
El personaje del más grande de los Grandes Detectives, el hombre que sin ser infalible nadie había sorprendido nunca en un fallo, vuelve ahora a las pantallas presentando su historia. «Holmes era muy superior a la mayoría de sus compañeros detectives en el arte del disfraz . En uno de los cuentos aparece bajo el aspecto de un criado borracho y de un clérigo inconformista. Puede ser un viejo alto y delgado, como un hombre deforme, de mediana edad, capaz de parecer un palmo y medio más bajo durante horas enteras… Conan Doyle tomó de Vidocq las ideas para algunos de estos disfraces, como tomó de Poe la facultad de adivinar el pensamiento de que hacía gala Holmes (…) Si analizamos con detenimiento muchos de los detectives literarios, vemos que no son apenas más que el saco de argucias que su autor les ha puesto en el hombro como quien da a un trabajador su caja de herramientas. Holmes es concebido en sus perfiles, con unos atributos que son, en realidad sucedáneos de la caracterización: el ojo de águila, la misantropía, un aire remoto. Y es mérito de Doyle que Sherlock Holmes se nos presente como un hombre dotado de auténtico genio para su trabajo».

Estas palabras de Julian Symons en su «Historia del relato policial» nos recuerdan que Holmes, «en su aspecto y maneras y en el estilo de sus deducciones, estaba basado en el cirujano consultor del Dispensario de Edimburgo, doctor Joseph Bell, pero si Bell fue su modelo, Holmes es en realidad producto de la invención de Arthur Conan Doyle. En cierto aspecto, Doyle era Sherlock Holmes (puesto que dio muestras de su habilidad en el análisis de más de un caso auténtico de asesinato) y basta con contemplar una fotografía de Doyle para advertir que en él había también elementos de Watson«.

Holmes ha sido tratado, a favor y en contra, por innumerables autores. «Sus métodos detectivescos están pasados de moda – decía Cyril Connolly – y son imperdonablemente primitivos, injustos y apegados a la viejas reglas». Pero sus deducciones siempre han sido motivo de comentarios: «El detective fue primero el hombre que sabía observar – apuntó Roger Callois -, remontarse desde el indicio hasta el delincuente, desde el jirón de tela hasta el vestido, desde el vestido hasta el sastre y desde el sastre hasta el cliente. En esa época la cualidad dominante del protagonista es el olfato. Se le compara preferentemente con un perro de caza. Pero pronto sobre la observación se articula la deducción: Conan Doyle introduce el método. Sus sucesores lo perfeccionan (…) El artificio provoca el asombro del lector al final del relato. Es que le han ocultado lo principal: el detective ha guardado para sí todos los indicios decisivos».

Holmes no perseguía a cualquier criminal. En una de las novelas en la que el protagonista es asesinado por una mujer, se niega a prestar ayuda a la policía diciendo al inspector Lestrade: «Creo que existen crímenes que la ley no puede alcanzar y que justifican una venganza privada. No, es inútil insistir; llegado el caso, experimentaría más simpatía por los asesinos que por la víctima».

(Imágenes.- 1.-net7art com/ 2.-Holmes y Watson -ilustración para el Strand Magazine- 1893- Wikipedia/ 3.-Holmes- por Sidney Paget- 1904- wikipedia/ 4.-atuendo de Holmes- Wikipedia/ 5.- detectivesdela historia)