PASAPORTE DE POETA

 

 

”Cuando me preguntan a qué me dedico — confesaba el poeta inglés W. H. Auden —-, les digo que soy medievalista. Eso detiene la conversación. Si les dices  que eres poeta, te miran con cara rara, como diciendo : “Vaya, ¿ y de qué vive?”. En los viejos tiempos los hombres se enorgullecían de que en su pasaporte dijera “ Ocupación: caballero”. El pasaporte de Lord Antrim decía simplemente, “Ocupación: lord”, lo cual me parece muy correcto.”

(Imagen — Magritte-1965)

GOLPES EN LA PUERTA

 

 

“Yo tenía más o menos veinte años y dirigía una escuela pública. Absorto en mis deberes, éstos ocupaban mis pensamientos de noche cuando soñaba tanto como de día durante mis horas de trabajo — cuenta Camille Flammarion al hablar de lo desconocido —.Una noche soñé  que estaba en la escuela y que acababa de terminar los ejercicios de apertura cuando oí golpes en la puerta.  Abro la puerta y veo a un señor con dos chiquillos, una niña de once años y un chico de ocho. Ese visitante entra y me explica que, a consecuencia de la guerra de Secesión, ha abandonado su casa de Nueva Orleans para traer a su familia al distrito de mi escuela. Su deseo era confiar sus hijos a mis cuidados, para su educación e instrucción. Me preguntó entonces qué libros se necesitaban, le di una lista y se la llevó. Al día siguiente los niños eran recibidos entre mis alumnos.”

 

 

El sueño se detuvo ahí. Pero me impresionó vivamente, y la imagen de ese padre y de esos dos hijos se fotografiaron con tanta fuerza en mi mente que los habría reconocido en cualquier parte entre la población de París o de Londres.

Cuál fue mi asombro cuando al día siguiente de ese sueño oí llamar a la puerta con los mismos golpes oídos en el sueño, fui a abrir y vi delante de mí a ese visitante con sus dos hijos. El resto siguió igual: mantuvimos la misma conversación del sueño.

Añadiré que aquel hombre era absolutamente desconocido para mí. Nueva Orleans está a 1.350 millas, es decir, a más de 2.000 kilómetros de aquí, y yo nunca me había alejado más de 100 millas, o 160 kilómetros de mi casa.”

 

 

(Imágenes— 1– Helena Almeida- gallery electaweb/ 2- foto – Konstantin Smilga-2003 –  The surface series – house Photographie- 3- René Magritte)

EL PAÍS DONDE NADIE HABLA

 

 

‘Como describe el francés Jean-Marie Le Clézio en una de sus novelas fantásticas, “existe un país  situado dentro del sonido de nuestra voz  que está justo al lado del país  Donde- todos- hablan. Las calles y las aceras, los aleros y los parabrisas de los automóviles están cubiertos por una gruesa capa de nieve invisible que sofoca todo sonido — como así lo recuerda Alberto Manguel.

Los habitantes son mudos, lo cual no significa que no comprendan las palabras; al contrario, se comunican mejor entre ellos que si emplearan palabras y oraciones.  Son como las hormigas andando por los sarmientos — sigue diciendo Manguel — Se ven a cada momento para contarse cosas sin que nadie los oiga.

Nunca hace frío  en Donde-nadie -habla y en esa tierra todo es suave y apacible. Para llegar a ella, el viajero debe atravesar el vecino país Donde-todos-hablan. El viajero se encontrará allí rodeado de una reverberación de sonidos que le producirán dolor de oídos: autos, radios, fábricas de palabras. Pero, gradualmente, los sonidos empezarán a pelearse y terminarán anulándose unos a otros.”

(Imagen — René Magritte)

GUANTES, ZAPATOS, SOMBRERO

 

 

“Me pregunto

si verdaderamente

tengo manos

si realmente poseo

una cabeza y dos píes

y no tan solo guantes

y zapatos y sombrero

y por qué me siento

tan puro

más puro todavía

y más próximo a la muerte

cuando me quito los guantes

el sombrero y los zapatos

como si me quitara las manos

la cabeza y los pies.”

Jorge Eduardo Eielson– Vía Veneto

(Imagen —René Magritte)

DOS TEXTOS DE KAFKA

 

 

”He escondido mi inteligencia en la mano, llevo la cabeza alta con alegría, pero la mano cuelga cansina, la inteligencia tira de ella hacia el suelo. Mirad esta mano pequeña, coriácea, cruzada por venas, surcada de arrugas, de arterias prominentes, de cinco dedos; suerte que he podido poner a salvo mi inteligencia en tan discreto recipiente. Y lo mejor de todo es que tengo dos. Como en el juego infantil, pregunto: en qué mano tengo la inteligencia, y nadie lo adivina, porque sé pasarme la inteligencia de una mano a la otra en el acto, a través de unos pliegues de las manos.”

Franz Kafka – noviembre 1922 – (“Escritos póstumos”)

 

——————————————-

 

 

“Lo característico de la ciudad es que está vacía. Por ejemplo, la gran Ringplatz siempre está vacía. Los tranvías que se cruzan allí siempre están vacíos. Su campanilleo suena ruidoso, agudo, liberado de la necesidad del momento. El gran bazar que empieza en la Ringplatz y lleva, a través de muchas calles, hasta una calle alejada, siempre está vacío. A las numerosas mesitas al aire libre del café que se extiende a ambos lados de la entrada del bazar no hay ningún cliente sentado. La gran puerta de la vieja iglesia situada en el centro de la plaza está abierta de par en par, pero nadie entra ni sale. Las escaleras de mármol que suben hasta la puerta reflejan con una fuerza poco menos que incontenible el sol que cae sobre ellas.”

Franz Kafka – 1924 – (“Escritos póstumos”)

(Imágenes-1- René Magritte – 1965/ 2- Daniele Cestari)

SOBRE LA CONVERSACIÓN

 

magritte-bzc-el-arte-dela-conversacion-mil-novecientos-sesenta-y-tres

 

«El motivo de que haya tan pocas personas que resulten agradables en la conversación – leo en las «Máximas morales» de La Rochefoucauld – es que cada cual piensa más en lo que quiere decir que en lo que están diciendo los demás. Hay que  escuchar a los que hablan, si se quiere ser escuchado; hay que dejarles en libertad de hacerse oír y hasta de decir cosas inútiles. En lugar de contradecirles o interrumpirles, como suele hacerse, debemos al contrario, tomar parte en sus ideas y gustos, mostrarles que los escuchamos, hablarles de cosas que les atañen, alabar lo que dicen si lo merece y demostrarles que los alabamos más por convicción que por amabilidad. Hay que evitar discusiones sobre cosas indiferentes, hacer pocas preguntas inútiles y no dar a entender nunca que pretendemos tener màs razón que los demás, así como cederles de buen grado el privilegio de tomar una decisión.

Se deben decir cosas naturales, fáciles y más o menos serias, según el humor y la inclinación de las personas con quienes se conversa; no acosarlas para que aprueben lo que decimos, ni siquiera para que nos contesten. Cuando se han satisfecho de esta suerte los deberes de cortesía, pueden exponerse los propios sentimientos sin prevención ni tozudez, dando a entender que tratamos de apoyarlos con la opinión de aquellos que nos escuchan.

 

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Hay que evitar hablar mucho de sí mismo y ponerse a menudo como ejemplo. Nunca será excesivo el interés que pongamos en conocer la inclinación y alcances de aquellos con quienes hablamos, para unirnos a la opinión del que más talento tiene y añadir nuestras ideas a las suyas dándole a entender, en lo posible, que  las tomamos de él. Es de gran habilidad no agotar los temas que se tratan y dejar para los demás algo que pensar y que decir.

Nunca se debe hablar con aire de autoridad, ni utilizar palabras o términos exagerados. Podemos mantener nuestras opiniones cuando éstas son razonables, pero aunque las mantengamos nunca debemos herir los sentimientos de los demàs, ni dar la impresión de que nos escandalizamos de lo que dicen. Es peligroso querer adueñarse siempre de la conversación y hablar con excesiva frecuencia de una misma cosa. Se deben aceptar indiferentemente todos los temas agradables que se presenten y no mostrar jamás que queremos llevar la conversación hacia aquello de lo que nos interesa hablar».

 

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(Imágenes-1-´René Magritte- 1963/ 2.- Pierre Bonnard- 1915/ 3.-Auguste Chabaud- 1908)

ANTE EL NUEVO AÑO

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«Conocer el futuro carece de utilidad – dice Cicerón – Es miserable angustiarse sin provecho alguno». «Los arúspices – dice también Cicerón – ven muchas cosas, los augures prevén muchas, muchas son anunciadas por los oráculos, muchas por los vaticinios, muchas por los sueños, muchas por los portentos» (…) «Veo a algunos – escribe a su vez Montaigne en sus «Ensayos»  – que estudian y glosan los almanaques, y que nos alegan su autoridad para las cosas que ocurren. ¿Quién, pues, si arroja todo el día la lanza no acertará de vez en cuando en el blanco? (…) He observado con mis propios ojos que, en los momentos de confusión pública, los hombres, aturdidos por su fortuna, abrazan cualquier superstición, entre ellas la de buscar en el cielo las causas y las antiguas amenazas de desdicha».

Y Plutarco señala ante el porvenir: «el joven debe hacer sus preparativos, el viejo disfrutarlos».

FELÍZ AÑO 2017 para todos

(Imagen-René Magritte)

RENÉ MAGRITTE

 

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«Una noche de 1936 – confesaba René Magritte – yo me desperté en una habitación donde se habían colocado una jaula y un pájaro dormido. Un magnífico error me hizo ver en la jaula el pájaro desaparecido y reemplazado por un huevo. Allí tenía un nuevo secreto poético sorprendente, pues la impresión que yo recibí estaba provocada precisamente por la afinidad  de dos objetos, la jaula y el huevo, mientras que anteriormente esta impresión había sido provocada por el encuentro de objetos  extraños entre elllos».

Estas palabras del pintor belga  aparecen en la actual exposición que sobre su figura dedica El Centro Pompidou titulada «la traición de las imágenes«. Sombras, perfiles, siluetas, fuegos, simulacros, cegueras, cortinas, bellezas fragmentadas, Magritte va presentando su «ver para creer», los signos arbitrarios que envuelven  las palabras y las imágenes.

 

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«Las imágenes pintadas que evocan el misterio –señalaba Magritte – afirman la belleza de lo que es y siente y también de lo que no es. Todo esto parece darnos un cierto sentido a nuestra existencia. (…) La costumbre  de hablar por las necesidades inmediatas de la vida impone a las palabras que designan a los objetos un sentido limitado. Da la impresión de que el lenguaje corriente establezca fronteras a la imaginación. Pero se puede crear entre las palabras y los objetos nuevas relaciones y precisar qué caracteres del lenguaje y de los objetos generalmente quedan ignorados en el desenvolvimiento de la vida cotidiana».

 

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«Creo que el mejor título de un cuadro es un título poético.  El título poético nada nos enseña, pero nos debe sorprender y encantar».

Como recordaba el crítico del Time Robert Hughes, Magritte con su técnica seca, práctica, pintó cosas comunes que bien podían provenir de un libro de lectura: una manzana, un peine, una chistera, una nube, una jaula, una calle de pulcras casas suburbanas, un comerciante, un abrigo negro. No había muchas de este repertorio de imágenes, que un oficinista belga del montón no hubiera podido ver en el transcurso de un día normal en 1935. «Pero las combinaciones que Magritte hacía con ellas era algo completamente diferente. Su poesía era inconcebible sin su trabajo con y a través de la banalidad subvertía las denominaciones ordinarias».

 

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«La única pintura que merece ser contemplada – decía Magritte-  tiene la misma razón de ser que la razón de ser del mundo, es decir, el misterio».

 

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(Imágenes.- 1.-autorretrato- 1936- art Tumblr/ 2.-le beau monde- 1962- colección particular/ 3.-elogio de la dialéctica- 1937- National Gallery of Victoria- Australia/ 4.-el arte de la conversación- 1963/ 5.- le souvenir determinante- 1942- colección privada)

LA HABITACIÓN DEL SUEÑO

 

figuras-nbgr- W Strempler

 

«Mi mujer – me confiesa L. V. al sentarse por la tarde en mi consulta  -, siempre suele hacer su peculiar y rápida preparación antes de dormirse. Me da las buenas noches deseándome cariñosamente que descanse bien, para después ella, en un instante, volverse boca abajo en la cama dejando que su espalda roce la sábana superior, aplasta con una suave palmada su almohada para hacerse un hueco mullido y abandona su mejilla en ese hueco, rodea con su brazo derecho la almohada abrazándola por completo y a la vez deja como muerto su brazo izquierdo casi rozando la mesilla de noche : es un brazo el suyo ya como olvidado y desprendido, con la mano abierta en el aire.

Esto, que parece muy difícil, lo hace ella rápidamente todas las noches – prosigue L. V. – y en muy pocos segundos. Pretende así adentrarse en las sendas del sueño y muy pronto lo consigue. A su lado yo suelo distinguir aún bajo la sábana ciertos diminutos estertores de algunos de sus miembros, estremecimientos esporádicos de una rodilla suya o de un pie, apenas nada antes de que ella quede definitivamente dormida. Entonces toma enseguida lo que ella llama la carretera del sueño. Con frecuencia me ha hablado de esa carretera y muchas veces me ha confesado sus sueños. Pocas personas he visto tan unidas al mundo de los sueños y tan habitadas por él. Aunque al principio yo no la creía, mi mujer – agrega L. V. –  tiene sueños muy propios y personales que visita con enorme frecuencia. Al dormirse, suele subir, me dice ella, unas escaleras interiores de su imaginación que la llevan desde nuestro dormitorio hasta una pequeña habitación y allí pasa varias horas de la noche entretenida con objetos que ella no recuerda exactamente si ha comprado o restaurado.

 

cielos- byyt- René Magritte- mil novecientos sesenta y dos

 

Ella me habló un día sobre todo de lo mucho que le agradaba reencontrarse en aquel cuarto con un reloj sin manecillas, parecido, me dijo, al que podía verse en un sueño de Bergman, al principio de «Fresas salvajes», una película que a ella le gustaba mucho. Era un reloj enorme de pared, según me dijo, que ocupaba gran parte de aquella «habitación del sueño» y cuya esfera blanca se reflejaba en el cuarto inundándolo de luz. El resto de la habitación lo formaban pequeños enseres, un diminuto sofá en el que ella se sentaba a soñar, una mesita con revistas y un armario lleno de cuadernos blancos donde mi mujer apuntaba sus pesadillas. Pero nada más apuntarlas, así me lo confesó, aquellas palabras se evaporaban como polvillo ceniciento y gris y los cuadernos volvían a quedarse completamente blancos. Por eso al despertarse junto a mí a la mañana siguiente era incapaz de contarme las negras pesadillas que había tenido, pero sí, en cambio, me relataba las felices horas que había pasado en aquel cuarto.

 

espejos-oi-Lee Miller- Egipto- mil novecientos treinta y siete

 

Un día, sin embargo, se despertó muy alterada, enormemente sobresaltada – me añade L. V. en la consulta.

– Alguien ha entrado en ese cuarto mientras yo no estaba – me dijo incorporada en la cama- Ha entrado a una hora distinta.

Creí que era simplemente un sueño más de los que ella me contaba pero mi mujer intentaba convencerme de que era realidad. » Alguien ha entrado en mi sueño», repetía incansable, como si no lo creyera, «estaban varios cuadernos tirados por el suelo y han rebuscado en mi armario». Jamás hubiera podido imaginar que unas personas pudieran entrar en el sueño de otras, pero al parecer y según sus  palabras había ocurrido así. » Alguien ha entrado en mi sueño», volvía a repetir como una cantinela. Estaba completamente desasosegada y no salía de ahí. Era como si hubieran violado su intimidad. Intenté calmarla como pude y aquel día lo pasó con enorme inquietud. Esa noche le costó mucho dormirse y la vi dar vueltas y vueltas muy inquieta. A la mañana siguiente se despertó sudorosa y ante mi sorpresa me dijo con angustia : » Me ha sido imposible volver a soñar ese sueño, imposible volver a entrar en él».

José Julio Perlado – ( del libro inédito «Relámpagos»)

 

interiores-nbbfr-Maxime Van de Woestyne- mil novecientos setenta y dos

 

(Imágenes.- 1-Strempler/ 2.-René Magritte.- 1972/ 3- Lee Miller- 1937/ 4.-Maxime van de Woestyme 1972)

EL ARTE DE PINTAR

 

cielos-nnvvyyt- nubes- paisajes- puertas- René Magritte- mil novecientos treinta y nueve

 

«El arte de pintar – que verdaderamente merece el nombre de arte del parecido – decía René Magritte -, permite describir, por medio de la pintura, un pensamiento susceptible de hacerse visible.

 

paisajes.-tynnm.-René Magritte.- Galerie Melki

 

 

Tal pensamiento comprende exclusivamente las figuras que el mundo nos ofrece: personas, cortinas, armas, sólidos, inscripciones, astros. El parecido reúne espontáneamente esas figuras en un orden que evoca directamente el misterio (…) El pensamiento inspirado se parece al mundo (…) evocando su misterio.»

 

pintores- nnhqa- los surrealistas- foto Anna Riwkin Brich -Tristan Tzara. Paul Eluard-Breton-Hans Arp- Dalí- Tanguy- Max Esnst-René Crevel  y Man Ray- mil novecientos treinta y tres

 

(Imágenes.-1.-René Magritte.-1939/ 2.- René Magritte.-galerie Melki/ 3.-los surrealistas-foto Anna Riwkin Brich. Tristan Tzara, Paul Éluard, André Breton, Hans Harp, Salvador Dalí,  Yves Tanguy, Max Ernst, René Clevel y Man Ray.- 1933)

TIEMPO VERTICAL, TIEMPO CIRCULAR

cielos.- rrttyy.-gentes,. Rene Magritte.- 1963

«Para los indios, el tiempo es vertical y no avanza hacia ninguna parte – evocaba la periodista  Helen Augur -. El tiempo no puede moverse, pues es también espacio, idea muy difícil de captar para nosotros. Da al indio una relación con los tres tiempos verbales, diferente de la nuestra. Nosotros vivimos en un presente muy angosto… El indio vive en un presente que contiene todo el tiempo que existe. Para los zapotecas, el pasado no es algo que ha quedado a sus espaldas, sino que está a su alrededor… El moderno zapoteca se ha aferrado a la actitud general que fue el meollo de la religión clásica. En lugar de temer al tiempo, lo adora como a don divino. Como es mortal, hay temor en su actitud hacia el futuro, pero temor en sentido religioso. Los antiguos zapotecas creían que el tiempo compartía la mortalidad humana y que solo la magnanimidad de los dioses podía conservar su existencia.»

cielos.- 5gghn.- nubes.- Jagoda Kaczmarczyk-Hudzik

Al iniciarse un nuevo año el tiempo y sus reflexiones nos envuelven con sus enigmas. Tiempo circular en Borges, en su ensayo de «Historia de la eternidad»; tiempo e historia y tiempo y naturaleza en Jeanne Hersch con su «Tiempo y música» (Acantilado). «Sólo hay tiempo – recuerda HerschY también: No hay tiempo. Nadie sabe qué es el tiempo. Nadie puede sustraerse a él a través de sus reprentaciones o de sus pensamientos (…) Estamos indisolublemente unidos al tiempo y, a la vez, en guerra con él (…) De modo que nos instalamos en el tiempo y nos comprometemos con él en aquella extraña carrera que se llama velocidad. El tiempo nos sirve para devorar el espacio, para vencer la distancia, soportar la ausencia o conquistar hasta el vértigo una suerte de ubicuidad. Algunos sueñan incluso revertir el tiempo con la velocidad (…) No podemos vivir ni con el tiempo, ni sin él, ni contra él (…) No sabemos qué es el tiempo. Aquel que vivimos subjetivamente se confunde con nuestros lamentos, nuestros anhelos y nuestros esfuerzos. El tiempo de la naturaleza – el que necesita una cascada para horadar una roca, un terrón de azúcar para diluirse en una taza o una flor para convertirse en semilla, sin ningún testigo humano – ni siquiera podemos imaginarlo.»

paisajes-vgui-Robert y Shana ParkeHarrison- serie Elegías de la Tierra.- dos mil tres

Al iniciarse un nuevo año todas las preguntas sobre el tiempo están esperando respuesta.

(Imágenes.- 1.- René Magritte.-1963/2.-Jagoda Haczmarczyk-Hudzik/ 3.-Robert y Shana ParkeHarrison.-2003)

SUEÑOS DEL SURREALISMO

manos- 44rrf.- Man Ray.- manos de Gala y Dalí

«Quisiera dormir – decía André Breton – para entregarme a los durmientes, del mismo modo que me entrego a quienes me leen, con los ojos abiertos, para dejar de imponer, en esta materia, el ritmo consciente de mi pensamiento. Acaso mi sueño de la última noche sea continuación del sueño de la precedente, y prosiga, la noche siguiente, con un rigor harto plausible. (…) Es preciso tener en cuenta el espesor del sueño. En general, tan sólo recuerdo lo que hasta mí llega desde las más superficiales capas del sueño. Lo que más me gusta considerar de los sueños es aquello que queda vagamente presente al despertar, aquello que no es el resultado del empleo que haya dado a la jornada precedente. (…) ¿No cabe acaso

sueños.- tgyyh.- René Magritte.- Nocturno.- 1925.- The Menil Collection- Houston. Estados Unidos.- René Magritte.- VEGAP 2013

emplear también el sueño para resolver los problemas fundamentales de la vida? ¿Estas cuestiones son las mismas tanto en un estado como en el otro, y en el sueño, tienen ya el carácter de tales cuestiones? ¿Conlleva el sueño menos sanciones que cuanto no sea sueño? Envejezco, y quizá sea el sueño, antes que esta realidad a la que creo ser fiel, y quizás sea la indiferencia con que contemplo el sueño, lo que me hace envejecer?». Una epidemia de sueños cayó a finales de 1922 sobre los surrealistas... «Son siete u ocho – decía uno de los escritores que contemplaba aquel fenómeno – que no viven más que para esos instantes de olvido, en los cuales, las luces apagadas, hablan inconscientemente, como ahogados en plena tierra (…) ; en el café, en medio del ruido de las voces, a plena

sueños.- rtbbg.- Yves Tanguy.- el geómetra de los sueños.- 1935.- colección particular.- Estados Unidos.- Yves Tanguy VEGAP.- Madrid 2013 luz, recibiendo empujones, Robert Desnos no tiene más que cerrar los ojos y hablar, y, entre los platillos, todo un océano cae con sus estruendos proféticos y sus vapores adornados de largas oriflamas. En cuanto interrogan a este estupendo durmiente, apenas lo incitan, ya que surge la predicción, el tono de magia, de revelación.» «¡Nadie sabe bordar sus sueños como Desnos – recuerda también Matthew Josephson en «Mi vida entre los surrealistas» -. Desnos caía en éxtasis, sus ojos saltones adquirían una luz extraña, mientras fluía de sus labios el relato de sus maravillosas quimeras. La noche en que llegué a Berlín, los 

sueños.- tyynn- Claude Cahun y Marcel Moore.- confesiones sin valor.- 1929-1930.- colección partiular.- Museo Thyssen

surrealistas, arrobados, estaban explicando sus sueños. Pregunté si tratarían como «literatura» sus sueños registrados. Bretón explicó que su objeto era explorar la función de los sueños del hombre, el mundo de la mente subconsciente incontrolada, con «espíritu científico», para saber así algo de aquella surrealité que los hombres de procedimientos prosaicos y racionales eran incapaces de alcanzar ni de gozar»

surrealismo-- 2nnh.- Yves Tanguy.- a las cuatro del verano.- 1929.- colección particular

Cuando ahora en Madrid se unen dos exposiciones en torno al surrealismo, vienen a la memoria las palabras de René Passeron: «el calco del sueño, es una práctica donde la espontaneidad de la imagen onírica está favorecida por la vecindad del sueño y la búsqueda paciente de un estado de disponibilidad. Evidentemente la dificultad está en que el trabajo del pintor es largo y técnicamente complejo ( sobre todo para Dalí); la memoria o el efecto deformador de la imaginación, a medida que el tiempo pasa, tiene el riesgo de falsificar la imagen primera, la que ha desencadenado la decisión de ponerse a pintar.»

(Imágenes.- 1.- Man Ray.– manos de Gala y Dalí/ 2.- René Magritte.– nocturno.- 1925.-the menil collection.- Houston,- Estados Unidos.-Rene Magritte.- VEGAP 2013/ 3.- Yves Tanguy.- el geometra de los sueños.-1935.- colección particular.- Estados Unidos.- Tanguy.- VEGAP 2013/ 4.- Claude Cahun y Marcel Moore.-1929-1930.- Museo Thyssen/ 5.- Yves Tanguy.- a las cuatro del verano.-1929.- colección particular)

LOS HUMORISTAS

fantasía.-5gyy.-dibujos.-humor.-David Fleischer.-1933.-Elephinks Silvester

«Sabemos qué es lo que hace reír a la gente. Lo que no sabemos es por qué se ríen», dijo W. C. Fields, que durante sesenta años divirtió a la gente desde el escenario, la radio y las películas y que Paul Johnson en su volumen, «Humoristas» (Ático de los libros) quiere recordar. Sobre esta obra hice ya alguna referencia en Mi Siglo y sobre el humor y la risa, y desde enfoques muy distintos, hablé aquí en varias ocasiones.

gentes.-edcv.-René Magritte.-el espíritu cómico.-1928

Johnson reúne numerosas anécdotas sobre el reír a lo largo de la Historia y entre otras muchas destaca la del oficial al mando del regimiento Totenkopf de los húsares, antes de la Primera Guerra Mundial, que, molesto de la forma en que reían sus subordinados, convocó a todos los oficiales de rango inferior a capitán en la antesala del comedor de oficiales y les arengó así:

«Ustedes, los oficiales jóvenes, ríen de una forma que no me gusta ni voy a permitir. No quiero oír de ustedes risitas, risas ahogadas ni carcajadas. No son ustedes comerciantes, judíos o polacos. Un oficial de caballería sólo puede reír de una forma: con risa corta, afilada y masculina. Así : ¡Ja! ¿Me escuchan ustedes? ¡Ja! No toleraré ninguna otra risa. Ahora, quiero oír a todos ustedes ensayarla. Uno, dos tres, ¡ Ja! ¡Vamos, quiero oírles! Uno, dos, tres ¡Ja! Así está mejor. Ahora, otra vez, todos juntos. Uno, dos, tres, ¡Ja! Sigan practicándola entre ustedes. ¡Pueden retirarse!».

Autographs On Set

El encadenamiento de opiniones sobre el humor, lo cómico, la risa y los humoristas se ha ido enlazando de un modo u otro con Bergson, Pirandello y tantos otros, y la voz de Ionesco ha querido participar también a su modo de tales enfoques. En sus «Notas y contranotas» (Estudios sobre el teatro), Ionesco reconoce que no se da del todo vencido por el gran desasosiego de la vida «y si, como espero, logro en la angustia y a pesar de la angustia introducir el humor – síntoma feliz de la otra presencia  – el humor es mi descarga, mi liberación, mi salvación. (…) Lo cómico me parece ser la expresión de lo 

humor.-ttbbnn.-Charles Chaplin el 11 de abril de 1915.-taringa. net

insólito. Pero lo insólito no puede surgir, a mi juicio, sino de lo más opaco, de lo más cotidiano, de la prosa de todos los días, siguiéndola hasta más allá de sus límites. Sentir lo absurdo de lo cotidiano y del lenguaje, su inverosimilitud, es ya haberla superado; para superarla, primeramente, hay que introducirse en ella. Lo cómico es lo insólito puro, nada me parece más sorprendente que lo trivial; lo suprarreal está ahí, al alcance de nuestras manos, en la charla diaria.»

humor.-rvgyu.-risa.-Einstein.-ojocientifico com

(Imágenes:- 1.-David Fleisher.-1933.-elephinks silvester/ 2.-René Magritte.-el espíritu cómico- 1928/ 3.-Laurel y Hardy firmando autógrafos-1932/ 4.  Charles Chaplin el 11 de abril de 1915.-taringa. net/ 5.-Einstein.-ojo científico)

EL GOZO DE ESCRIBIR

escribir.-u7unn.-EB White escribiendo

«Necesito ocuparme de la literatura cada día – decía el escritor turco Orhan Pamuk -. La literatura es tan necesaria como una medicina. Y en primer lugar, la «medicina» tiene que ser buena. Un fragmento de novela que pueda ser y que sea denso, intenso y profundo, me hace más feliz que cualquier otra cosa, me une a la vida. Si la dosis de literatura que debo tomar a diario la escribo yo, la cosa es distinta. La mayor fuente de felicidad es escribir cada día media página bien hecha. (…) La vida es dura cuando no se escribe porque no se es capaz de escribir. Y también lo es cuando se escribe porque escribir es difícil.

escribir.- laij.-Alexa Meade.- boqueo del esritor.-2010

Voy a describirles lo que me ocurre si ese día no he escrito bien o si, como consuelo, no he podido perderme en un buen libro. En muy poco tiempo, el mundo se convierte ante mis ojos en un mundo insoportable. Por ejemplo, mi hija comprende al instante que mi expresión de infelicidad significa que no he podido escribir bien. No quiero hablar con nadie y nadie, viéndome así, quiere hablar conmigo.»

Estas palabras de Pamuk asoman al otro lado del espejo de lo que se ha llamado «el gozo de escribir«. Siempre me han hecho reflexionar estas cuatro palabras. Escribir es un gozo, o debe ser un gozo, y no un sufrimiento. Escribir debe ser un remanso, no una crispación. Cuando uno cierra la puerta de la soledad y se adentra en el parque de los pensamientos, abre la llave del silencio y pasea y fraterniza con sus personajes, uno está inventando un mundo, levanta los muros de ese mundo, ajusta los ventanales, hace discurrir senderos y carreteras, talla rostros, alienta conversaciones, cruza diálogos, y en el fondo está creando un espacio personal inventado que posee una fuerza en sí mismo, que trasciende y puede llegar a ser universal. Esto – con sus dificultades normales, como en todos los oficios, para ajustar ventanas, allanar caminos, iluminar conversaciones entre los personajes – es sencillamente «el gozo de escribir.»

paisajes.-55ftty.-Magadalena Wanli.-taringa.net

En varias ocasiones me he referido a los paisajes personales en los que se ha encuadrado mi «gozo de escribir». He escrito muchas páginas dentro de mi automóvil (transformado en despacho, con biblioteca, cuadernos y hasta máquina de escribir incluida: podría ahora mismo llegar al mismo sitio del bosque gallego en donde aparcaba en el silencio y allí escribía horas y horas) ; he escrito igualmente ante extensiones de Castilla; he escrito en celdas de Monasterios escondidos; he escrito en mi despacho madrileño casi al amanecer; he escrito libros enteros en pupitres de la Biblioteca Nacional de Madrid; he escrito en habitaciones aisladas de pequeños hoteles en la periferia de la capital. En todos estos lugares «el gozo de escribir» ha extendido su paz y su tensión como atmósfera envolvente que iba rodeando a las palabras, a la vibración de la pluma, al campo del cuaderno. Las dificultades surgían, naturalmente, pero las dificultades se iban diluyendo ante la tenacidad y la paciencia, la atención reposada, la ausencia de prisa, la intensa concentración. El gozo de escribir no puede definirse: avanza y vence, inunda poco a poco la página que emerge y misteriosamente la llena de paz.

paisajes.-ervvb.-René Magritte.-la llamada de las cimas.-salonesarte

(Imágenes:-1.E. B. White escribiendo.- foto Jill Krementz.-painting.box/ 2.Alexa Meade.-2005-/3.-Magadalena Wanli.-traringa. net/ 4.René Magritte.-la llamada de las cimas.- salonesarte)

SOBRE LO GROTESCO

«Nuestro mundo ha desembocado en el grotesco igual que en la bomba atómica – escribió el suizo Dürrenmatt, autor de «La visita de la Vieja Dama» -, del mismo modo que son grotescos los cuadros apocalípticos de Jerónimo Bosch. Pero lo grotesco no es sino una expresión sensible, una paradoja sensible, a saber, la figura de una no figura, el rostro de un mundo carente de rostro. Al parecer, nuestro pensamiento ya no puede prescindir del concepto de lo paradójico y exactamente lo mismo sucede también con el arte, con nuestro mundo que sólo está porque existe la bomba atómica, quiero decir, por el miedo que se le tiene».

Ahora que está teniendo lugar una exposición en el Museo Picasso de Málaga sobre el factor grotesco parece que vinieran a visitarnos también las figuras literarias tan admirablemente comentadas por Wolfang Kayser en«Lo grotesco» (Nova). Por ejemplo, la naríz de Gógol– de la que ya hablé en Mi Siglo – o los personajes excéntricos de E. T. A Hoffmann asomados a sus célebres cuentos. Igualmente la descripción de habitaciones que el escritor suizo Gottfried Keller hace en una de sus novelas: «Abrió la otra puerta y vio una extensa sala que desde arriba hasta abajo estaba colmada de cuadros de los antepasados. El suelo estaba formado de azulejos hexagonales de diferentes colores, el cielo

raso se componía de estucados de yeso con figuras de hombres y animales, coronas de frutas y blasones, de tamaño natural y que parecían flotar casi libremente por el aire. Delante del espejo de la chimenea, de diez pies de alto, se hallaba un anciano diminuto y encanecido; estaba envuelto en una bata de terciopelo escarlata y tenía la cara enjabonada. Pataleaba de impaciencia y exclamaba con voz llorosa: «¡Ya no puede afeitarme! ¡ Ya no puedo afeitarme! ¡Mi navaja no corta y no hay nadie que me ayude! ¡Ay de mí, ay de mí!».

Personajes, situaciones y objetos que se van enlazando en las diversas vicisitudes de lo grotesco. Umberto Eco en su Historia de la Belleza recuerda que Victor Hugo, teórico de lo grotesco como antítesis de lo sublime y novedad del arte romántico, es el que ofrece una galería inolvidable de personajes grotescos, desde el jorobado Quasimodo al rostro deforme del «Hombre que ríe«, y cuando Bajtín estudia a su vez a Rabelais destaca la boca y la nariz como papel importante en la imagen grotesca del cuerpo. Las formas de la cabeza, las orejas, y también la naríz, no adquieren carácter grotesco sino

cuando se transforman en formas de animales o de cosas. «El cuerpo grotesco – dice – es un cuerpo en movimiento. No está nunca listo ni acabado: está siempre en estado de construcción, de creación y él mismo construye otro cuerpo. (…) El mundo grotesco de la representación del cuerpo y de la vida corporal ha dominado durante miles de años la literatura escrita y oral. Considerado desde el punto de vista de su propagación efectiva, predomina incluso en la época actual: las formas grotescas del cuerpo predominan en el arte no solamente de los pueblos no  

 europeos, sino incluso en el folklore europeo; además, las imágenes grotescas del cuerpo predominan en el lenguaje no oficial de los pueblos, sobre todo allí donde las imágenes corporales están ligadas a la injuria y la risa».

grotesco.-7jjnn.-René Magritte.-La bella sociedad.-1965-1966.-BEGAP .-Málaga

Es así como – entre tantos  – Gógol nos asombra, como nos asombra Poe, como nos asombran las situaciones y personajes de Hoffmann.

(Imágenes:- 1.- Louis-Lépold Boilly.-reunión de 35 cabezas.-Museo Eugéne Leroy Tourcoing/ 2 .James Ensor.-máscaras contemplando una tortuga.-Museo de Málaga.-elpais.com/3.-Roy Lichtenstein.-golpe de brocha ll.-1987.-The Estate of Roy Lichtensenstein.-Museo de Málaga.- el pais.com/4.-Otto Dix.- doncellas en domingo.-1923.-VEGAP.-Málaga/ 5.- Juan Sánchez Cotán.-Brígida del Río, la barbuda de Peñaranda.-1590.- Museo del Prado/6.-Leonardo da Vinci.-dos perfiles grotescos.- Royal Collection Trust/ 7.-René Magritte.- La bella sociedad.-1965.-Museo de Málaga)

SOBRE «LA ANGUSTIA VITAL»

«Desde hace muchos años vengo llamando la atención sobre el problema de «la angustia vital»  – me decía en 1966 el profesor López Ibor en su clínica madrileña de la calle de los Olivos -. El calificativo de «vital» tiene para mí una significación precisa. Es una angustia de origen interno que no está producida – aunque a veces desencadenada – por los acontecimientos de la vida, ni por sus dificultades. La expresión que lancé, «angustia vital», ha pasado al lenguaje coloquial y con ella se entiende la que producen las cosas de la vida. La verdad es que hay en el mundo contemporáneo un estado de preocupación que parece más exacerbado o por lo menos resulta más patente al hombre medio».

(Estábamos charlando en su despacho, era febrero, hacía frío en los árboles, nos rodeaban fichas, informes, batas blancas, nadie había en el jardín. López Ibor me hablaba mientras jugaba con un lápiz entre sus dedos)

«Se tiene la impresión – me decía – de que la vida moderna está más llena de dificultades que la vida de otras épocas. No se repara en que precisamente estamos en la civilización del bienestar y que, por tanto, y debido sobre todo a los logros técnicos que se han obtenido, las contrariedades de la vida deberían ser menores. Sin embargo, parece que no es así, y esa sería una cuestión más a meditar. Una gran cuestión. Y es que la vida del hombre siempre resulta misteriosa. Los accidentes externos encubren designios, posibilidades, actitudes internas. El gran problema del hombre actual es haber convertido en problemático el sentido de su vida. Por eso no es extraño que obstáculos y contrariedades del cotidiano vivir aparezcan envueltos en una atmósfera angustiosa».

(Estaba el médico español trabajando sobre un nuevo libro, provisionalmente titulado «El progreso del hombre mismo«, y hablábamos del posible estilo de vida del español en el futuro)

«Siempre resulta bello – me decía – el pensar que el español tiene un estilo de vida que ha mantenido a lo largo de las tremendas vicisitudes históricas, algunas tan disolventes como el proceso de la decadencia tras el Imperio. Y de esa permanencia de «un estilo de vida» – que en definitiva es estar más atento a los valores humanos que a los económicos – pienso que el español puede desempeñar un papel importante en el futuro inmediato, contribuyendo a la creación de ese nuevo humanismo, sobre el cual se hace hoy tan abundante literatura y que necesita urgentemente el mundo técnico.

Pero si todo esto es muy bello, no puede uno menos que pensar en el impacto del mundo contemporáneo de la civilización del bienestar, del «mundo de las cosas«. Ese impacto tiene que penetrar también en el hombre español y puede transformar su estilo de vida. Ya hay signos evidentes de ese proceso. Podemos dudar de la profundidad que alcanzará. Pero ya está ahí. Que el español sea más o menos materialista dependerá de la solidez de las estructuras espirituales y vitales sobre las que se asienta nuestra vida individual y comunitaria. Yo no me atrevería a negar el riesgo que esa situación impone».

(Han pasado los años. Recuerdo aquel febrero, nadie en el jardín, frío en los árboles: las manos de López Ibor jugando con su lápiz mientras me hablaba despacio en su clínica de la calle de los Olivos)

(Imágenes:- 1.- Georgia O`Keeffe.-1932/2.- René Magritte.-La tumba de los luchadores.-1960/ 3.-Maria Grazia Luffarelli.-tulipani danzanti)