«La mayor parte de los escritores escribe demasiado.- dijo en 1999 el recién galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Letras – Algunos escriben verdaderamente en exceso a juzgar por la calidad de su obra acumulada. Nunca me he considerado un hombre destinado a escribir. Simplemente elijo hacerlo, a menudo cuando no se me puede persuadir de que haga otra cosa, o cuando me asalta una sensación desagradablemente pegajosa de inutilidad, no sé qué hacer y tengo tiempo libre, como cuando termina la Liga de Béisbol.
Diría que sólo en ese estado de reposo galvánico estoy preparado para abordar los grandes temas que la gran literatura requiere: las afinidades entre la felicidad y la desgracia, etc. Llámese a esto, si se quiere, mi versiòn de la inspiración, aunque es casi seguro que mi confianza en este protocolo me lleva incluso a escribir demasiado. Es difïcil escribir justo lo suficiente.
Es evidente que muchos escritores escriben por otras razones que el deseo de producir gran literatura para beneficio de los demás. Escriben como terapia. Escriben (con inquietud) para «expresarse». Escriben para poner orden en sus larguísimos días, o para escapar de ellos. Escriben por dinero, o porque son obsesivos. Escriben como un grito de ayuda o como un acto de venganza familiar. Etcétera, etcétera. Son muchas las razones para escribir mucho. A veces, eso funciona muy bien.
(…) Efectivamente, escribir puede ser complicado, agotador, aburrido, enervante, conducir al aislamiento o a la abstracción, entusiasmar fugazmente; se puede convertir en una tarea penosa y desmoralizadora. A veces produce recompensas. Pero nunca es tan duro como, por ejemplo, pilotar un L-1011 en el aeropuerto de O `Hare una noche nivosa de enero o como una intervención de neurocirugía en la que hay que trabajar diez horas ininterrumpidas y es imposible parar una vez que se ha empezado. Si uno es escritor, puede parar en cualquier sitio y en cualquier momento sin que nadie se preocupe o ni tan sólo se entere. Además, podría incluso ser que, de hacerlo, los resultados fueran mejores».
(Imágenes- 1.-Richard Ford en la Feria Internacional del Libro de Miami-2014/ 2.- theglobneandmail com)

