CONFIDENTES Y PERIODISTAS

Ahora que distintos diarios hablan nuevamente del arte de la entrevista periodística, evoco aquí algunas de las anotaciones y matices que en su momento hice sobre el tema en mi libro «Diálogos con la cultura». Históricas entrevistas no realizadas sin embargo por periodistas:

«Los diálogos con figuras de la Historia – recordaba entonces – tienen una cita excepcional cuando el portugués Francisco de Holanda conversa con Miguel Ángel en Roma, en San Silvestre, en coloquios de muy alto valor, a los que asiste Lactancio Tolomeo y la marquesa de Pescara. Los diálogos de este dibujante portugués « tienen toda la frescura y atractivo de una conversación escuchada – dice Sánchez Cantón -. Son los diálogos gratos de leer. Nos descubre un punto de aquello a que el historiados siempre aspira, hacer moverse y oir a las grandes figuras del pasado. Por una vez en su vida tocó Holanda las cimas a pocos reservadas; y dio ejemplo que imitar«. En verdad vemos a Miguel Ángel reirse y opinar entre el embajador de Siena en Roma, Lactancio Tolomeo y Victoria Colonna, poetisa, gran señora, viuda del marqués de Pescara, amiga de Miguel Ángel. El creador del «Moisés», «que posaba al pie del Monte Caballo – escribe Holanda -, acertó, por mi buena dicha, de venir contra San Silvestre, haciendo el camino de las termas, filosofando con su Orbino por la Via esquilina y hallándose tan dentro del recado no nos pudo huir, ni dejar de ser aquel que llamaba a la puerta». (…) Así, aprovechando su estancia cerca de diez años en Italia, de 1538 a 1547, Francisco de Holanda recoge en tres amplios diálogos lo que Buonarroti comentó sobre pintura y sobre varios temas.(…)

Pero Francisco de Holanda en el siglo XVl no es un periodista, como no lo fue Eckermann para Goethe, ni lo había sido Platón para Sócrates, ni lo sería James Bosswell para el doctor Samuel Johnson. Tampoco fue periodista el fotógrafo Brasaï en sus conversaciones con Picasso, el director Robert Craft para Stravinski, Umberto Morra para el crítico de arte Berenson, Gustav Janouch con Kafka, Goldenveizer para Tolstoi, o Émile Bernard con Cézanne. Más escritor también que periodista fue André Malraux en el siglo XX, acercándose a Mao, a De Gaulle y a Picasso, pero la pluma de Malraux «re-creará» ciertas cosas. (…) Alguna vez en Mi Siglo me he referido a todos ellos.

Hay libros de entrevistas como las realizadas por Alain Bosquet a Dalí que están muy por debajo de vivencias y evocaciones de marchantes como Kahnweiler o los recuerdos de amigos de artistas como Sabartés lo hiciera con Picasso. A veces, como en el caso de Bosquet, el periodista queda aplastado por las «boutades» encadenadas de un Dalí brillante, siempre resbaladizo, jugando a los equívocos permanentes. Se sabe que Dalí era así, pero el profesional del periodismo se ha quedado en el umbral de las captaciones, fuera de una atmósfera que quisiéramos habitar. Brassaï, en cambio, lo consigue. Conoce a la perfección que Picasso quedará en la historia de la pintura y no duda en entrar y salir de esos años – finales de los treinta y principios de los cuarenta – como entra y sale de estudios y de humores, abriendo puertas y anécdotas y estableciendo una corriente de vida, con Sabartés, Henri Michaux, Malraux o Kahnweiler. Brassaï, no siendo periodista, nos deja un calor más cercano de una existencia que se mueve, y al moverse provoca arte. Quisiéramos que Francisco de Holanda hubiera estado más tiempo con Miguel Ángel, que Platón nos describiera más gestos y movimientos de Sócrates, que Brassaï nos hubiera dejado más días con Picasso«.

Son confidencias y confidentes de vidas que permanecen en la Historia, confidencias que – sin provenir de periodistas – enriquecen el caudal de la entrevista. Al fin, el caudal del humanismo, también del periodismo.

(Imágenes:- 1.- Brassaï/.-2.-Miguel Ángel Buonarroti. autorretrato-grabado por A. Francois/3.- Picasso en la rue des Grandes Augustin.-1952.-Denise Colomb/4.-André Malraux.-Gisele Freund/5.-Dalí pintando en 1939.-ngv.vic.gov.au)

MELANCOLÍA Y CREATIVIDAD

«¿Por qué todo ser excepcional es melancólico?», se pregunta más o menos con estas mismas palabras Aristóteles. Se nos recuerda que Empédocles, Sócrates y Platón eran melancólicos. Se nos añade que Heracles conoció la locura y las ulceraciones, que Lisandro las úlceras, que Áyax la locura, que Belerofonte recorrió los desiertos. Se nos dice igualmente que el melancólico es un ser agitado, que el silencioso es muy a menudo extático. El color de la melancolía tiene un invisible tono violáceo, dormido en valles de largos horizontes, acostado en sinuosos matices. ¿Qué se ve desde la cumbre de la melancolía? ¿El paso de los años? ¿Aquel sueño que no logramos conquistar? ¿El anhelo de un paraíso perdido? La melancolía se nos escapa a la vuelta del camino de los días, al girar la cabeza hacia un pasado que no vemos, una risa que se esfumó, una mirada disuelta. Erguidos sobre la melancolía aquellos arboles que vemos al fondo se alejan cada vez más y sus ramas acaban en un punto.Pero la melancolía, al parecer, está también aliada con la creatividad, como así lo comenta Jackie Pigeaud en «»El hombre de genio y la melancolía» (Acantilado).

A la melancolía me he referido de una otra forma varias veces en Mi Siglo. Música y melancolía, entre otros motivos Ahora, en este pequeño libro, se repasa la lista de algunos melancólicos: Caton, Tasso, Pascal, Rousseau, Alfieri entre ellos. Otros andan olvidados en pasillos y no se atreven a aparecer, salen por la puerta del recuerdo y caminan algo por su jardín. Asomados a la blanca hoja de la escritura o ante la desnudez del lienzo viene la melancolía a dictarles y a la vez les lleva de la mano suavemente con el pincel. Como decía Rufo de Efeso, médico griego contemporáneo de Trajano, «los melancólicos se entretienen en los lugares solitarios y huyen de los hombres sin razón; lo mismo les ocurre a los hombres con buena salud cuando quieren dedicarse a investigar algo, que toman precauciones respecto a cosas que valen la pena».

Luego la melancolía se va. Deja siempre el perfume de que va a volver.

(Imágenes.-1.-Gary Oldmand, Hollywood.-1992.-Herb Ritt.-artnet/ 2.-Gerhard Richter)