“Allí donde el estanque
se mantiene cubierto de verde,
allí invisibles
en el verdín flotante,
deambulan millones.
También en todo líquido,
ya sea de gusto ácido,
fuerte o suave,
abundan las formas diversas.
Tampoco la lúcida corriente
ni el aire puro,
aunque parezcan
un vacío transparente,
vacíos de ellos.
Hay incluso animales
en los animales,
en infinita sucesión descendente;
y todos tan delicadamente ordenados
que si se pierde
la más pequeña de las especies
todo se perturba.
Cosas más extrañas que esto
el cristal indagador confirma,
y brinda al curioso escenas asombrosas
de vida diminuta; que oculta
bondadosa SABIDURÍA
a los ojos y los oídos del hombre,
porque si de pronto
los mundos encerrados en mundos
fueran empujados a la luz,
se hiciesen visibles a la vista aguda
y audibles al siempre atento oído,
el manjar selecto,
las más frescas viandas
y los más claros vinos,
rechazaría como detestables,
y en lo más profundo de la noche,
cuando el silencio duerme,
por todas partes le aturdiría el ruido”.
James Thomson – ‘The Seassons” , 1730
( Imágenes-1-Anna Atkins/ 2- Otto Piene – 1978/ 3- Constantin Korovin – 1912)