MATSUO BASHÖ

 

figuras-ewsvb-nieve- ceciliawallin

 

«Cae y cae el rocío;

¿qué tal si yo lo usara

para limpiar el mundo?

 

mariposas-uunnb-flores-Shibata Zeshin

 

¡Qué curioso! Se posa

en hierbas sin olor

la mariposa.

—-

 

flores-ubbn-mariposas- Bryan Graf- trendhunter com

 

Alas de mariposa:

¡cuánta vuelta y revuelta

sobre el muro techado!

—-

 

estaciones.-77h.-paisajes.- niebla.- Shibata Zeshim

 

Nubes y niebla

cambian pronto el paisaje

en cien matices.

japçon.-234,.la caída del trueno.-Hanabusa Itchô

 

Viendo un relámpago,

quienquiera que no entienda

es admirable».

Matsuo Bashö

(Imágenes.- 1.- CeciliaWallin/ 2. y 4.- Shibata Zeshin/ 3.-Bryan Graf.- trendhunter. com/5.-Hanabusa Itchô)

LOS PRIMEROS JAZMINES

flores.-544r.-jazmím.-publispain com

 

«¡Ay jazmines, jazmines blancos!… Recuerdo la vez primera que se llenaron mis manos de estos jazmines, ¡de estos blancos jazmines! He amado después el rayo de sol, el cielo, la tierra verde; he oído el líquido cristal del río en la sombra de la medianoche;  a la vuelta de un camino solitario, la puesta de sol del otoño me ha salido al paso como una novia que alzara su velo para decir que sí a su amado… Pero mi memoria sigue perfumada de aquellos jazmines blancos que cogí en mis manos de niño.

¡Cuánto día alegre tuve en mi vida! ¡Cómo he reído con los más felices, las noches de fiesta! En las mañanas grises canté a la lluvia mis perezosos cantares. Y ha adornado mi cuello la guirnalda nocturna de baculas, tejida por la mano del amor… Pero mi corazón está aromado aún del recuerdo de aquellos primeros jazmines frescos que llenaron mis manos de niño. ¡Ay, jazmines, jazmines blancos!».

Rabindranath Tagore.- «La luna nueva» (traducción de Zenobia Camprubí)

 

jazmines-nh-Sánchez Picazo- regmurcia com

 

(Imágenes.-publispain. com/ 2.- Sánchez Picazo- regmurcia. com)

EL FUEGO Y LOS LIBROS

 

fuego-yttr-Stanley Spencer- mil novecientos treinta y seis

 

Empieza estas semanas la llamada «rentrée» literaria en todas las capitales del mundo y el fuego condensado en cada libo intentará de algún modo propagarse en diversas lecturas. De fuegos y de libros escribí hace unos meses en una revista: «El gran incendio de Londres en 1666, el fuego que se propaga en Westminster en 1731, la librería del Congreso de los Estados Unidos arrasada por las llamas en 1814, la biblioteca de la Academia de Finlandia consumida también en 1827, los dos únicos ejemplares que se salvaron del incendio en la universidad de Indiana en 1833, las llamas devorando la noche del 24 de mayo de 1904 la Biblioteca Nacional de Turín, el terremoto del 18 de abril de 1906 que causó otro incendio en la biblioteca de la universidad de Stanford, las llamas el 1 de septiembre de 193 en la biblioteca de Tokio, el oscuro origen del incendio que quemó 70.000 libros en el Seminario Teológico judío de Nueva York en 1966, las 400.000 obras destruidas por el fuego en la Librería Popular de Los Ángeles en 1986, el escape de gas tras el que se iniciaron las llamas sobre 100.000 libros en agosto de 1994 en Norwich, al este de Inglaterra…

 

figuras-rrvvg-fuego- Alex Lilly- dos mil nueve

 

 

Podíamos seguir. Las  hojas quemadas, las cubiertas retorcidas por llamas azules, el olor de las páginas consumidas, los grabados ennegrecidos y oscurecidos, los índices borrados, las grandes y bellas letras arrugadas por el fuego, decapitados los diálogos, quebradas las aventuras, chamuscados hasta lo inverosímil los pensamientos. El 10 de mayo de 1933, los nazis queman los libros en una plaza de Berlín. Stefan Zweig, Thomas Mann, Heinrich Mann, Eric Maria Remarque, Jacob Wasserman, Franz Werfel, Albert Einstein, Sigmund Freud, Marcel Proust, Upton Sinclair.., sus obras son pasto de las grandes hogueras. Stefan Zweig dirá más adelante: «Esta fiesta que ha sido organizada con mis libros ha suscitado desgraciadamente más ruido del que yo podía esperar. Pero yo he renunciado por mi parte a esta publicidad. Todos saben que yo soy un hombre a quien sobre todo le importa el silencio».

 

fuego-unvv-Carole Pierce- dos mil catorce

 

Es el fuego. El fuego rodeando a libros que muchas veces contienen fuego, que han sido escritos bajo el fuego de la inspiración. La llama de la creatividad se ha encendido en el rincón del escritor, apenas se la ve, ondula temblorosa en la cabeza del que crea. El escritor se inclina ante la llama que a su vez se inclina ante el artista, las lenguas de fuego del espíritu se posan sobre cada palabra y cada verbo, las palabras empiezan a caminar por la página, se cogen de las manos las palabras para bailar ante el fuego. Hay un fuego dentro de cada libro, ese fuego que nos encendió en la adolescencia, que nos entretuvo en la juventud, que en la madurez nos ha hecho meditar. Si los libros no escondieran fuego en su interior no serían auténticos, nunca abrasarían. Todas las llamas de la poesía, las grandes lavas descendiendo de las prosas rojizas y rocosas, toda la luminosidad de los diálogos, las astillas ardientes de los sentimientos, los carbones en humo de las reflexiones, el incendio en fin, todo eso es un gran libro.

Ninguna llamarada exterior consumirá el fuego que un libro lleva dentro».

José Julio Perlado

 

libros-unnh-Vincent van Gogh- mil ochocientos setenta y siete

 

(Imágenes.- 1.-Stanley Spencer– 1936/ 2.-Alex Lilly- 2009/ 3.- Carole Pierce– 2014/ 4.-Vincent van Gogh.-1877)

VIAJES POR EL MUNDO (2) : CORINTO : ENCUENTRO CON UN PERSONAJE

 

Corinto-moi- Corinto desde el espacio

 

Recuerdo aquella jornada hace años por la carretera que sale de Atenas y pasa por Eleusis, cerca del escenario donde tuvo lugar la batalla de Salamina, luego bordear el mar, y pronto la llegada a Corinto, el tono de luz del mediodía, el almuerzo en lo alto, en una pequeña casa del Acrocorinto. Bajo el sol y ante el fondo de las aguas a lo lejos, el amplio golfo de Corinto, las ruinas de una vieja fortaleza en la montaña, la planicie de la vieja Corinto de San Pablo, las ruinas de la sinagoga…

Allí, de pronto, me encontré con mi personaje. No había nadie en derredor, pero sí una lápida en el suelo, un nombre : Mapia Kateika. Lo apunté en un papel y poco a poco esa figura se levantaría en el tiempo y me acompañaría años enteros. Graham Greene cuenta que a veces ha ido «en busca del personaje» – el título de una de sus obras así lo refleja- pero yo no iba en busca del personaje, sino que el personaje vino hacia mí  de repente y conmigo se quedó durante años, en el centro de mi memoria, para aparecer después  en mi novela «Contramuerte«, la narración de la plaga sobre la paralización de la muerte en el mundo.

Mapia Kateika, aquel nombre escrito en el Acrocorinto en un viejo papel – la primera mujer que muere en el mundo después de la plaga – permanece así en las páginas de un libro:

 

Corinto-nhy- atenas net

 

«Hoy día, quienes visitan la vieja iglesia de la montaña del Acrocorinto con su pequeña nave lateral, a la derecha, sobre un suelo cubierto de lápidas, cruces e inscripciones semiborradas, podrá descubrir sin duda, un sencillo rectángulo de piedra, un marco de bordes por donde asoma la hierba y que se extiende horizontal, de cara a una diminuta bóveda, y cerca de una puerta casi escondida que antiguamente llegaba hacia un jardín, y conduce hasta la sacristía. Allí están cuanto queda de los restos de Mapia Kateika, esposa del comerciante en maderas por todas las aldeas vecinas, y mujer cuyo nombre fue publicado, comentado y repetido en horas y días por el mundo entero, sin que luego quedara de ella más que una pálida estela, tal como sucede con todos los seres y las cosas, sobre los que atraviesa y a los que allana el tiempo.

Mapia Kateika tenía cuando ocurrió el suceso, noventa y dos años de edad y era una campesina fuerte, más bien gruesa, apoyada en dos bastones para poder moverse con más seguridad, rodeada su cabeza por un pañuelo oscuro atado a la garganta y que hacía resaltar aún más su blanca tez, su pelo sembrado de canas, y sobre todo – entre los pómulos gruesos y sus hinchados párpados -, los dos ojos grandes y profundos, intensamente azules, como de agua que estuviera moviéndose allí, agua azul en la hondura de las pupilas, moviéndose y aleteándose entre las pestañas, igual que un permanente recuerdo de su pasada belleza. Su ancho volumen, el andar lento y poderoso, los movimientos espaciados, contrastaban con aquellos dos ojos de juventud. Pero sus noventa y dos años de edad, eran iguales a noventa y dos llevados por muchas mujeres del mundo, y ellos estaban repletos de mañanas innumerables pasadas sobre la infancia, la adolescencia y la juventud, por tardes y noches de cotidiana madurez, y tiempos inmóviles de vejez, toda una vida ante un mismo paisaje, frente a unos mismos árboles e idénticos montes.

No era la más anciana de aquella aldea Mapia Kateika, ni la más anciana de todo Corinto. Había tenido once hijos y todos vivían, dándole estos, a su vez, veintiocho nietos. Nadie había muerto en su familia desde el inicio de la plaga: a sus noventa y seis años, su esposo – Stéfanis  Manussos -, abandonando todo quehacer, tomaba el sol cerca de ella, al costado de la sencilla casa solitaria, en un extremo de la aldea donde ya los ruidos de gentes casi no existían, y sólo el campo únicamente (los rumores del campo) – desde el roce de las hojas, al de los pájaros -, lo invadían y apaciguaban todo, sumergiéndolo en un silencio denso».

José Julio Perlado

 

Corinto- nyyh- sail-wind org

 

(Imágenes.- 1.- Corinto desde el espacio/ 2.-Corinto- Atenas net/ 3.- Corinto- sail-wind org)

CARMEN BALCELLS

Balcells-nnmu-elpais- foto Joan Sanchez

 

«Yo estaba sola – recordaba Carmen Balcells sus últimas horas del 20 de octubre de 1982 -, sepultada por cientos de papeles, en esta misma oficina, aquí en la Diagonal. Ya había oscurecido. Tenía la costumbre de, cuando todos los empleados se iban, seguir trabajando hasta muy tarde, poniendo orden, preparando contratos, redactando cartas y organizando el trabajo del día siguiente. Sin embargo, aquella noche fue diferente a todas. Recibí una llamada telefónica muy importante y, al colgar el aparato, me quedé paralizada en mi butaca, con los ojos clavados en un retrato precioso de Rafael Alberti que tenía colgado en la pared. Entonces vi desfilar por mi cabeza los momentos más importantes de mi vida; imágenes de mi pueblo natal, Santa Fe; los duros inicios en esta agencia; el nacimiento de mi hijo; las batallas con algunos editores… Permanecí varias horas así, ensimismada. Fue un intenso placer…

 

(La llamada había sido de Gabriel García Márquez, diciéndole:

Carmen, he recibido una llamada de un miembro de la Academia Sueca. Mañana me van a dar el Premio Nobel de Literatura)

Aquella noticia desencadenó en mí un sentimiento completamente nuevo. Era una sensación totalmente física, como si algo muy fuerte estuviera intentando salir de mi pecho, algo inefable que, si tuviera que resumir en palabras, sería: «¡Hemos triunfado! Eso es, una sensación absoluta de triunfo».

Estos recuerdos, recogidos por Xavi Ayén en «Aquellos años del boom», se unen ahora, ante el fallecimiento de Carmen Balcells , a tantos otros numerosísimos que condensan una tarea y una vida. Donoso, entre otras muchas evocaciones, quiso dejar también su testimonio en  su «Historia personal del «boom». En la nochevieja de 1970, y en una fiesta en casa de Luis Goytisolo, en Barcelona, cuenta Donoso cómo bailaron Cortázar y el matrimonio Vargas Llosa, estos últimos un valsecito peruano, y luego, a la misma rueda que los premió con aplausos, entraron los García Márquez para bailar un merengue tropical. «Mientras tanto – dice el novelista chileno -, nuestro agente literario, Carmen Balcells, reclinada sobre los pulposos cojines de un diván, se relamía revolviendo los ingredientes de este sabroso guiso literario, con la ayuda de Fernando Tola, Jorge Herralde y Sergio Pitol, alimentando a los hambrientos peces fantásticos que en sus peceras iluminadas decoraban los muros de la habitación: Carmen Balcells parecía tener en sus manos las cuerdas que nos hacían bailar a todos como a marionetas y nos contemplaba, quizá con admiración, quizá con hambre, quizá con una mezcla de ambas cosas, mientras contemplaba a los peces danzando en sus peceras».

Carmen Balcells, descanse en paz.

 

Donoso-unn- emol com

 

(Imágenes.- Carmen Balcells en su estudio-foto Joan Sánchez- elpais/ 2 – José Donoso.-emol. com)

EVOCANDO EL CAFÉ COMERCIAL

 

café Comercial- bty- fachada del café Comercial dos días después de su cierre- wikipedia

 

«Otra vez en el café Comercial evoca el escritor Tomás Segovia en sus » Cuadernos de notas- » El tiempo en los brazos» (Pretextos) – , con un sentimiento casi conmovido de volver a casa. No una casa que sería este café en particular, sino un estar en casa que se produce en este o en otro lugar, pero que tiene sus predilecciones y sus recurrencias (…) En este café, por ejemplo, es una maravilla la cantidad de cielo que se ve por sus altos ventanales. Un cielo ahora ya ligeramente otoñal, con esa luz incomparable del otoño madrileño, el azul y el gris igualmente enteros, cada uno con todo su peso pero sin su violencia, lado a lado respetándose y expandiéndose en paz, repartiéndose sin rencor el ancho mapa celeste, aceptando cada uno ser las islas de otro: los grises las esponjosas islas de un mar de hondura azul, el cielo las compactas islas de mordidas costas entre los  oscuros vellones de un blando océano.

Y esa cosa de puerto y refugio que tienen estos cafés (en vías de extinción, ¡ay!) – escribe esto Segovia el 16 de septiembre de 1994 – donde se está sin prisa, sin música impertinente, sin mezquindad de espacio ni atropello; esa cosa de escala protegida y abastecida, donde la ceremonia del estar juntos lo es todo.

En ningún sitio se da mejor que en estos viejos cafés el sentido de la pura pertenencia, de la pura comparecencia, ese estar presentes unos ante otros sin ningún grado de posesión. No pasivamente, porque en estos espacios de copresencia uno se presenta decidida, abiertamente, pero precisamente por la pura presencia común, sin otra meta que ese estar juntos como instrumento; sin otra comunidad que la de la especie en su silencio y su ociosidad».

Los cafés desaparecen, pero las voces que tanto hablaron de ellos y tanto vivieron entre estas mesas siempre perduran…

 

Segovia-nhu- estudio de Tomás Segovia- Madrid- dos mil seis- wikipedia

 

(Imágenes.- 1.- El Café Comercial, dos días después de su cierre, en julio de 2015 – wikipedia/ 2.- estudio de Tomás Segovia- Madrid 2006- Wikipedia)

BUSCA LA ROSA

flores.-ttgbn- rosa blanca.-Georgia O `Keeffe.-1927

 

«Busca la rosa.

Donde ella esté

estarás fuera de ti. Búscala en prosa,

puede ser

que en prosa ella florezca

aún, bajo tanta

metáfora; puede ser, y que cuando

en ella te veas, te reconozcas

como ante una infancia

inicial no empañada

por ninguna palabra

y ningún recuerdo.

Quizá entonces puedas

escribir sin porqué,

evidencia de nuevo de la Razón

y pasaje para lo que no se ve».

Manuel Antonio Pina.-«A un joven poeta»

 

flores-ww-rosas- Henri Fantin -Latour- mil ochocientos ochenta y cuatro

 

(Imágenes.- 1.-Georgia O`Keeffe- 1927/ 2.- Henri Fantin Latour- 1884)

EL NUEVO POP ART

 

pop art 5- Martha Rosler- Martha Rosler photo- Tate Gallery

 

Cierto día, a mediados de 1960cuenta Peter Watson en su «Historia intelectual del siglo XX» -, Leonard Kessler,  ilustrador de libros infantiles, se tropezó con Andy Warhol – antiguo compañero de clase – cuando salía de un almacén neoyorquino de material de bellas artes, cargado de brochas, tubos de pintura y lienzos. Kessler lo miró de hito en hito.

-¡ Andy! ¿Qué estás haciendo?

– Voy a hacer pop art – repuso Warhol.

En ese momento, a Kessler no se le ocurrió otra cosa que preguntar:

-¿Por qué?

-Porque odio el expresionismo abstracto- ¡Lo odio!

 

pop art 3- vnu-Alberto Grifi- cortesía del archivo fotográfico del Centro Experimental de Cinematografía- Tate Gallery

 

Ahora la Tate Modern presenta una exposición sobre los iconos del nuevo pop y se proponen de nuevo imaginaciones, combinaciones, experiencias y mezclas de los últimos lenguajes plásticos. Arthur C. Danto, el filósofo norteamericano, opinaba

pop art- 9- bbvvu- Isabel Oliver- mil novecientos setenta y uno

 

que el arte entendido como narrativa de la modernidad, cuyo último paradigma había sido el arte abstracto, había desaparecido desde que en 1964 Andy Warhol había presentado como arte una simple caja de una marca de jabón detergente, y que arte era ya, sencillamente, lo que querían los artistas. En 1979, y comentando los retratos que hiciera Warhol, el historiador de arte Robert Rosenblum, en su catálogo para aquella exposición, escribía: «Si bien se ve al instante

 

pop art 2- bhu-Tate Gallery

 

que Warhol ha revivido el encanto, el brillo y el chic de la vieja tradición del retrato de sociedad, tal vez es menos obvio que, a pesar de su legendaria indiferencia por los hechos humanos, también ha capturado una increíble variedad de atisbos psicológicos entre sus retratados». El artista Jedd Garet quiso reseñar aspectos de del pop art diciendo que «cualquier tipo de declaración visual que uno quiera hacer debe pasar primero por el diseño de moda y el diseño de muebles hasta que se comienza a producir al por mayor. Al fin y al cabo, un surtidor de gasolina puede parecer diferente gracias a un cuadro que uno ha hecho; pero eso no es algo por lo que deba preocuparse un artista».

 

pop art- 7- Tate Modern

 

(Imágenes.- 1-Martha Rosler photo- Tate Modern/ 2.-Alberto Grifi– cortesía del archivo fotográfico del centro experimental- Tate modern/ 3.-Isabel Oliver- 1971- Tate modern/4.-Tate modern/ 5.-Ushiro Shinohara– 1966- Tate modern)

LA ÚLTIMA HOJA

estaciones.-776n.-hojas.-invierno.-Martin Gommel - copia

 

«¡Qué princesa final  — la última hoja

de otoño — pasa por en medio, lenta,

de la ancha calle sola!

Rubia, desheredada, morganática

esposa del gorrión. Presentan armas,

inútiles aceros, ramas secas,

dobles filas de árboles, la guardia.

¡Adiós!

Las encendidas iluminaciones

urbanas a su muerte paraísos

eléctricos ofrecen, blancos campos

elíseos. ¡Arriba!

El viento, su destino, ya la sube,

alma, al cielo.

‘¡Adiós! Invierno, ¡qué anarquía!, invierno.

Las dinastías verdes

cumpliendo trasatlánticos destierros,

esperan,

abril, clarín, restauración segura».

Pedro Salinas.- «Seguro»

 

estaciones.-6hh.-hojas.-Gyorgy Kepes,-.1930.-fotografía del Museo de Bellas Artes de Boston

 

(Imágenes- 1- Martin Gommel/ 2.-Gyorgy Kepes.-1930- museo de Bellas Artes de Boston)

UNA FOTOGRAFÍA

  fotografía-byyu- Mark Elliot

 

  Cuando se contemplan esas fotografías de juventud en las que aparezco yo con mi primer traje de adolescente, la mano izquierda, que así me la ha colocado el fotógrafo, sobre el hombro de mi madre, la vida, como todas las vidas, aún no ha aparecido en el horizonte, como no ha aparecido tampoco la vida en la existencia de A., la que será mi mujer, que más que fotografiada queda dibujada en ese otro retrato suyo, realizado con un lápiz negro, muy cuidado, en el que el dibujante ha ido ensombreciendo su pelo, ha retocado su cuello de once o doce años y ha colocado una cinta blanca en lo alto de su cabeza de muchacha. Ahora las dos imágenes tras cristales distintos reposan sobre uno de los muebles del comedor, sobre una repisa con otras tantas fotos de familia, y esas imágenes puras de juventud han llegado hasta aquí a través de mil avatares, sin conocerse al principio, entrelazándose después, y siendo año tras año responsables de todas esas otras fotos familiares que se extienden sobre muebles, pero también sobre campos, arboledas, o sobre aquel banco en el que estamos con nuestros hijos junto al mar. Esas dos estampas de juventud son el germen de todo ello. Pero yo miro ahora al fotógrafo de pie, estoy al lado de mi madre, me han colocado junto a mi madre sentada y luciendo aquella melena rubia que ella tenía por aquellos años, cuando aún gozaba de salud,  y también me han querido colocar casi en la esquina respecto a la posición de mis hermanos y algo lejos de mi padre situado al otro lado. Imagino que el fotógrafo dio unos pasos atrás para esconder su cabeza bajo el paño negro de ocultación que se usaba aquellos años para retratar y que con la mano en el aire, echado su cuerpo hacia delante y acompañándose con la voz, nos iba retocando las posturas, situándonos las manos, pidiendo una sonrisa – todos estamos serios – y dando al fin al flash, al relámpago que inmortalizara aquel momento.

El momento quedó inmortalizado y la vida se situó delante de mí prácticamente sin haberla vivido como también estaba la vida de A., la que sería con el tiempo mi mujer, y ella se levantó con sus once o doce años de la silla en que había posado. Debió de realizarse ese dibujo en la primera vivienda que tuvieron sus padres en Madrid o quizá en una vivienda del sur, no lo sé bien. A. me entregó años más tarde aquel dibujo y no me dijo más. Ella en cuanto concluyó el dibujo se refugiaría muy posiblemente en la conversación con sus hermanas y yo, en una ciudad distinta, casi con toda seguridad y al terminar aquella sesión fotográfica, me desabrocharía el botón superior de mi camisa blanca que me estaba apretando el cuello y acaso me fuera a leer un poco al volver a casa, porque en aquella época, a los trece o catorce años, yo leía ya muchísimo».

José Julio Perlado  ( del libro inédito «Relámpagos«)  

 

fotografía-nuun-Astrid Kirchherr  

(Imágenes.-1. -Mark Elliot/ 2. Astrid Kirchherr)

SOBRE LA ESPERANZA

  Berger- vvu- John Berger en Estrasburgo- dos mil nueve- wikpedia

 

  «La gente me dice que encuentra esperanza en mi trabajo  –  confesaba John Berger en una entrevista -. Me siento bien al escucharlo, pero no reconozco de qué forma aparece la esperanza en mi obra. No es que no crea en la esperanza, sino que no soy consciente de la esperanza que introduzco en mi obra. No creo que se pueda generar esperanza conscientemente, se trataría de algo falso. Sin embargo, la esperanza, como una emoción de contrabando, acaba apareciendo. Hay una enorme confusión en Occidente sobre el optimismo y el pesimismo. Me parece una concepción sumamente ridícula. La esperanza no es una promesa ni una póliza de seguro. La esperanza tiene que ver con el deseo de algo. No se trata de alcanzarlo u obtenerlo. La esencia de la esperanza es llegar a ser. Llegar a ser otro. Creo que la esperanza, en este sentido, se parece mucho a rezar».

(Imagen.- John Berger en Estrasburgo- 2009 -Wikipedia)

RECETA PARA HACER AZUL

figuras-tec- Nasrollah Afjehei

 

«Si quieres hacer azul,

coge un pedazo de cielo y mételo en una olla grande

que puedas poner al fuego del horizonte;

luego mezcla el azul con un poco de rojo

de la madrugada, hasta que se difumine;

vacíalo todo en un recipiente bien limpio,

para que no quede rastro de las impurezas de la tarde.

Finalmente, tamiza un poco de oro de la arena

del mediodía, hasta que el color se adhiera al fondo de metal.

Si quieres, para que los colores no se destiñan

con el tiempo, arroja en el líquido un hueso de melocotón quemado.

Lo verás deshacerse, sin dejar rastro de que alguna vez

allí lo pusiste; y ni siquiera el negro de la ceniza dejará restos de ocre

en la superficie dorada. Luego puedes levantar el color

a la altura de los ojos, y compararlo con el azul auténtico.

Ambos colores te resultarán semejantes, sin que

puedas distinguir entre uno y otro».

Nuno Júdice.- «Receta para hacer azul» (traducción de Jerónimo Pizarro y Nicolás Barbosa López)

 

figuras-yccb-Victor Vasarely

 

(Imágenes.- 1.-Nasrollah Afjjei/ 2.-Victor Vasarely)

MONDRIAN

casas- hyuui- pueblos- Piet Mondrian- mil novecientos

 

«En el futuro, la realización de lo puramente pictórico en la realidad palpable sustituirá a la obra de arte. Entonces ya no necesitaremos pintura, pues viviremos en medio de un arte  hecho realidad, El arte desaparecerá en la medida en que la vida tenga un mayor equilibrio». Estas palabras de Mondrian, sobre cuya evolución pictórica se ha inaugurado una exposición, nos llevan, desde sus árboles y casas, hasta su geometría, sus ángulos rectos, sus planos, el ordenamiento de sus colores y su abstracción.

 

árboles-bbnnu- Piet Mondrian

 

Como recordaba Sedlmayr al hablar de la revolución del arte moderno (Acantilado) , «con Piet Mondrian, la pintura ha dado un giro hacia la geometría y lo constructivo, lo cual ejerce su influencia sobre la nueva arquitectura (…) Lo que ya no se puede discutir es que el paso dado por Mondrian ha hecho que la pintura haya quedado sometida a la geometría más elemental. Tales cuadros ya no serán realizados con las herramientas típicas del pintor, sino con las del dibujante de geometría, la regla y la escuadra, mientras que el color le será aplicado exclusivamente como una superficie homogénea, como «retoque» de un compartimento superficial».

 

figuras-unhn-Nueva York- Piet Mondrian- mil novecientos cuarenta y dos

 

«Mientras el hombre – decía Mondrian – esté dominado por su individualidad subjetiva, antes que cultivar su ser verdadero, que es universal, no busca ni puede encontrar más que su propia persona. Para que nuestro ambiente material sea de una belleza pura, y, por lo tanto, sana y práctica, es necesario que no siga siendo el reflejo de los sentimientos egoístas de nuestra pequeña personalidad; es preciso también que no vuelva a ser ninguna expresión lírica, sino, por el contrario, puramente plástica».

 

ríos-unnn-casas- Piet Mondrian- ml novecientos siete

 

Jean Cassou evocaba los primeros árboles pintados por Mondrian, arañantes y patéticos como los de Van Gogh, pero que se convirtieron rápidamente en otros más ligeros para reducirse al final a una sola estructura. Vendrá más tarde la abstracción. «Abstraer es para Mondrianquiso recordar Cassou – retirar a las cosas

 

figuras.-787gt.-por Pietre Mondrian.-1919.-Galllerie nazionale d`arte moderna

 

su personalidad, su particularidad, sus accidentes, no dejando más que la imagen esencial, intercambiable, por lo tanto, hasta el límite, una imagen ideal, o mejor dicho, ninguna imagen (…) Pero la purificación que perseguía Mondrian no se limitaba a la pintura, también soñaba que el equilibrio constante de los tres colores primarios y las de la horizontal con la vertical se introdujera en la ciudad. Extendía su rigor a toda la vida de la ciudad, de la calle y del hombre. «Es preciso concentrarse – decía – en  la expresión plástica del hombre, en la vivienda y en las piezas de la vivienda, y es preciso dejar a los ingenieros la preocupación de la técnica de construir».

 

pintores.-ert-Piet Mondrian.-1937.-Rosa Klein

 

(Imágenes.- 1.-Mondrian.-1900/ 2.-Piet Mondrian/ 3.-Mondrian.- 1942/4,- Mondrian.- 1907/ 5.-Mondrian.- 1919.- galleria de arte moderno/ 6.-Piet Mondrian- Rosa Klein – 1937)

VERANO 2015 (y 6) : UNA CASA

casas-hhun- jardines- Otto Schöntal- mil novecientos siete

 

«Una casa es un bloque de piedra en el que se penetra a través de unos agujeros y se circula luego por sus laberintos; en ella se encuentran toda clase de grutas, cavernas y sorpresas, lugares inhabitables y huecos de escalera; profundas cavas, graneros axfisiantes y rimeros repletos de conservas. Alrededor hay un gran jardín con espesos castaños, un surtidor y peces rojos, sin contar con un perro tronado que no muerde a los ladrones. (…) En la casa los fantasmas se sienten a gusto; tienen sus rutinas y habitan en las buhardillas. El vino no se guarda en la nevera sino en la bodega. Los quesos son excelentes. Es un asilo para los ancianos y un paraíso para los críos. Es casi indispensable que en la cubierta figure una veleta. (…) En invierno, la casa cruje bajo el embate de la tormenta y los niños se duermen temiendo al lobo feroz con un sueño absolutamente humano, saturado de irracionalidad, pesadillas y temores estacionales».

Alexandre Vialatte.- «L`éléphant est irrefutable».-(1980)

 

interiores-ccvy-casas- escaleras- ilustraciones- Colin Thompson

 

(Imágenes.- 1.- Otto Schönthal / 2.-Colin Thompson)

LAS RESPUESTAS DE KIPLING

 

Kipling,mu-foto firmada por Elliott & Fry- wikipedia

 

«Me niego a ser entrevistado. –le respondió Ruydard Kipling al periodista de «The Sunday Herald» en 1892 -.Es un delito. Nunca lo he permitido y nunca lo permitiré. No tiene usted más derecho a interrumpir mi paseo que el que pudiera tener un salteador de caminos. Es una afrenta asaltar así a un hombre en plena vía pública. De hecho, esto es incluso peor. (…) ¿Que por qué me niego a ser entrevistado? ¡Porque es una inmoralidad! Es un delito, en la misma medida que es una ofensa a mi persona, una agresión, y merece el mismo castigo. Es una vileza y una cobardía. Ningún hombre respetable pediría una cosa así; y menos aún la concedería. (…) Usted y sus colegas, con la característica falta de discernimiento y comprensión de lo que es el periodismo que caracteriza a los americanos, serían incapaces de entenderla. Los ingleses detestamos las entrevistas. Y, en cualquier caso, ¿qué tienen de bueno los reporteros? ¿ En qué pretende convertirse o qué pretende conmigo? La prensa norteamericana es algo sucio y podrido. (…) El periodismo inglés es digno y respetable. No hay en él trapos sucios. Lo que ustedes los norteamericanos llaman  espíritu emprendedor no es más que sensacionalismo de baja estofa. Un editor inglés jamás insultaría a un hombre respetable pregúntandole por sus ideas. Son privadas, lo mismo que su casa, y nadie tiene derecho a invadirlas.

Los periodistas estadounidenses son una mancha en la hoja de servicios de la profesión, y cuando uno de ellos perpetra un crimen, como usted ha hecho, deberían encerrarle allá donde no pueda hacer más daño. No hay nada que admirar en el periodismo norteamericano, y menos aún que esperar. El periodista inglés es un caballero y deja en paz a la gente».

 

Kiplin- nbg- pitisbourg magazine

 

Con estas evasivas radicales y constantes de Ruydard Kipling y con su permanente actitud, el periodista del «The Sunday Herald» logró finalmente todo su objetivo: obtener una larga conversación que podría muy bien figurar entre «las entrevistas imposibles», aquellas tan célebres e interesantes que consiguieran  Italo Calvino o Giorgio Manganelli.

(Pequeña evocación de Kipling en los ciento cincuenta años de su nacimiento)

(Imágenes. 1 .-Kipling- foto firmada por Elliott & Fry – wkipedia/ 2.-Kipling.- Pittsburg magazine com)

VIAJES POR ESPAÑA (8) : TOLEDO (Y Al FONDO, JERUSALÉN)

Greco-rwwsw- Toledo bajo la tempestad-- Museo Metroploitano de Nueva Tork

 

Asomado en la noche a esta balaustrada del hotel, este corredor al aire que abre las habitaciones a una visión lejana y cercana, iluminada, del Toledo roquedal ante el Tajo al fondo y abajo, uno no contempla nada insólito sino un paisaje natural. Desde el balcón de Toledo mis recuerdos se alargan hasta otro balcón hace años en un hotel de Jerusalén, la ciudad al fondo en la noche, emociones veladas, un panorama similar a éste. Allí mi mirada buscaba tonos, explanadas, historia. Ahora  el Toledo nocturno, tras subir en automóvil una larga cuesta y fuera ya de las murallas, es un pozo de roca,  luz e historia española de siglos. También aquella noche contemplé los siglos en Jerusalén. Aquella extensión de la ciudad santa la fui mirando despacio a través de los visillos y luego buscada en detalle sobre los mapas. Toledo ahora, me digo asomado a esta balaustrada, es admirable, pero no sé si realmente es observada por la curiosidad y la serena contemplación. Toledo está cerca de Madrid y quizá no sabemos descubrir lo que nuestra España recubre o encubre.  Hay en estos momentos un silencio de altura, un aire límpido y casi palpable; la luna, entre nubes, encuentra a la noche clara con grises y platas en el cielo que pintara El Greco. Uno llega a comprender que el celaje toledano, entre brumas, cubriera la tela del pintor. Paz. Silencio. Esta noche se está más cerca del aire, en lo alto de una ciudad cuya limpidez se respira. Hasta aquí se llega por una subida de curvas que acaba en el aire, en la cumbre del aire, sin demasiado viento, con enorme quietud.

José Julio Perlado

(Imagen.- El Greco – Toledo bajo la tempestad)