DETRÁS DE “LA PESTE”

 

 

Detrás de“La Peste” de Camus ( lectura a la que, con esta  pandemia,  vuelven muchas gentes) , hay, como siempre en tantos autores ,una sucesión de ánimos y desánimos en la mente del escritor que revelan toda la fragilidad escondida en la creación. Camus había acabado la primera versión de “Calígula” en abril de 1959, “El extranjero” en mayo de 1940 y en abril de 1941 anota por primera vez en sus “Carnets”: “Peste” o la aventura” . Su amigo y confidente Jean Grenier desvelaría más adelante: “ Camus sufrió todas las penalidades del mundo para terminar “ La Peste”. Él no estaba contento. Dudaba de ese libro. Es decir, dudaba de si mismo. La celebridad que había adquirido no le complacía. Deseaba permanecer desconocido; cuando se publica y se es famoso, la celebridad  es malsana,  pensaba. Siempre el éxito había sobrepasado sus esperanzas hasta el punto de molestarle ahora. Se decía que su nuevo libro en gestación —“La Peste” — decepcionaría a sus lectores como le decepcionaba a sí mismo. Sorprende toda esta duda —seguía comentando Grenier — cuando es a propósito de una obra que fue bien acogida por el público. Pero Albert Camus estaba sujeto a crisis de descorazonamiento que asombrarían a quien no le conocían más que como autor.”

 

 

 

En sus “Carnets” de trabajo Camus anota que para “La Peste” había leído pasajes del Deuteronomio, del Éxodo, del profeta Amós, de Jeremías y de Ezequiel. “Decididamente — apunta—  tiene que ser un relato, una crónica”, Preparando un capítulo sobre la enfermedad, escribe: “Comprobaban una vez más que el mal físico nunca se presentaba sólo sino que venía siempre acompañado por sufrimientos morales — familia, amores frustrados — que le daban profundidad. Por supuesto ya sabemos que la peste tiene sus ventajas, que abre los ojos, que obliga a pensar. En este aspecto es como todos los males del mundo  y como el mundo mismo. Pero los males de este mundo y del mundo mismo puede decirse una verdad que también es aplicable a la peste.”

En abril de 1938 Camus se había interesado por Melville y por la técnica narrativa empleada en “Moby Dick”, que luego dejaría su influencia  en su libro. En abril de 1939  anota también sus impresiones sobre el cementerio El Kettar, en Argelia e igualmente sobre Orán. Pero el largo trabajo de “La Peste” está presente en sus confidencias: “ muchas notas, la ensoñación vaga y todo esto  —dice — durante años. Y un día viene la idea, la concepción, que reúne todas esas partículas dispersas. Entonces empieza un largo y penoso quehacer de poner todo en orden. Y aún más penoso ya que mi anarquía profunda queda desbordada”, confesará en una carta.

 

(Imágenes—1- Camus con su familia – la frontera/ 2-Albert Camus/ 3- Camus- diatriba)

LA POESÍA COMO ACELERACIÓN

 

 

“El que escribe poesía —recuerda   Joseph Brodsky — lo hace ante todo porque escribir  poesía es un acelerador extraordinario de la conciencia, del pensamiento, de la concepción del mundo. El hombre que haya sentido esta aceleración una sola vez ya no puede resistirse a esta experiencia, se vuelve dependiente de este proceso de la misma forma que sucumbimos a la dependencia de la droga o del alcohol.”

(Imagen —Lin Schunxiong)

SOL DE AÑO NUEVO

 

 

 

“Nuestro Señor ha dado

en  sol rosa a su cielo azul. El viento

es dulce, y el poniente

se abre como un jardín. ¡Es año nuevo!

Nevará en la memoria,

fríos serán y tristes los recuerdos,

habrá, por las praderas de la mente,

un viejo cementerio…

La tarde huele bien, y tiene el alma

paz de alegría y música de ensueños.

Un adiós largo y rosa

yerra en la frente de los monumentos…;

será un mar quieto y malva,

un vergel de luceros,

será un hogar celeste y amarillo

con niños blancos junto al fuego…

Campanas soñolientas…

se ha echado, suave, el viento…

sólo resta esperar a las estrellas

bajo el azul sereno…

El corazón está

como un rosal sin nieve. ¡Es año nuevo!”

Juan Ramón Jiménez – “Sol de año nuevo” – “Poemas mágicos y dolientes”

(Imagen —Thomas Moran – Sol rojo en los cielos — 1875- museo de arte de Carolina del Norte)

LLEVAR LA VIDA MÁS HÁBILMENTE

 

 

 

“Hay quienes llevan a cabo la vida más hábilmente.
Tienen orden en su interior y a su alrededor.
Para todo la manera y la respuesta adecuada.

Adivinan inmediatamente quién a quién, quién con quién,

con qué objetivo, por dónde.

Ponen el sello en las verdades absolutas,

arrojan a la trituradora los hechos innecesarios,

y a las personas desconocidas

a las carpetas destinadas a ellas de antemano.

Piensan justo lo debido

ni un segundo más,

porque tras ese segundo acecha la duda.

Y cuando los dan de baja de la existencia,

dejan su puesto

por la puerta señalada.

A veces los envidio;

afortunadamente se me pasa.”

Wislawa Szymborska—“Hay quienes” – “Hasta aquí” ( traducción de Abel Murcia y Gerardo Beltrán)

(Imagen —William Clutz-  1999- Katarina Rich Perlow gallery – artnet)

VIAJES POR EL MUNDO (28) : LLUVIAS EN LA INDIA

 

 

“Según el calendario hindú — escribía Tagore—, cada año está gobernado por un planeta especial. Asimismo he encontrado que, en cada período de la vida, una estación asume una importancia particular. Cuando miro atrás a mi infancia recuerdo, mejor que nada, los días lluviosos. La lluvia inundada por el viento ha inundado el suelo de la galería. La fila de puertas que dan a los cuartos está toda cerrada. Peari, la fregona vieja, viene del mercado, con su cesto repleto de verduras, metiéndose hasta los tobillos en el lodazal, y calada de lluvia. Yo estoy en la escuela; se ha levantado nube sobre nube durante la tarde, y ahora están amontonadas tapando el cielo, y, mientras miramos, la lluvia cae en torrentes juntos y espesos; el trueno, a intervalos, va rodando ruidoso y largo; alguna mujer loca con uñas de relámpago parece estar rasgando el cielo de extremo a extremo; las paredes de estera se estremecen bajo las ráfagas de viento como si fuéramos a hundirnos hacia adentro; apenas podemos ver para leer, de lo oscuro que está.

 

 

El pat pat de la lluvia que se abre paso por los bosques de mi sueño, crea dentro un descanso alegre más profundo que los sueños más profundos. Y en los intervalos en que estoy despierto rezo para que a la mañana vea continuar la lluvia, nuestra calleja bajo el agua, y la plataforma de la alberca sumergida hasta la última grada.

La gran diferencia que veo entre la estación de lluvias de mi infancia y el otoño de mi juventud es que en la primera es la Naturaleza exterior la que me rodeó muy de cerca, teniéndome entretenido con su numerosa comitiva, su variado disfraz, su mezcolanza de música; mientras que la fiesta que se verifica en la reluciente luz del otoño está en el mismo hombre. El juego de nubes y sol queda en el fondo, mientras que los murmullos de alegría y de pena ocupan el entendimiento.”

 

 

 

(Imágenes —1-Lewis Noble/ 2- Ivan Shishkin- 1891/ 3-Laura Mcphee)

LEER EN ÁFRICA

“Leer no es una actividad de ocio típicamente africana. La música, sí. Comer, sí. Hablar, también. Pero la lectura no, y en especial la lectura de novelas largas. A los africanos leer siempre nos ha parecido un asunto extrañamente solitario. Nos inquieta. — así se va expresando una novelista australiana, Elizabeth Costello, criatura de J. M. Coetzee —. Cuando los africanos visitamos grandes ciudades europeas como Paris o Londres, nos fijamos en cuánta gente saca libros de sus bolsas y bolsillos en los trenes y se retira a mundos solitarios. Cada vez que sale el libro es como si levantaran un letrero. “Dejadme en paz. Estoy leyendo —dice el letrero —. Lo que estoy leyendo es más interesante de lo que puedes ser tú.”

Bueno, en África no somos así. No nos gusta aislarnos del resto de la gente y retirarnos a mundos privados. Y tampoco estamos acostumbrados a que nuestros vecinos se retiren a mundos privados. África es un continente en el que la gente comparte. Leer un libro a solas no es compartir. Es como comer a solas o hablar solo. No es lo nuestro. Nos parece un poco chiflado. Los africanos no tienen dinero para lujos. En África, un libro debe ofrecerte algo a cambio de lo que pagas por ėl. ¿Qué voy a aprender si leo esta historia?, se pregunta el africano. .¿ Cómo me va a hacer progresar? Podemos deplorar la actitud del africano, pero no podemos pasarla por alto. Tenemos que tomarla en serio y tratar de entenderla.”

 

 


 

(Imágenes —1-Consuelo Kanaga -1948//2-Harold Feinstein -1955)

 

VISIÓN DE ESPAÑA (4) : MOGUER

 

 

“El alma de Moguer es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro, como migajón, y dorado en torno – ¡oh sol moreno! – como la blanca corteza

A mediodía, cuando el sol quema más, el pueblo entero empieza a humear y a oler a pino y a pan calentito. A todo el pueblo se le abre la boca. Es como una gran boca que come un gran pan. El pan se entra en todo: en el aceite, en el gazpacho, en el queso y la uva, para dar sabor a beso, en el vino, en el caldo, en el jamón, en él mismo, pan con pan. También solo, como la esperanza o con una ilusión…

Los panaderos llegan trotando en sus caballos, se paran en cada puerta entornada, tocan las palmas y gritan: “¡El panaderooo!”…Se oye el ruido tierno de los cuarterones que, al caer en los canastos que brazos desnudos levantan, chocan con los bollos, de las hogazas con las roscas…

Y los niños pobres llaman, al punto, a las campanillas de las cancelas o a los picaportes de los portones, y lloran largamente hacia adentro: “¡Un poquito de paaan!…”

Juan Ramón Jiménez —“Platero y yo” (1914)

(Imagen —Salvador Dalí)

PETER HANDKE

 

 

“Una extraña sensación al desenvolver la blanca y aromática mantequilla en la cocina y olerla — escribe Peter Handke en “El peso del mundo”, su Diario de 1975 a 1977 —, al cortar los primeros rabanitos de este año y llevarlos también a la nariz: con un gesto así evocamos los olores de la niñez, aún cuando todos esos objetos no pudieran estar entonces tan cerca de nuestras narices; ahora hay que acercarlos para oler y sentir algo que en nuestra niñez nos penetraba sin necesidad de llevárnoslo a las narices: ¿se han debilitado los olores? ¿ o es que olemos peor? De todos modos, lo que entonces en el curso del tiempo y de los acontecimientos vivíamos “sin más”, tenemos que aproximárnoslo hoy caprichosa, intencionada y premeditadamente”.

 

 

El hoy galardonado con el Premio Nobel de Literatura , cuando fue fotografiado por Patrick Zachmann para Magnum, presentó su casa-ermita de Chaville, en los alrededores de Paris, como un refugio de bosques y libros, los cuales, como recuerda Alessia Tagliaventi, no están enjaulados en estanterías, sino que se amontonan donde pueden, en los escalones o en el suelo. Quien ha estado allí cuenta que también los lápices y las plumas se encuentran por doquier, junto a numerosos objetos de toda índole. No hay ni la sombra de un ordenador. Parece – dice Tagliaventi – que este escritor, extremadamente prolífico, es el único que continúa escribiendo sus textos a mano.

 

 

Envuelta su figura en numerosas polémicas, ha sido muy celebrado por diferentes autores. El gran escritor alemán W. G. Sebald le dedicó un penetrante ensayo en “Pútrida patria”, un volumen de crítica literaria. Sebald comentaba el libro de Handke, “La repetición” , que tanto le había impresionado. “Handke – decía Sebald – quería hacer visible un mundo más bello gracias únicamente a la palabra.”

Peter Handke y sus libros tendrán mucho más eco con el galardón otorgado hoy.

 

 

(Imágenes —1-Handke- Wikipedia/ 2-libertad digital/3- modern times rewiew/4-El mundo)

VERANO 2019 (1) : OLOR DE JAZMÍN

 

 

“¡ Qué tristeza de olor de jazmín ! El verano

torna a encender las calles y a oscurecer las casas,

y, en las noches, regueros infinitos de estrellas

tiemblan sobre los ojos cargados de nostalgia.

En los balcones, a las altas horas, hay

blancas mujeres mudas, que parecen fantasmas…

… El río manda, a veces, una cansada brisa,

el ocaso una música imposible y romántica…

La penumbra se llena de suspiros; el mundo

se viene, en un olvido lánguido, a flor de alma,

y se cogen libélulas con las manos caídas,

y, entre constelaciones, la alta luna se estanca…

¡Qué tristeza de olor de jazmín! Los pianos

están abiertos…, hay en todas partes miradas

ardientes…, por el fondo de cada sombra azul

se esfuma una visión apasionada y pálida…”

Juan Ramón Jiménez -“Olor de jazmín” – “Laberinto” (1910- 1911)

 

 

(Imágenes- 1- Richard Miller – 1910/ 2- Peter Ilsted)

PAISAJES DE HEMINGWAY

 

 

“Mirar la nieve, la lluvia, la hierba, tiendas de campaña, vientos, cambios de estación… charlar – decía Hemingway -, volver a ver a tus hijos, una mujer, otra mujer, varias mujeres, pero sólo una mujer de verdad,  algunos amigos, la velocidad, animales, cobardía, valentía, orgullo, co- ordinación, la migración de los peces, muchos ríos, la pesca, bosques, campos, todos los pájaros que vuelan, perros, caminos, toda la buena escritura, toda la buena pintura, las variaciones estacionales de la Corriente del Golfo, sus variaciones mensuales, los vientos alisios, corrientes alternas, la plaza de toros española, bares, vinos, el Prado, Pamplona, Navarra, Santiago de Compostela, Casper, Wyoming, Michigan, Florida, Arkansas, Montana.”

(Imagen – foto de Yousuf Karsh)

VIAJES POR EL MUNDO (19) : SAN PETERSBURGO

 

 

“En última instancia – comentaba Joseph Brodsky al hablar de San Petersburgo – , se debe atribuir el rápido crecimiento de la ciudad y de su esplendor en primer lugar a la ubicua presencia del agua. El Neva, que se extiende a lo largo de veinte kilómetros y se bifurca justo en el centro de la ciudad, con sus veinticinco tortuosos canales, grandes y pequeños, brinda a esta ciudad tal cantidad de espejos, que el narcisismo resulta inevitable. Es como si la ciudad, reflejada a cada segundo por miles de metros cuadrados de una continua amalgama plateada, fuera filmada constantemente por su río, que descarga sus secuencias en el golfo de Finlandia, el cual, en un día soleado, parece un depósito de esas deslumbrantes imágenes. No es de extrañar que a veces esta ciudad dé la impresión de una egoísta redomada, exclusivamente preocupada por su aspecto. Es cierto que en semejantes lugares prestamos más atención a las fachadas que a las caras, pero la piedra no puede procrear. La inagotable y enloquecedora multiplicación de todas esas pilastras, columnatas y pórticos insinúa la posibilidad de que al menos en el mundo inanimado se pueda considerar el agua una forma condensada del tiempo.

 

 

Prro tal vez más que por sus canales y ríos esta “ciudad extremadamente premeditada”, como la llamó Dostoievski, se ha reflejado en la literatura de Rusia, porque el agua sólo puede hablar de superficies  y, además, expuestas. La descripción del interior mental y real de la ciudad, de sus repercusiones en la población y su mundo interior, pasó a ser el tema principal de la literatura rusa casi desde el día mismo de su fundación. Técnicamente hablando, la literatura rusa nació aquí, en las riberas del Neva. Si, como se suele decir, todos los escritores rusos “salieron del “abrigo” de Gógol”, conviene  recordar que éste fue arrebatado de los hombros de ese pobre funcionario precisamente en San Petersburgo, al comienzo mismo del siglo XlX.  Sin embargo, quien fijó el tono fue Pushkin en su “Caballero de Bronce”.

En el marco de la vida rusa de aquella época, la aparición de San Petersburgo fue similar al descubrimiento del Nuevo Mundo: brindó a los meditabundos hombres de la época la posibilidad de observarse a sí mismos y a la nación desde fuera. Dicho de otro modo, esta ciudad les brindó la  posibilidad  de objetivar el pais. Si es cierto que todos los escritores deben distanciarse  de su experiencia para poder hacer observaciones sobre ella, en ese caso la ciudad, al prestar ese servicio distanciador, les ahorró un viaje.”

 

 

(Imágenes-1- San Petersburgo – Julian Barrow/ – 1939/ 2- San Petersburgo –  Nikolai Dubovsky- 1898/ 3- San Petersburgo- Sadovnikov-1862)

LECTURA, DISIPACIÓN, OLVIDO

 

“Es indudable que hoy se lee más que antes. ¿Se lee mejor? – se preguntaba Octavio Paz -. Lo dudo. La distracción es nuestro estado habitual. No la distracción del que se aleja del mundo para internarse en el secreto y movedizo país de su fantasía, sino la de aquella que está siempre fuera de sí, perdido en la mediocre e insensata agitación cotidiana. Mil cosas solicitan a la vez nuestra atención y ninguna de ellas logra retenernos; así la vida se nos vuelve arena entre los dedos y las horas humo en el cerebro. Si tuviéramos el valor de hacer un diario examen de nuestros actos y pensamientos, confesaríamos que somos culpables no de crímenes sin expiación sino de incontables y momentáneos deseos y apetitos, seguidos de mínimas abjuraciones y traiciones a nosotros mismos y a los otros. Pero, ¿somos capaces de recordar siquiera lo que hicimos ayer? Si nuestro pecado se llama disipación, nuestro castigo se llama olvido. Leer es lo contrario de esa dispersión; leer es un ejercicio mental y moral de concentración que nos lleva a internarnos en mundos desconocidos que poco a poco se revelan como una patria más antigua y verdadera: de allá venimos. Leer es descubrir insospechados caminos hacia nosotros mismos. Es un reconocimiento. En la era de la publicidad y la comunicación instantánea, ¿cuántos pueden leer así? Muy pocos. Pero en ellos, no en las cifras de las estadísticas, está la continuidad de nuestra civilización.”
(Imágenes -1-Christian Krogh / 2-Edith Cusack -1896- art gallery of new south walles)

VIAJES POR EL MUNDO ( 18) : EN LOS MARES DEL SUR

 

 

 

«Y si pones en duda lo que cuento, timonea tu barco por las ondas de los mares del Sur; cruza en tu ruta entre inmensas colmenas de corales en las que bulle de incontables vidas el esfuerzo constante; donde en torno del atónito barco, las medusas flotan como hinchazones irisadas; y camina la asteria en cinco dedos, rítmicamente, por las aguas mansas; y bajo mil espinas hacinadas vibra el huevo de mar entre las rocas, y un prodigio naranja se vislumbra donde la jibia entre timieblas duerme, anclada sobre abismos más profundos donde mora la ciega sierpe macho del mar, que con su novia besuquea los barcos que hace tiempo naufragaron, y descendiendo a la tiniebla eterna fueron en busca de sus fríos labios.”

(citado por Ruydard Kipling enUna realidad”)

(Imagen – Ralph Fleck)

LA HABITACIÓN SORDA DE JUAN RAMÓN

 

 

“En la calle del Conde de Aranda donde vivía antes Juan Ramón – contaba Alfonso Reyes en suTertulia de Madrid” -, él se compuso un cuarto sordo, acolchado, que le costó mucho dinero y paciencia. Los obreros no le entendían, y él mismo se equivocaba al principio en la elección de los medios.

Comenzó por forrar los muros de corcho. Pero yo, que tenía mis dudas – continuaba Reyes -, consulté a un mecánico belga, vecino mío. Y mi vecino me explicó que el corcho interrumpe las vibraciones motrices, pero no las acústicas, que contra los ruidos, lo mejor era el fieltro.

Juan Ramón rehizo la obra, apuró un poco, y al fin dió con una sustancia ensordecedora especial que le trajeron de los Estados Unidos, donde las cosechan para sanatorios de hombres fatigados. El resultado fue fantástico.

– Parece – decía el poeta Moreno Villa – que le arrancan a uno los tímpanos al entrar aquí.

Pero lo peor no era esto, sino que se apagaba del todo la atmósfera sonora, ese ambiente o baño de rumores indefinibles en que vivimos como sumergidos; se borraba, en fin, el fondo del paisaje – ! pero en cambio, resaltaban, únicos, individuales y más discernibles que antes, los ruidos más fuertes, los ruidos esporádicos, acaso los más turbadores de todos! Así, el fotógrafo de al lado, el loro del piso bajo, el pavoroso ruido que lanzan los muebles de tiempo en tiempo, y, sobre todo, la pianola de los cubanos de arriba, que todo el día bailaban tangos argentinos con unos tacones matadores…

– Estoy seguro – decía en su exasperación el poeta – estoy seguro  de que usan tacones metálicos.

 

 

Al fin, derrotado, Juan Ramón decidió mudarse. Y en la nueva morada – una pequeña terraza de una de las calles más amplias y señoriales de Madrid – se oía de tiempo en tiempo el chirrido del tranvía en la curva y, al anochecer, el grito de la castañera.

Juan Ramón se ha acostumbrado a levantar la pluma y suspender la labor unos segundos, mientras acaba su quejido el tranvía. Y en cuanto a la castañera, afortunadamente, ha desaparecido con el buen tiempo.

(…) Azorín, curioseando un día en unas ediciones escogidas, le descubrió un antecedente a Juan Ramón Jiménez: resulta que Lamartine padecía del mismo mal y también había caído en el error del cuarto acolchado. Sólo que Lamartine tenía un cuarto al parecer espacioso, y el de Juan Ramón era diminuto, aunque daba la ilusión del espacio, y aún del aire libre, un espejo que duplicaba la longitud y reproducía la ventana de la calle.”

 

 

(Imágenes -1- Juan Ramón Jiménez – Daniel Vázquez Díaz/ 2- Carl Holsoe/ 3- Raoul Dufy)

LOS MICRÓFONOS NOS COMERÁN

 

 

“En nuestra época se habla decididamente demasiado, nos empujan a ello los medios de comunicación, la radio, la televisión, los micrófonos, las grabadoras, ideas e inventos que antes no existían. Hasta hace poco la Tierra se deslizaba por el universo en relativo silencio. Ahora, si pudiéramos oír todo el barulllo en las ondas de radio, el gigantesco jaleo cósmico (…) sin embargo, hay ocupaciones que exigen sobre todo recogimiento y silencio. Aquí empieza el malentendido;  por ejemplo, hay escritores que conceden entrevistas antes de escribir el libro, durante el proceso de escritura y después de haberlo escrito. Si dicen cosas importantes, perfecto, pero un micrófono pegado de repente a los labios muy raras veces consigue sacar de ellos algo inteligente.

Ahuyento a los periodistas porque en su mayoría me proponen conversaciones que no me interesan; preguntan por mis colegas, la poesía y en qué estoy trabajando ahora, pero yo doy la callada por la respuesta. Cuando murió Fellini a nadie se le ocurrió que a lo mejor yo tenía algo que decir de él, fue alguien especialmente importante para mí. Se pregunta a la poeta por la poesía, a los cineastas por Fellini, ¿por qué no al revés?

 

 

-Entonces, ¿por qué ha accedido usted a hablar conmigo? – preguntaba un periodista impaciente.

-Porque contesto a las preguntas a las que tengo ganas de contestar. Si nuestra conversación aparece publicada, la copiaré y en las eventuales propuestas de más entrevistas entregaré ésta; gracias por hacerlo posible.”

Wislawa Szymborska“Los micofonos nos comerán” – entrevista realizada el 30 de noviembre de 1993

 

 

(Imágenes-1-Kenny Schart- 1984-  artnet/2-aparato de radio telefunken/3- Juan Gris)