CUANDO LOS OJOS HABLAN

 


“Encontré sus ojos muy cambiados; no empañados, pero sí con la pupila rodeada por un amplio círculo azul pálido…, era como si al mirarlos, yo los atravesara, como si fuera un ojo de otra luz y de otro sol.”, dice  Wilhelm von Humboldt ante la impresión que le producían los ojos de un anciano Goethe. Los ojos hablan. La importancia de lo que dicen los ojos la ha tratado el alemán  Georg  Simmel en su  gran estudio sobre Rembrandt.” La circunstancia de que el ojo “hable” significa propiamente  — señala  Simmel — que dice más que lo que se puede decir. Su expresión  fluye de una manera más inmediata de la oscura inefabilidad del alma de lo que podría ser utilizado por el arte barroco. Atiéndase por ejemplo al hecho de cuánto descuida Vasari en sus críticas de pinturas a la expresión de los ojos: a lo sumo habla de “ojos fijos al cielo” o en general de una mirada inmóvil cuyo significado no está en su vida sino en su posición. En Rubens es particularmente llamativa la frecuencia con que mantiene a los ojos en una chata universalidad. El barroco no tenía sentido alguno para la dimensión en profundidad del ojo, que llegó a ser absoluta, por decirlo así, en la mirada espacial de los personajes de Rembrandt.”

 

(Imágenes- 1- Rembrandt- autorretrato- Museo colonia Rembrandt paitingent/ -2 = Rembrandt -autorretrato)

LA MUJER DE LOS OJOS CELESTES

 

 

“ Una mujer de ojos oscuros, que está muy enamorada del marido, descubre un buen día que a él en realidad le gustan los ojos celestes – así lo  va contando Alberto Manguel -. Le pide a San Antonio que le dé unos ojos celestes y San Antonio le concede el milagro porque ha sido una mujer muy buena. Al verla, el marido le dice “Sí, claro que estás hermosa, pero ya estaba acostumbrado a tus ojos oscuros y no eres la misma…”. La mujer le ruega a San Antonio que le devuelva los ojos oscuros. San Antonio comprende la situación y se los devuelve. El marido le dice: “¡Ah! Pero justo me estaba diciendo lo feliz que me hacía tener una mujer tan comprensiva y que voy a pasar mi vida al lado de una mujer de hermosos ojos celestes. ¡Qué decepción que vuelvas a tener tus ojos negros…! De nuevo la mujer le ruega a San Antonio. Pasa lo mismo tres o cuatro veces hasta que San Antonio, cansado, le dice: ¡Basta!, y la deja ciega.”

(Imagen – Henri Matisse -1920 -Andrew Weiss  gallerie- artnet)

MÚLTIPLES LENGUAJES

 

 

”Los enamorados – reuerda Montaigne – se enfurecen, se reconcilian, se hacen ruegos, se dan las gracias, se citan, y, en suma, se lo dicen todo con los ojos. ¿Qué decir de las manos? Requerimos, prometemos, llamamos, despedimos, amenazamos, pedimos, suplicamos, negamos, rehusamos, interrogamos, admiramos, contamos, confesamos, nos arrepentimos, tememos, nos avergonzamos, dudamos, instruimos, mandamos, incitamos, animamos, juramos, atestiguamos, acusamos, condenamos, absolvemos, injuriamos, despreciamos, desafiamos, nos irritamos, adulamos, aplaudimos, bendecimos, humillamos, nos burlamos, nos reconciliamos, recomendamos, ensalzamos, celebramos, nos alegramos, nos compadecemos, nos entristecemos, nos desconsolamos, nos desesperamos, nos asombramos, gritamos, callamos, ¿y qué no?, con una variación y multiplicación que rivaliza con la lengua.

 

 

Con la cabeza, invitamos, despedimos, reconocemos, repudiamos, desmentimos, damos la bienvenida, honramos, veneramos, desdeñamos, pedimos, rechazamos, nos alegramos, nos lamentamos, halagamos, regañamos, nos sometemos, retamos, exhortamos, amenazamos, afirmamos, preguntamos.

¿Qué decir de las cejas?, ¿y de los hombros? No hay movimiento que no hable un lenguaje que es inteligible sin enseñanza, y que es público. Por eso, viendo su variedad y su práctica diferente de la de los demás, éste debe considerarse más bien como el propio de la naturaleza humana.”

 

 

(Imágenes -1-Jean Moral – 1927/ 2-Gerhard Richter/3- Otto Steinert)

OJOS Y CORAZÓN

«Están mi corazón y ojos en guerra,

pues ambos se atribuyen tu conquista:

a su derecho el corazón se aferra,

títulos niega al corazón mi vista,

aduce el corazón que él te atesora.

y en él no vio el cristal de una mirada,

mas refutan los ojos que hora a hora

está en ellos tu imagen reflejada.

Llamados a fallar los pensamientos

a los que informa el corazón invicto,

se escucharon también los argumentos

de los ojos, y tal fue el veredicto:

Es de los ojos, tu exterior belleza,

del corazón, tu amor en su pureza».

William  Shakespeare:  Soneto XLVl. (traducción de Mariano de Vedia y Mitre)

(Imágenes:- 1.-Bryce Dallas Howard en «Despair» de Alex Prager/2- retrato de Jeanne Hébuterne.-Amedeo Modigliani.-1917.-colección pivada.-Wahshington.-wikipedia)

LOS EFECTOS DEL CINE

Podrían ir muy unidos seguramente los efectos del cine con el subtitulo que puse en su día a Mi Siglo: «la invención de la realidad«. Se inventa la realidad en el patio de butacas, la sábana blanca de la pantalla extiende su profundidad hasta el fin y cabalgamos imaginativamente sobre ella, a galope tendido de realidad inventada que va dejando atrás a la realidad auténtica, aquella de nuestras vidas y ciudades : hemos cambiado una realidad por otra y cuanto más compacta sea la realidad en penumbra antes olvidaremos la realidad en la claridad. Mucho han hablado sobre esto los escritores.«El ojo está en dificultades. El ojo pide ayuda. El ojo dice al cerebro: «Está ocurriendo algo que no entiendo ni por asomo. Te necesito«. – decía Virginia Woolf hablando del cine en 1926 – Juntos, miran al rey, al barco, al caballo, y el cerebro comprende al instante que han adquirido una cualidad que no pertenece a la simple fotografía de la vida real. No se han hecho más bellos, en el sentido en que son bellas las imágenes, pero ¿ podríamos decir que más reales, o reales con una realidad diferente a lo que percibimos en la vida diaria?».

Recuerda Malraux en su » Esbozo de una Psicología del cine»  la leyenda que cuenta cómo «Griffith se emocionó tanto ante la belleza de una actriz al rodar uno de sus films, que hizo rodar de nuevo, desde más cerca, el instante que acababa de entusiasmarle, y que, al intentar intercalarlo en su lugar inventó, al hacerlo, el primer plano«.

La invención del primer plano, la invención de la realidad diminuta o grandiosa, nos deja subyugados bajo los efectos del cine. Sentados en la oscuridad de la sala no recordamos ya la cocina de nuestra casa, ni tampoco nuestros diálogos y preocupaciones diarios, porque estamos, precisamente ahora, siguiendo unos diálogos y preocupaciones inventados que se desarrollan en esta cocina también inventada y que tanto nos atrae, en este pasillo de esta casa de invención que es más auténtica que nuestra casa propia, y seguimos enfebrecidos y casi palpitantes todo este hilo de preocupaciones y tensiones muy superiores en dos horas a las que podrían ser las nuestras, y avanzamos imantados por este hilo que nos ha alejado de la cotidiana realidad para conducirnos a otra realidad bien distinta.

Luego, al salir, los efectos del cine aún nos persiguen. Sus apagados pasos de imaginación vienen noche adelante. Escuchamos aun voces en la lejanía del cerebro. Pero pronto la realidad común nos absorbe.

(Pequeña evocación sobre «El efecto del cine», exposición inaugurada en Madrid, en Caixa Forum, hasta el 24 de abril de 2011)

(Imágenes:- 1.- «Tuin» (1998).- película de Runa Islam.-cortesía de la artista y de White Cube.-elmundo.es/ 2.- una de las proyecciones de Mungo Thompson en Caixa Forum.-elmundo.es /3.-video de la exposición «El efecto del cine»)

IMÁGENES Y PALABRAS (4) : LO QUE JUZGAN LOS OJOS

Otra de las preguntas que me formula el Dr. Alberto Sánchez León en esta entrevista publicada en la Universidad de Montevideo y que estoy resumiendo estos días en Mi Siglo es la siguiente:

Pregunta :-He de reconocer que me ha gustado el título» El Ojo y la palabra«, pues, a mi juicio, lo más relevante es el y. Tal vez la historia de las imágenes ha olvidado este y e interpreta la cuestión como la elección de una disyuntiva. Desde este punto de vista, y de acuerdo con su obra, ¿cómo ayudar a expandir esta maravillosa utopía?

Respuesta: -No creo que haya pensado demasiado a la hora de poner ese y en el titulo de «El ojo y la palabra«. Salió así porque creo que las dos cosas van unidas y no se puede elegir una u otra.

En cualquier caso, es un convencimiento. El ojo es, creo, lo último que queda del ser humano, el color de la pupila, el ojo entreabierto antes de partir, especialmente ese color, como digo, que encierra cada ojo. Se empobrecen los miembros, los músculos, los movimientos, también las palabras, al fin esas palabras van quedando en monosílabos e incluso reemplazadas por gestos. En el caso del ojo, cuando uno está a punto de abandonar la vida, y mucho antes también, en los meses o semanas anteriores, el ojo va quedándose quizá estático, perdido, sin fuerza de fijeza, pero, aunque palidezca algo, nunca abandonará su primitivo color. Pueden estar satisfechos los ( o las) que tengan un color de pupilas bonito, porque ese azul o ese color – el que sea- será lo ultimo que se cierre. Además, cuando se emplea la expresión ante el momento de la muerte, «Vamos a cerrarle los ojos«, se dice así, y no «vamos a cerrarle las palabras«, porque las palabras seguramente enmudecieron ya mucho antes.

Por otro lado, la palabra y el ojo van siempre de la mano. A través del ojo vemos el ejemplo que se nos da, y lo que le queda a un ser humano cuando permanece ya solo en la vida, con sus padres ya fallecidos, es el ejemplo de ellos, lo que VIO en la familia y en la vida, no tanto lo que le dijeron. Pocas personas guardan palabras muy numerosas y aleccionadoras de sus padres y educadores, pero en cambio sí se ha quedado en su retina aquello que vio con sus propios ojos, actitudes y ejemplos, buenos y malos, que indicaban coherencia o no coherencia respecto a las palabras que se pronunciaban a lo largo de su educación. Por tanto, el ojo que nos ve en los hijos o en los alumnos recoge más lecciones aún que las palabras. Ese ojo además es el que paseamos a través de la vida en general: viajes, acontecimientos, fluir incesante de palabras cotidianas, etc. Pienso a veces que las palabras se desgastan porque se usan mal y se abusa de sus contenidos, y el ejemplo de la política y los políticos en general en el mundo – con ese desfile de sucesos, líderes, elecciones, promesas, etc – hacen que uno devalúe la palabra escuchada. El ojo también juzga todo eso, pero, como siempre, es el ejemplo el que va viendo el ser humano, y aunque le llegue también el escepticismo ante lo que ve, es distinto al escepticismo o a la incredulidad ante tantas promesas de palabras.

(…) Por otro lado, en las familias, todas las casas están llenas de palabras desde el inicio del día a la noche, las madres especialmente se vuelcan en palabras hacia sus hijos y su formación, sencillamente porque, en principio, están más tiempo con ellos que sus padres. Pero creo que ese fluir de palabras tan necesario, incluso un hijo lo puede esquivar, harto ,en determinadas edades, de escuchar lo mismo: lo que es mucho más difícil que esquive es el ejemplo, a veces sin palabras: un ejemplo coherente y firme, en el que se pueden mirar los hijos como en un espejo. Después, naturalmente, ejerciendo su libertad, harán lo que quieran. Pero insisto en esta pequeña valoración porque creo que el mundo actual está sobrecargado o saturado de palabras, – además de las imágenes – y, como he dicho antes, hay un empobrecimiento de las palabras, muchas palabras se manipulan como mentiras, y el excelso valor de la palabra – hasta que uno «dé su palabra» a otro – se ha vaciado muchas veces de contenido.

La palabra, pues, tiene un cometido excepcional en el mundo de hoy. Gracias a las palabras pueden nacer los diálogos ( ahora, en este mundo globalizado) y no sólo con el ojo.
Pero se ve que hay muchos matices que considerar  Por tanto, el ojo y la palabra van unidos. Ese «y» que enlaza las dos cosas es importante para que vayan hermanadas, y con ambas cosas se configura la vida, aunque ahora parezca que sólo destaca el ojo, entregado a veces obsesivamente al mundo de la imagen.

(Imágenes:-1.-Georgia O ´Keeffe.-1922.-Whitney Museum.-artdaily.org/2.-Cosmos.-Takashi Murakami.-Wada Gagouu-co Gallery.-artnet/3.- Jasmina Danowski.-artnet/4.-Georgia O `Keeffe.-1927.-Whitney Museum.-artdaily.org)