«Escúchame bien, maestro,
mientras contemplo tu madonna
y su perfil por el que nace el día:
La que vive en estos versos
no inspiró el soneto más diamante de Petrarca
y si caminó por las calles de Florencia
fue cobijada por alas de Alitalia
o por el ángel que corona nuestra independencia.
Ella ama, suda, come y duerme, como todas
y ocupa, como todas
un solo lugar en el espacio.
Pero ella, como tu Lucrecia Tutti
que ahora veo y no veo en ese perfil
por el que navegan los peces en el cielo,
al despertar se mira en el espejo
y otorga voz de plata a las paredes.
A esa hora cantan los pájaros
desde los Indios Verdes al Ajusco
y salgo feliz, seguro como tu, Filippo Lippi,
de que sostengo por el mango la lanza de Amadís.
Vicente Quirarte.– «Posdata para Filippo Lippi»
(Imágenes.-Filippo Lippi)

