
Entro y cierro la ventana.
Traen una bujía, me dicen buenas noches
Y mi voz contenta da las buenas noches.
Ojalá que mi vida sea siempre así:
El día de sol o de suave lluvia
O de tempestad de fin de mundo,
La tarde dulce y las bandas que pasan Contempladas desde la ventana,
El último vistazo amigo al árbol sosegado,
Y después, cerrada la ventana, la bujía encendida, Sin leer, sin pensar en nada, sin dormir,
Sentir correr en mí la vida como un río en su lecho. Afuera un gran silencio como un dios dormido.
Alberto Caeiro

Imágenes- wikipedia